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A dos años del 25-O, la marcha que abrió los cambios y que Kast intentó boicotear PAÍS Crédito: ATON

A dos años del 25-O, la marcha que abrió los cambios y que Kast intentó boicotear

La convocatoria -la más grande desde la vuelta a la democracia- no dejó a nadie indiferente. Incluso, la derecha se subió al carro, pese a ser el símbolo de la resistencia a los cambios que demandaba la ciudadanía. Y así lo hizo el actual candidato presidencial del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast.: “Hace una semana, delincuentes y vándalos destruían Santiago y el resto del país. Hoy, 1 millón de personas, se manifiesta pacíficamente (…) El mensaje es claro y evidente», escribió, pese a que había tratado de contrarrestar esa histórica convocatoria con una «Gran marcha por la paz» que finalmente se suspendió. Además, la histórica marcha abrió la senda para llegar al Acuerdo del 15-N para el proceso constituyente, el mismo que Kast hoy critica sin ambages y que amenaza con votar con un nuevo Rechazo en el plebiscito de salida.


El 25 de octubre de 2019 marcó uno de los hitos más importantes del estallido social que había comenzado justo una semana antes. La manifestación que reunió en Plaza Baquedano y en ele Alameda-Providencia a cerca de 1,5 millones de personas -y que fue bautizada como «La marcha más grande de Chile»- plasmó con fuerza la demanda ciudadana por un cambio constitucional, que justo un año más tarde se concretó por la vía electoral, cuando 78% de los ciudadanos chilenos votaron Apruebo a una nueva Constitución, un proceso en plena marcha que a esta fecha ya cumple casi cuatro meses de trabajo.

La convocatoria –el evento más grande desde los tiempos del NO a Augusto Pinochet y desde la vuelta a la democracia- transcurrió en forma absolutamente pacífica y bajo la consigna “Chile despertó” no dejó a nadie indiferente.

Incluso, la derecha reaccionó a la masiva convocatoria de ese histórico 25 de octubre de 2019 y se subieron al carro, como el actual candidato presidencial del Frente Social Cristiano, José Antonio Kast, pese a ser los símbolos de la resistencia a los cambios que demandaba la ciudadanía.

De este modo, la diputada Camila Flores (RN) valoró la manifestación: «Luego de días de violenta destrucción, saqueos, pillajes, heridos y muertos, hoy vimos una luz de esperanza”, mientras el senador Andrés Allamand (RN) reaccionó a través de su cuenta de Twitter: «Hoy vivimos uno de los momentos más importantes de nuestra historia: un Chile unido por demandas legítimas y urgentes».

El Gobierno tampoco guardó silencio. El propio Presidente Sebastián Piñera sostuvo que la marcha “fue ejemplar: un millón o más de personas que se manifestaron en paz, que expresaron su punto de vista y enviaron su mensaje con fuerza y elocuencia pero sin violencia. Es un tremendo logro de la sociedad chilena. Lo de ayer me llenó de alegría». Y al Mandatario se sumó la entonces intendenta metropolitana, Karla Rubilar, hoy ministra de Desarrollo Social, quien reconoció que se «emocionó» con la masiva participación que tuvo este viernes la marcha.

Pero lo que más llamó la atención de esta reacción desde la derecha fueron las palabras del hoy candidato presidencial del Partido Republicano, José Antonio Kast, quien también se infundió del espíritu del 25 de octubre y señaló que «hace una semana, delincuentes y vándalos destruían Santiago y el resto del país. Hoy, 1 millón de personas, se manifiesta pacíficamente. No sé si son de izquierda o de derecha, pero claramente rechazan este Gobierno y el liderazgo que representamos. El mensaje es claro y evidente».

El problema con Kast es que en la previa de  esa marcha, el 23 de octubre, el líder ultraderechista había convocado  para el domingo 27 de octubre a una “Gran marcha por la paz». El punto de encuentro sería precisamente la Plaza Italia, y la consigna era el «rechazo a la violencia y al vandalismo».

Pero finalmente la convocatoria se suspendió. El mismo 25 de octubre, cuando más de 1 millón de personas estaba reunida en el corazón de las protestas en Santiago y otras cientos de miles en regiones, el excandidato a alcalde de Las Condes, Gonzalo de la Carrera -cercano a José Antonio Kast- informó en su cuenta de Twitter que «se suspendió la marcha por La Paz del Domingo a las 12:00. Agradezco a todos los que querían manifestarse». “Qué pena tu marcha” y “Esto sí que no prendió” fueron algunos de los comentarios en redes sociales al fail de Kast.

