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Cargos clave en Hacienda e Interior: las señales políticas que el Presidente electo espera dar antes de 2022 PAÍS Créditos: ATON

Cargos clave en Hacienda e Interior: las señales políticas que el Presidente electo espera dar antes de 2022

El Mandatario electo sostuvo una reunión ayer con el Presidente en ejercicio, Sebastián Piñera, a cuya salida dijo estar consciente de que «es importante para el país dar certezas», en especial para los mercados e inversionistas, asegurando que en un mes espera tener conformado ya su gabinete, uno que sea paritario y sin cuoteo político. Las señales que se den en estos días son relevantes, tanto en lo económico como en lo político, toda vez que se reconoce como un hecho de la causa que, para la conformación del esperado equipo de ministros, el gobernante electo espera tender puentes más allá de los límites de Apruebo Dignidad. Consultado sobre el comportamiento de las bolsas tras su contundente triunfo, señaló que «las decisiones democráticas tomadas por el pueblo de Chile no debieran estar sujetas a presiones que van por carriles distintos a los democráticos. Sin embargo, las señales son importantes y eso lo tenemos muy claro». Este miércoles se espera un nuevo encuentro entre el comando presidencial y el electo Primer Mandatario, junto a los presidentes de partidos de Convergencia Progresista (PS, PPD, PL, PR, Nuevo Trato), para analizar el futuro de las relaciones entre la nueva administración y ese espacio de la centroizquierda, que se definió como de «partidos colaborativos» con el próximo Gobierno.


Los días agitados ya comenzaron para el Presidente electo Gabriel Boric, que a horas de su triunfo rápidamente activó una serie de reuniones para comenzar a pavimentar el camino del cambio de mando, como también para conformar un futuro gabinete y tender puentes con partidos fuera de los límites de Apruebo Dignidad. Las señales en estos días –están conscientes de ello en el comando– son relevantes.

Ayer se reunió con el Mandatario en ejercicio, Sebastián Piñera, flanqueado por sus dos más estrechos colaboradores en el segundo tiempo de la campaña, Izkia Siches y Giorgio Jackson, quienes suenan como futuros ministros del gabinete. Tras ese encuentro, Boric estimó en máximo un mes tener lista su nómina de futuros ministros y ministras, con un rol clave de las mujeres –defendiendo la paridad–, con la incorporación de independientes, sin una lógica de cuoteos y con presencia de personas ligadas a las regiones.

En Apruebo Dignidad en todo caso saben que «el tiempo es oro» y que los esfuerzos están puestos en que, antes de que finalice el 2021, ya estén definidos los futuros titulares de las carteras de Hacienda e Interior, para entregar señales que den certezas al mercado y a nivel político, en materias como la seguridad, los principales flancos abiertos que Gabriel Boric tuvo durante su campaña. En el bloque son varios los que creen que la persona que lidere el Ministerio de Hacienda debe estar fuera de Apruebo Dignidad, precisamente para reforzar la señal que se dio de cara a la segunda vuelta, incorporando nombres cercanos a la centroizquierda y personeros de renombre, que disipen las dudas del tema económico, con el objetivo de no descuidar ese tema que fue uno de los más cuestionados durante la campaña.

El actual equipo económico también salió a dar señales durante las últimas horas. Fernando Carmona –en El Mostrador en La Clave– enfatizó que «no estar a favor de las medidas del Banco Central para controlar la inflación sería dispararnos en los pies», aterrizando en parte las dudas que pudieran generarse en ese lado de la cancha, en horas donde el dólar abrió con una importante alza, atribuida a la diferencia holgada de los resultados.

