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«Tuve la oportunidad de vivir cercanamente la historia, y jamás escuché de mi abuelo, Augusto Pinochet, palabra alguna acerca de no respetar el resultado del 5 de octubre. Desconsuelo, tristeza y desilusión fueron sus sentimientos», relató Rodrigo García Pinochet en una versión de la reacción del dictador la noche de su derrota en el plebiscito. «Bien, y fácilmente, pudo hacer desconocido o manipulado los resultados, pero quienes realmente lo conocíamos, siempre supimos que aquello jamás ocurriría, tal y como sucedió», finalizó.
A través de una carta en El Mercurio, el nieto del dictador Augusto Pinochet, Rodrigo García Pinochet, señaló que «el plebiscito de 1988 no debe celebrarse por su resultado, sino por el acto en sí. Siendo un hecho crucial dentro de la hoja de ruta establecida en la Constitución de 1980, también sujeta a plebiscito, donde se establecieron plazos que nuestra institucionalidad seguiría».
Luego, precisó que «es un hecho que muchos otros pueblos debiesen admirar y otros envidiar, sobre todo aquellos bajo dictaduras comunistas existentes hasta nuestros días».
«Tuve la oportunidad de vivir cercanamente la historia, y jamás escuché de mi abuelo, Augusto Pinochet, palabra alguna acerca de no respetar el resultado del 5 de octubre. Desconsuelo, tristeza y desilusión fueron sus sentimientos», relató.
«Bien, y fácilmente, pudo hacer desconocido o manipulado los resultados, pero quienes realmente lo conocíamos, siempre supimos que aquello jamás ocurriría, tal y como sucedió», finalizó.
