Explica que no fue una “operación usual”
«El financiamiento de la operación de compra de terrenos en Machalí para Caval se trata del financiamiento de unos terrenos, y puedo señalar que no es una operación usual, dado que no hay una fuente de pago clara, salvo la venta del terreno propiamente tal», afirma el gerente de la división de riesgo corporativo del Banco de Chile, Mauricio Baeza.
El pasado 5 de enero, el gerente de la división de riesgo corporativo del Banco de Chile, Mauricio Baeza, concurrió a declarar ante la Fiscalía de O’Higgins, ocasión en que señaló que el crédito de $6.500 millones entregado a la sociedad Caval, de propiedad de Natalia Compagnon, nuera de la Presidenta Michelle Bachelet, y Mauricio Valero, no fue una “operación usual”.
De acuerdo a lo que consigna El Mercurio, Baeza señaló ante el fiscal Sergio Moya que «las políticas del banco para otorgar un crédito como el que se le cursó a la empresa Caval, puedo señalar que son más bien de principios generales y no definen con precisión qué créditos se otorgan y cuáles no».
El alto ejecutivo bancario precisó que tales normas son que «deben existir dos fuentes de pago, que exista una adecuada solvencia por si sus flujos de negocios se pueden ver afectados por alguna contingencia, entre otros. Todas aquellas están en un manual».
Respecto al ámbito inmobiliario, Baeza menciona que se busca “que los desarrollos de proyectos tengan una buena probabilidad de éxito, como por ejemplo, en la construcción de casas u edificios”.
«El financiamiento de la operación de compra de terrenos en Machalí para Caval se trata del financiamiento de unos terrenos, y puedo señalar que no es una operación usual, dado que no hay una fuente de pago clara, salvo la venta del terreno propiamente tal», afirmó.
En la oportunidad, el ejecutivo del Banco de Chile también comentó el papel de Andrónico Luksic en la reunión celebrada el 6 de noviembre de 2013 junto a Compagnon y su esposo Sebastián Dávalos.
En ese sentido, explicó que «los clientes habitualmente se reúnen con las áreas comerciales, y también con el área de riesgos, para someter la operación a un comité en que yo decido si se autoriza o no para los casos que tengo atribuciones suficientes. En este caso el cliente solicitó al vicepresidente del banco (Luksic) que los recibiera, lo cual este hizo por deferencia y luego se encausó a través del área comercial».
Agregó que «entiendo que con anterioridad a dicha reunión se habían realizado otras con personal del área comercial del banco donde se aportaron más antecedentes del negocio».
Afirmó que en noviembre de 2013 se realizó el primer comité interno, ocasión en que no se aprobó la operación de 300 mil UF, “básicamente porque no concurrían, a mi juicio, los elementos como una fuente de pago clara, no había experiencia suficiente de los socios en desarrollo de proyectos inmobiliarios y no había una solvencia adicional”.
Sin embargo, sostuvo ante el fiscal que “sí había, como fuente de pago, la expectativa de vender o desarrollar estos terrenos. Tampoco a esa fecha existía una tasación del banco”.
Explicó que posteriormente, el área comercial modificó la operación, se solicitó un monto menor, de 250 mil UF, y se hizo una tasación de la garantía visada por el área de riesgos, por lo que tomando en cuenta estos antecedentes, en un segundo comité se aprobó la operación, el 13 de diciembre de 2013.
Baeza también señaló que lo anterior no se hizo dentro de una operación PEP (Personas Políticamente Expuestas), puesto que la norma vigente a la época sí incluía a ex Presidentes y sus consanguíneos y en este caso Compagnon y Valero “no tenían esos vínculos con la entonces ex Presidenta de la República (Michelle Bachelet).