Si bien Boric no dio nombres, en los pasillos se insiste en personas como Andrea Repetto, a pesar de que ella misma lo descartó a Pulso. “Participé en el consejo con entusiasmo, sin interés por un cargo. Seguiré ayudando desde la academia”, dijo al citado medio, tal como ocurrió en el segundo Gobierno de la ex Presidenta Michelle Bachelet, donde también desistió de un cargo. Eduardo Engel es asimismo un nombre sobre la mesa, aunque sin muchas certezas, y abierta está igualmente la ventana para buscar nombres ligados a los partidos de la –aún– Convergencia Progresista (PS, PPD, PR, PL y Nuevo Trato), donde las figuras socialistas hasta ahora son las más dispuestas a sumarse. Concita aprobación el nombre de Carlos Montes, aunque cercanos al senador descartan por ahora que opte por asumir alguna repartición.

En el caso de Interior, es bien visto en Apruebo Dignidad que pueda ser una mujer, pero un personero del sector subrayó que «es un ministerio muy difícil, muy expuesto, donde se requiere mucho capital político» y donde «no muchas personas se ofrecerían tan fácil», incluido el propio Jackson, quien –dicen– prefiere tomar otros roles. En el comando y en el bloque han intentado no «quemar» nombres y hasta ahora no hay apuestas tan fuertes para ese cargo. El mismo Presidente electo ayer dio también señales. Temprano, Giorgio Jackson afirmó en Tele 13 que “el compromiso es que esas querellas se levantan», en referencia a las querellas por Ley de Seguridad del Estado, algo que matizó Boric, quien sostuvo que se revisarán «caso a caso», aunque reafirmó que habrá garantías de verdad, justicia, reparación y no repetición.

Sobre la conformación del futuro equipo ministerial, el gobernante electo sostuvo que «estamos conscientes de que es importante para el país entregar certezas» y que harán «todo lo posible para que los procesos sean rápidos». Sin embargo, también añadió –consultado acerca del comportamiento de las bolsas tras su contundente triunfo– que «las decisiones democráticas tomadas por el pueblo de Chile no debieran estar sujetas a presiones que van por carriles distintos a los democráticos. Sin embargo, las señales son importantes y eso lo tenemos muy claro».

El Mandatario electo agregó que dentro de este tiempo también llevarán a cabo «procesos de chequeo y rechequeos para no equivocarse. Haremos todo el esfuerzo para que sea lo antes posible”.

El director de la Escuela de Gobierno y Comunicaciones de la Universidad Central, Marco Moreno, subrayó que «el mercado tenía internalizado el triunfo de Gabriel Boric. No el margen, pero sí que ganaría. Precisamente para contrarrestar la inestabilidad natural que provocan los procesos electorales se requiere de señales que transmitan confianza. Mostrar quiénes estarán a cargo de las carteras del orden público y seguridad (Ministerio Interior) y finanzas públicas (Ministerio Hacienda) es una señal que impactaría positivamente las expectativas. La sociedad y los mercados son susceptibles y se mueven en función de las expectativas, de ahí que estas señales podrían aportar al clima político», señaló.

Que no huela a Concertación

Ahora que la cosa se tornó real, luego del aplastante triunfo de Gabriel Boric en la segunda vuelta presidencial, la necesidad de asegurar cuadros que puedan cooperar a nivel técnico, político y administrativo en la gobernanza de los próximos cuatro años, llevó al comando del electo Primer Mandatario a dar un paso más, y pasar de las señales a lo concreto con un sector de la ex Concertación.

Se trata de la Convergencia Progresista, que reúne al PS, PPD, PPD, PL y Nuevo Trato, sin la Democracia Cristiana –único partido de la ex Concertación que se declaró como opositor al futuro Gobierno–, a quienes el domingo el propio Boric les señaló en persona que va a necesitar de ellos. Esta conversación se dio en el hotel, donde minutos más tarde el diputado por Magallanes saldría ante una multitud que cubrió las calles del centro de la capital a entregar su primer discurso como Presidente electo de la República.

Este mismo grupo de partidos había sido invitado al comando presidencial un par de semanas atrás, con el fin de solicitar su colaboración en la búsqueda de apoderados de mesa, en lo que se entendía iba a ser una segunda vuelta que se definiría voto a voto, por lo que no se podía dar ningún tipo de ventajas. En esa oportunidad, además de ese tema, solo se les hablo de cómo avanzaba la campaña, pero sin cruzar ese límite, es decir, dejando en claro que quien llegó a La Moneda en esta ocasión fue Apruebo Dignidad.

