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El Movilh acusa de “contradictorias” las últimas declaraciones del Papa sobre la homosexualidad Luego que el pontífice se preguntara “¿quién soy yo para juzgar a un gay?”

El Movilh acusa de “contradictorias” las últimas declaraciones del Papa sobre la homosexualidad

“Si pretende dar una señal de mayor apertura con los derechos de la diversidad sexual, lo invitamos a condenar los crímenes y abusos homofóbicos y transfóbicos que ocurren día a día en el mundo, con la misma fuerza con que rechaza el hambre o la pobreza”, sostuvo la entidad. De igual forma, desde la Fundación Iguales valoraron los dichos del sacerdote pero insistieron en la necesidad de que la Iglesia Católica como institución se vuelque a la no discriminación.


El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) afirmó este lunes que las recientes declaraciones del Papa Francisco respecto a la diversidad sexual “demuestran una vez más la permanente incoherencia y contradicción ética y moral que tiene el Vaticano respecto a los derechos humanos y la no discriminación”.

“Por un lado hoy el Papa se cuestiona que “ ¿quién soy yo para juzgar?” a personas gays, y por otro recién el mes pasado al lanzar su primera Encíclica se manifestó no sólo contra el matrimonio homosexual, pues además sostuvo que la legalización de las parejas sólo surge de “la bondad heterosexual”, dijo el Movilh.

Añadió que  “este Papa, ni el Vaticano, han condenado jamás a aquellos países o Estados donde las personas son encarceladas, ejecutadas o impedidas de hacer valer sus derechos sólo por ser homosexuales. Por el contrario, ha guardado silencio frente a los más brutales atropellos que han costado vida a personas inocentes en todo el mundo”.

Para el Movilh, “si el Papa pretende dar una señal de mayor apertura con los derechos de la diversidad sexual, lo invitamos a condenar los crímenes y abusos homofóbicos y transfóbicos que ocurren día a día en el mundo, con la misma fuerza con que rechaza el hambre o la pobreza. Sólo así se demostrará coherencia con los derechos humanos”.

Del mismo modo, “instamos al Vaticano a terminar con sus asociaciones entre homosexualidad y males, lo que ocurrió incluso ahora cuando el Para al mismo tiempo que se preguntó que quien era él parta criticar a los gays, se refirió a la estafa, a la mentira y la avaricia, lo que es impresentable”.

En efecto, al ser consultado sobre su ausencia de menciones al matrimonio igualitario en su reciente visita a Brasil, el Papa Francisco sostuvo que “la Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver sobre eso, como tampoco hable sobre la estafa, la mentira u otras cosas sobre las cuales la Iglesia tiene una doctrina clara. No era necesario hablar de eso, sino de las cosas positivas que abren camino a los chicos. Además los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia”.

Luego indicó que “se escribe mucho del lobby gay. Todavía no me he encontrado con ninguno que me dé el carnet de identidad en el Vaticano donde lo diga. Dicen que los hay. Cuando uno se encuentra con una persona así, debe distinguir entre el hecho de ser una persona gay y el hecho de hacer lobby, porque ningún lobby es bueno. Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo? El catecismo de la Iglesia católica lo explica de forma muy bella. Dice que no se debe marginar a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby. De esta tendencia o el lobby de los avaros, de los políticos, de los masones… Tantos lobbys… Este el problema más grande”.

“Nuevamente queda en evidencia las contradicciones del Papa. Si el catecismo, como dice, enseña a no marginar, pues bien entonces que la Iglesia Católica dé señales claras y coherentes de no discriminación y deje de lado su histórica y permanente homofobia, traducidas en lobby religioso para que los Estados no avancen en igualdad legal y en el silencio cómplice en torno a los crímenes de odio basados en la orientación sexual y la identidad de género”, puntualizó el Movilh.

Desde la Fundación Iguales

En tanto, desde Fundación Iguales también reaccionaron ante los dichos del pontífice. Si bien valoraron el hecho de que el máximo representante del Vaticano se muestre partidario de la no discriminación como una señal de apertura al debate y la integración, el presidente del organismo, Luis Larraín, aseguró que «que el discurso provenga sólo desde la misericordia, no es suficiente, ya que se espera que la Iglesia incluya en plenitud a las personas LGBTI».

“Valoramos profundamente que el discurso de discriminación que hemos oído históricamente de parte de la Iglesia católica haya mutado, ahora se necesita que esta institución se vuelque a la no discriminación y el respeto de los derechos de la comunidad LGBTI en el mundo entero”, agregó Larraín.

De forma similar, el escritor y activista por los derechos de la comunidad LGBTI, Pablo Simonetti, quien integra el directorio de Fundación Iguales, señaló que “Si el Papa es consistente con sus declaraciones, debería suspender inmediatamente el lobby antigay que realiza la Iglesia en los foros internacionales”.

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