Controlador del Grupo Costanera y ex presidente del club Universidad Católica
Para el empresario hay un hilo conductor, o una enseñanza entre los casos de Jadue y el del cartel del papel confort, «el deber del dirigente y del director es estar informado y no que lo informen», dijo. Además indicó que la única forma de reencantar al país es «cortar las malas prácticas de raíz, con penas muy altas».
El controlador del Grupo Costanera y ex presidente del club Universidad Católica, Alfonso Swett Saavedra, analizó los alcances que ha tenido la corrupción en dos importantes ámbitos de su vida: los negocios y el fútbol.
Para el empresario hay un hilo conductor en ambas, o una enseñanza entre los casos de Jadue y el del cartel del papel confort, «el deber del dirigente y del director es estar informado y no que lo informen», aseguró a La Segunda.
«En los escándalos de empresas y en la ANFP, es inaceptable decir ‘yo no sabía’. Si uno está adoptando una responsabilidad de connotación pública, no se puede usar ese argumento. Se debe preguntar y dejar registrado en acta ese interés. Si no entiende, toque la puerta de los auditores, pero es impresentable que alguien diga que lo sorprendieron», añadió.
El controlador del Grupo Costanera indicó que «de cierta manera nos relajamos (los empresarios), pero no debe haber espacio para las malas prácticas, abusos o actividades antiéticas reñidas con lo que quiere nuestra sociedad. El sector privado debe hacer un ejercicio, entender cómo nos ven y cómo somos en realidad».
Para Swett los empresarios «somos correctos, honestos, estamos todos los días en el trabajo (…). Es injusto que el empresario esté mal valorado y la empresa esté bien catalogada: ahí hay una especie de dicotomía que a veces proyectamos».
Además aseguró que la forma de reencantar al país es «cortar las malas prácticas de raíz, con penas muy altas (…). Si se penalizará la colusión, que se haga. Pero no creo que el punto esté en la cárcel».
