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Carlos Ominami: “No me imagino a Bachelet haciendo un gobierno distinto al que ya hizo”

El ex senador socialista dijo que la ex mandataria tiene que resistir un debate que no enfrentó la vez anterior, “tiene que hacerse cargo de su propio balance. Y lo otro, es que un sector no despreciable tiene una visión crítica de la primacía de Hacienda. De ese punto de vista creo que el camino está menos despejado que lo que estuvo. Ella ya fue Presidenta, tiene menos que ganar y más que perder”.


El ex senador y ex militante socialista, Carlos Ominami, dijo tener reservas de que una nueva administración de la ex Presidenta Michelle Bachelet sea distinta a la que ya hizo, explicando que su gobierno está expuesto a la crítica del movimiento social que se está expresando y que se ha polarizado contra Sebastián Piñera.

En una entrevista dada a La Tercera, el ex legislador PS asegura no imaginarse un gobierno distinto con Bachelet a la cabeza, añadiendo que “las movilizaciones son movilizaciones que cuestionan el legado de la Concertación. El gobierno de Bachelet está expuesto a la crítica del movimiento social, una crítica que hoy día no se ha expresado, porque se ha polarizado en contra de Piñera”.

Sostiene que la ex mandataria tiene que resistir un debate que no enfrentó la vez anterior, “tiene que hacerse cargo de su propio balance. Y lo otro, es que un sector no despreciable tiene una visión crítica de la primacía de Hacienda. De ese punto de vista creo que el camino está menos despejado que lo que estuvo. Ella ya fue Presidenta, tiene menos que ganar y más que perder”.

En la conversación con el matutino, Ominami también recuerda su última conversación con Ricardo Lagos, agregando que fue en noviembre de 2008 cuando intentó persuadirlo de que fuera el candidato presidencial de la Concertación.

Asimismo, explica que a pesar que las relaciones entre ambos estaban resentidas el 2008, apostó a una reelección de Lagos porque “no sentía que una opción nueva como la de Marco pudiera tener perspectiva. Sentía que si la izquierda no era capaz de competir y se plegaba a una candidatura de alguien decente, pero que no correspondía al signo de los tiempos como Eduardo Frei, todo esto iba a terminar mal”.

Y añade que si decisión de apoyar una nominación de Lagos se produjo porque era el único que tenía una amplitud en la izquierda, lo cual no poseía José Miguel Insulza. “El PC, por ejemplo, no lo iba a apoyar nunca. El único que cambiaba la geometría era Lagos”, sostuvo.

Recuerda que en 1998, la postura de Lagos estuvo más cerca de la posición del gobierno en el sentido que Pinochet debía ser juzgado en Chile y precisa que “sentía que la polarización que producía el tema lo perjudicaba electoralmente y puso por delante esas consideraciones. Antes, Lagos me había recriminado por protestar por la llegada de Pinochet al Senado. A mí me dolió, porque sentí que lo que se estaba jugando eran cuestiones valóricas. Toda la lucha que nosotros veníamos librando durante años es una lucha en contra de la dictadura de Pinochet. Lagos buscaba que el país dejara atrás la confrontación con Pinochet. Partía de la base que la vuelta a un cuadro con una fuerte centralidad de Pinochet hacía que las posibilidades de la izquierda disminuyeran”.

Además, explica que la nominación de Bachelet en el PS no fue producto de una convicción a favor de la audacia y del cambio, sino que respondió a un cálculo, “ella podía ganar, ningún otro”.

Finalmente, Ominami reitera que su salida y ruptura con la Concertación no sólo es política, sino que también efectiva. “Tengo amigos, tengo buenos y malos recuerdos y por tanto, me parece un capítulo largo de mi vida que estoy cerrando. Esto no tiene retorno y este libro forma parte de eso”, precisó.

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