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Ribera arrepentido de contratar a Díaz: «Realmente yo lo siento, lo lamento… personalmente, me afecta»

«Yo estoy tranquilo, porque tengo la plena certeza que bajo circunstancia alguna ni yo, ninguna persona bajo mi cargo y en ningún momento ni recibió peticiones de soborno ni soborno a nadie», sostuvo el ministro de Justicia.


El ministro de Justicia, Teodoro Ribera, dijo estar ‘preocupado e intranquilo’ por las vinculaciones que se le han hecho con el ex presidente de la Comisión Nacional de Acreditación, Luis Eugenio Díaz, en prisión preventiva y formalizado por delitos de corrupción.

En ese sentido, dijo estar arrepentido de no haber podido detectar la conducta ilícita del ex timonel de la CNA, con quien mantuvo contacto mientras fue rector de la Universidad Autónoma y cuando lo propuso para asesorar a la escuela de Gendarmería para definir una reestructuración de los egresados y la malla curricular de la institución.

«Me arrepiento de no haber tenido mayor sensibilidad, pero me era imposible saber en ese momento que una persona que representaba la fe pública y la credibilidad en materia académica y que tenia el pergamino, además de ser parte del Instituto Nacional de los DD.HH., pudiera estar involucrado en lo que se le imputa», sostuvo el secretario de Estado tras encabezar la cuenta pública de su cartera en La Moneda.

Agregando que «realmente yo lo siento, lo lamento, y a mí, personalmente, me afecta. En la política, con el pecho abierto recibimos los balazos, pero otra cosa es que a uno no le duela el alma. Yo estoy tranquilo, porque tengo la plena certeza que bajo circunstancia alguna ni yo, ninguna persona bajo mi cargo y en ningún momento ni recibió peticiones de soborno ni soborno a nadie».

Ribera ahondó respecto a su nexo con Díaz asegurando que «mi vinculación es colateral y se refiere a correos electrónicos que el señor Díaz enviaba a las personas recomendando personas para contratar. Las personas que él mandaba no eran necesariamente parientes de él y yo recuerdo que entre el año 2009 y 2011, cuando yo dejé mi cargo de rector, debo haber recibido tres o cuatro recomendaciones y ninguna de ellas fue contratada».

«Ni yo, ni nadie a mi cargo, bajo circunstancia alguna, ni pagó ni recibió sugerencia de pago. Yo puedo dar fe que por lo menos en lo que se refiere a las actividades que a mí me correspondió realizar, ni él ni ningún miembro de la CNA en ningún momento solicitó recursos para ninguna gestión”, acotó la autoridad.

La relación con el ex presidente de la CNA, dijo, «era propia del mundo académico, él no era una persona con la que tuviera una relación de amistad, compañerismo, nunca fui a su casa, no sé quien es su señora, no sé cuando tiene cumpleaños. Lo puedo conocer como los conozco a ustedes, yo nunca me sentí presionado, lo digo con franqueza, porque él me recomendara alguien».

«Le agradezco a Dios que no haya yo haber aceptado, revisado y contratado un curriculum, que pudo haberse dado. Nunca lo hice, yo nunca me sentí afectado y cuando hubo que buscar a alguien para que asumiera la tarea de evaluar la escuela de Gendarmería, consideré dos características que él tenia: ser el presidente de la CNA y era miembro del Instituto de DD.HH.», concluyó.

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