El ministro del Trabajo calificó como un proceso «habitual» que las personas queden sin trabajo, aunque reconoció que el Gobierno vigila con preocupación la situación de los 4 mil trabajadores que quedarán cesantes, indicando que, lo más probable, es que sean reubicados en una planta de Iansa de Chillán.
El eventual cierre de la planta de Iansa en Linares ha causado preocupación e incertidumbre en la ciudad, debido a que más de 4 mil personas perderán su fuentes de trabajo.
Ante esa situación, el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg tuvo que referirse a la situación, indicando que el Gobierno tiene preocupación con el tema, pero que los despidos son una cosa común: «el habitual movimiento de la economía hace que trabajos terminen y se creen otras nuevas oportunidades».
«Hace varios meses Iansa viene anunciando que va a centralizar toda su faena de remolacha en la planta que tiene en Chillán, eliminando parcialmente la que tiene en la Región del Maule», y eso «obligaría a los agricultores a llevar sus cosechas a la faena en la planta de Chillán», explicó.
«Es verdad que puede generar un costo adicional, pero en eso está abocado el ministro de Agricultura (Antonio Walker), para que ese costo mayor sea lo más abordable posible y tenga el apoyo del Indap y el Ministerio de Agricultura», agregó el secretario de Estado.
Monckeberg también indicó que los posibles trabajadores se reubicarán en la planta de Chillán.