Una saga de eventos

A la mañana siguiente de la histórica marcha, se vinieron una serie de cambios. Con el tablero golpeado, el Presidente Piñera reaccionó e informó que pidió a todos sus ministros que pusieran sus cargos a disposición para «estructurar un nuevo gabinete» y así «enfrentar estas nuevas demandas y hacernos cargo de los nuevos tiempos».

Los cambios se concretarían solo dos días después con la salida del Ministerio del Interior de su primo Andrés Chadwick, quien era sindicado como uno de los responsables de las violaciones a los derechos humanos cometidas por Carabineros en las manifestaciones. Su lugar lo tomó quien para ese momento era el ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel.

El nombre de Blumel, de 41 años, anticipaba la tónica de lo que sería este nuevo gabinete: un equipo ministerial sub 50, pero que en nada mueve la aguja hacia un cambio más estructural, como lo demandaba la ciudadanía en la calle.

Los otros nombres que componen el nuevo equipo son Ignacio Briones en Hacienda, Felipe Ward en Segpres, Karla Rubilar en Segegob, Lucas Palacios en Economía; María José Zaldívar en Trabajo; Julio Isamit en Bienes Nacionales; y Cecilia Pérez, quien fue desplazada de la vocería a Deportes.

En el equipo económico, salió Juan Andrés Fontaine, quien asumió en julio la cartera de Economía en sustitución de José Ramón Valente. Sus declaraciones -en días previos al estallido social el 18 de octubre- en las que señaló que las personas que madruguen «iban a ser ayudadas con una tarifa más baja» en el costo del pasaje, cayeron mal en la población y finalmente terminaron por gatillar su salida. En su reemplazo llegó Lucas Palacios.

También dijo adiós al equipo de Gobierno el jefe de la billetera fiscal Felipe Larraín de Hacienda, otro de los responsables de la furia ciudadana por sus dichos destacando la baja del precio de las flores, y asumió Ignacio Briones.

La marcha también instaló la necesidad de avanzar hacia un cambio constitucional, y abrió la senda para llegar al Acuerdo del 15-N, donde la mayoría de los partidos políticos de oficialismo y oposición coincidieron en el proceso constituyente. El mismo que Kast critica sin ambages e incluso ha puesto en duda con su voto en el plebiscito de salida. “El desprestigio en que cae día a día la Convención Constituyente nos hace augurar un mal resultado (…) «Si el proyecto es malo y yo salgo electo presidente, claramente trabajaré porque en el plebiscito de salida gane el Rechazo”, ha indicado el candidato presidencial del Partido Republicano.

La mirada de la prensa internacional

La prensa internacional también se hizo eco de la masiva marcha del 25 de octubre, como el diario argentino Clarín que tituló: «Más de un millón de personas se manifestaron en Santiago contra el Gobierno de Sebastián Piñera». Desde Brasil, O Globo también destacó el número de personas que asistió a la marcha, recalcando que ya son “siete días de crecientes tensiones”.

El Comercio de Perú también hizo hincapié en la masiva concurrencia, destacando que se trata de la “peor crisis social” de nuestro país. el medio recalcó que Chile hizo historia con movilizaciones pacíficas que superaron el millón de personas, «eclipsando los festejos del día en que el pueblo dijo ‘no’ a la dictadura hace tres décadas, en una demostración de fuerza y convicción para exigir al gobierno una sociedad más justa».

El Espectador de Colombia, bajo el titular «un millón de personas protestan en Chile contra Piñera y la desigualdad social», publicó una galería de imágenes, destacando que es “la manifestación más grande de Chile desde que cayó en 1990 el dictador Augusto Pinochet”.

El medio británico BBC, en su versión en español para Latinoamérica, también publicó acerca del millón de personas que llegó a Plaza Italia y repasó la reacción del Presidente ante la movilización: «Su gobierno ha sido duramente criticado por haber reaccionado muy tarde y por haber sacado los militares a la calle», señalan.

Y El Mostrador resumía así esa jornada en su editorial del día siguiente: “Con una claridad meridiana, el pueblo le dijo al gobierno, al Congreso, y a la política general que viven sordos y de espaldas a la realidad. Que desea cambios importantes en la conducción del país y que las reglas del juego económico no pueden ofender de manera permanente los derechos y la dignidad de la gente”.

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