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Rector de la UC justifica desalojo de toma: “No quise exponer al Campus San Joaquín a una situación similar” a la de Campus Oriente

Ignacio Sánchez sostuvo que junto a otras autoridades y la dirigencia de la FEUC intentó disuadir al grupo y que “pasado un tiempo prudente (aproximadamente una hora), solicité la intervención de Carabineros, ante lo cual la mayor parte de los alumnos se retiró en forma pacífica. Lamentablemente se produjeron incidentes en la salida del sector en toma entre un grupo de estudiantes y la fuerza pública.


El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, envió esta mañana una carta a la comunidad de la casa de estudios, justificando su decisión de solicitar que interviniera Carabineros para desocupar el Campus San Joaquín ante la toma de dependencias que mantenían estudiantes de carreras de humanidades.

Sánchez sostuvo que junto a otras autoridades y la dirigencia de la FEUC intentó disuadir al grupo y que “pasado un tiempo prudente (aproximadamente una hora), solicité la intervención de Carabineros, ante lo cual la mayor parte de los alumnos se retiró en forma pacífica. Lamentablemente se produjeron incidentes en la salida del sector en toma entre un grupo de estudiantes y la fuerza pública. Debido a ellos, se lanzaron bombas de humo y lagrimógenas y tres estudiantes fueron detenidos por agresión, a pesar de que intenté persuadir a Carabineros que los liberara”.

El rector recalcó que “aún cuando  fue una decisión difícil, creo que en nuestra comunidad se han dado todas las instancias de diálogo para que prime el debate de ideas y no se impongan actitudes de fuerza como las tomas”.

Invitando al diálogo y a cuidar la universidad la autoridad académica argumentó que “cuando un grupo de estudiantes se tomó por la fuerza el Campus Oriente, decidí no solicitar la acción de Carabineros con la profunda convicción de que la racionalidad y el diálogo rendirían sus frutos. Luego de 18 días, esto no ha ocurrido y no quise exponer al Campus San Joaquín a una situación similar que, de extenderse, afectaría a miles de alumnos, académicos, profesionales y administrativos”.

Por su parte la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica emitió una declaración  en la que rechazan “el uso de la fuerza en el desalojo en contra de los estudiantes que representamos. Creemos que estas medidas extremas y agresivas no se condicen con los valores de una Universidad Católica”.

La organización estudiantil pidió una investigación por los hechos ya que aseguró que “Carabineros actuó con una violencia desmedida cuando ya se había acordado un desalojo pacífico, que no incluía ejecutar sumarios contra los involucrados. Los estudiantes salieron con las manos en alto cuando fueron atacados por bombas lacrimógenas, perros y bastones. El acuerdo no se respetó y la noche terminó con tres alumnos detenidos y dos heridos”.

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