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Piden medidas preventivas para reducir el consumo de drogas entre escolares

!El país ya aprendió que es clave limitar y regular las oportunidades de consumo y generar medidas de prevención. Ojalá no lleguemos tarde, una vez más, a decir que lo podríamos haber hecho mejor”, señala la gerente de desarrollo de Fundación San Carlos de Maipo.


Según el décimo Estudio de Drogas en Población Escolar, elaborado por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (SENDA 2013), en el que se encuestaron niños de entre 8° Básico y 4° Medio, de más de 3.800 establecimientos educacionales en 15 regiones del país, el consumo de marihuana en los adolescentes aumentó en más de 10 puntos porcentuales en relación al estudio 2011, de 19,5% a 30,6%.

Asimismo, se pudo observar que no existe una diferencia significativa en términos de género, pues se observa un consumo de 31,6 % en los alumnos varones de entre 8° Básico y 4° Medio, y un 29,6% en las alumnas del mismo grupo.

“Los datos de la última encuesta de consumo de drogas en escolares, resaltan la urgencia de generar un discurso social responsable. Factores de riesgo que aumentan la probabilidad del consumo en niños, niñas y adolescentes, tales como baja percepción de riesgo del consumo de marihuana y actitudes favorables de los padres frente a su uso, aumentaron notablemente en los últimos años”, relata Javiera Benítez, gerente de desarrollo de la Fundación San Carlos de Maipo, a propósito de la conmemoración este viernes 26 del Día de la Prevención en consumo de Drogas.

La Fundación de la Sociedad del Canal de Maipo, ha realizado durante los últimos años una apuesta por la prevención, fortaleciendo a las comunidades a través del sistema Comunidades que se Cuidan e implementando programas de efectividad comprobada en fortalecer las habilidades parentales en el abordaje de conductas de riesgo de los adolescentes, incluyendo el consumo de tabaco, alcohol y marihuana.

Para la ejecutiva, en el camino a legalizar el consumo de marihuana en el país, un punto de partida sería examinar lo ocurrido con el consumo de otras drogas legales, como el tabaco y el alcohol, donde las oportunidades de consumo están reguladas.

“Se ha demostrado que la prevención, basada en evidencia, funciona y que, bien implementada, es costo-efectiva. El país ya aprendió que es clave limitar y regular las oportunidades de consumo y generar medidas de prevención. Ojalá no lleguemos tarde, una vez más, a decir que lo podríamos haber hecho mejor”, señala la gerente de desarrollo de Fundación San Carlos de Maipo.

A nivel mundial, aún no se cuenta con evidencia certera en cuanto a si la legalización trae consigo un aumento o no en los niveles de consumo en la población. Las leyes que autorizan el consumo son muy distintas entre sí, por lo que aún no existe un consenso al respecto. Por tal razón, para Benítez es lógico que “como país tendremos que construir nuestra propia evidencia y tomar decisiones en base a ella para evitar que el consumo de ésta, u otras drogas, aumente en la población”.

Asimismo, desde su perspectiva, la nueva Ley de Drogas debiese considerar los nuevos desafíos que tendrán padres, profesores y otros cuidadores a la hora de abordar con sus hijos y alumnos los mensajes acerca de la marihuana y su consumo.

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