Cabeza de la Segpres dijo que está hace dos años fuera de la empresa lobbista
El ex diputado dijo que fue gerente del área de comunicación estratégica, la que cumple «un ejercicio de legítima influencia que se basaba en el resguardo de una identidad corporativa». Explicó que los trabajos fueron marginales y que se concentraron en «conflictos laborales de SQM en el norte y también el caso que afectaba por el tema del litio».
El recién nombrado ministro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), Jorge Insunza, aseguró que su nuevo cargo «es una bonita y exigente tarea, claramente vivimos una crisis en el país». En cuanto a la polémica por la «retroexcavadora», que acuñó hace más de un año el presidente de su partido el PPD, Insunza dijo que «esa es una metáfora que genera mucha crispación y también se ha extralimitado. El país quiere profundidad en sus reformas pero también quiere estabilidad y acuerdos».
Agregó que «aquí hay un programa pero ese programa perfectamente podemos ir debatiéndolo en el Congreso, yo creo en la legitimidad de las diferencias, que hechas con buena voluntad se puede llegar a un acuerdo». Pero aseguró que «cuando subsistan esas diferencias se puede proceder a votar y que se ejerzan esas mayorías. Si un sector quiere precisar una visión más conservadora habrá que llevarlo a votación», dijo a CNN.
Ante la pregunta de si se revivirá la denominada «cocina», respondió que «la construcción de acuerdos a veces exige negociaciones, hay que hacerlo con la mayor transparencia, por último haremos una cocina americana, en donde sea todo abierto».
En cuanto a su postura como diputado por la Cuarta Región, de apoyo a la Asamblea Constituyente, aseguró que «yo creo que es un mecanismo válido, como hay otras iniciativas que son válidas. Obviamente, aquí, siendo ministro, somos parte de un equipo donde vamos a colegiar las posiciones, las miradas, pero la decisión la tiene la Presidenta de la República».
Hizo hincapié en que «hay sectores en el país que deben hacerse cargo de que hoy en Chile no podemos tener una Constitución que fue hecha en dictadura. Nos merecemos una Constitución hecha en democracia».
En cuanto a su anterior cargo en Imaginaccion, empresa cuyo corazón es influir en las decisiones del Congreso en beneficio de sus clientes privados, el ministro ahora a cargo de las relaciones entre el Ejecutivo y el Congreso dijo que «estoy fuera de ahí hace dos años. Cabe una distinción, un área es de asuntos públicos, yo fui gerente del área de comunicación estratégica», la que cumple «un ejercicio de legítima influencia que se basaba en el resguardo de una identidad corporativa. Me siento orgulloso de haber planteado cómo las empresas debían comportarse éticamente, me siento plenamente orgulloso de lo que hice allí», sentenció.
Además, aseguró que efectivamente le tocó asesorar a la empresa del ex suegro de Pinochet, Julio Ponce Lerou, en «conflictos laborales de SQM en el norte, ahí planteamos que tenía que construir diálogo con sus sindicatos y también el caso que afectaba por el tema del litio», así como respecto del desempeño del ex subsecretario Wagner, labores sobre las cuales expresó. «Mi papel fue bastante marginal y sólo con algunos equipos técnicos de ellos».
El ex diputado dijo que la definición correcta de una ética empresarial «no se condice con el accionar de empresas Penta y SQM. Esos mismos son los casos que muestran el mal camino. Cuando se afecta el orden público económico, se afecta a toda la sociedad».