Desde el propio comando no fue fácil resolver el llamado a este sector, porque, más allá del discurso del Mandatario electo, que convocó a la totalidad del mundo de la ex Concertación para derrotar a José Antonio Kast, todo lo que huele a esos últimos treinta años sigue generando cierto tipo de tensión en algunos espacios reducidos de la interna. Es por eso que el hecho de que la DC se haya declarado de inmediato como partido opositor de una futura administración, les ayudó a resolver una ecuación de difícil factura en su momento.

Con las cartas ya sobre la mesa, los partidos pasaron de la inercia en que quedaron –tras haber sido pasados a llevar electoralmente por esta nueva generación que cooptó los votos que antes los llevaban en andas hasta La Moneda– a de nuevo ser considerados eventualmente para la primera o segunda línea de Gobierno. Si bien en un principio estaban todos algo incrédulos, la palabra empeñada de Gabriel Boric el domingo por la noche le puso pavimento a un camino de ripio, y los obligó a mover los engranajes antes de lo presupuestado.

De esta manera, y tras reunirse el lunes en horas de la tarde, cada tienda llamó a sus propios dirigentes para que cada uno resuelva de qué manera están dispuestos, o no, a dar el paso en lo que se ha denominado como una participación colaborativa. Al interior del PS es quizás donde más ruido hizo esta invitación, pues la mayoría de los dirigentes estaba en un principio por no ser parte de la nueva administración gubernamental, con el fin de reperfilarse ante sus electores.

Pero «la necesidad tiene cara de hereje», repitió más de uno de sus representantes, al mismo tiempo en que, más allá de que existan orgullos heridos, la mayor parte de sus miembros sí se siente parte de este nuevo proyecto encabezado por el Frente Amplio y el Partido Comunista, aún más, luego de la épica que se generó en la segunda vuelta, donde –así se reconoce de lado y lado– “todos dejaron los pies en la calle”.

La nueva cita con el comando presidencial está agendada para este miércoles, donde se espera definir de manera más prístina los detalles y alcances de esta lógica de cooperación “a la portuguesa”, como la han llamado, es decir, trabajo mancomunado desde el Parlamento y dispuestos a prestar sus mejores piezas en caso de ser necesarias en el próximo Ejecutivo.

El lunes, cada uno de los partidos se sentó con sus mesas directivas a resolver la problemática, una con la que se van a sentar hoy, para congeniar una mirada común al momento de sentarse a negociar con Apruebo Dignidad.

Hasta el momento la única gran definición que ha tomado este bloque, si así se le puede llamar, es la de trabajar en conjunto a nivel parlamentario, única forma de lograr una fuerza parlamentaria capaz de generar contrapesos o mayorías simples a la hora de la discusión de las diferentes propuestas.

De esta manera, se decidió que se trabajará con máximo dos bancadas. Una compuesta solo por el PS, y la segunda, por todos los demás. La lógica detrás de esta fórmula es la de generar una mayor capacidad negociadora para los diferentes cargos administrativos en la sede de Valparaíso, y considerando que el partido presidido por Álvaro Elizalde cuenta con 13 diputados, y la suma de los demás partidos hacen 16.

El presidente del Partido Liberal, Patricio Morales, relevó la importancia de afianzar este acercamiento y trabajo unitario. «Sí tenemos profundas coincidencias con ciertos sectores de Apruebo Dignidad», dijo. «Para nosotros es importante tener una actitud que favorezca la unidad, porque creemos que la centroizquierda se ha farreado la unidad, por lo menos en los últimos dos años, y esta es una gran oportunidad que tenemos y no podemos perderla, independiente que nosotros no estemos en el Gobierno», enfatizó.

Sobre el futuro con la Democracia Cristiana, en Convergencia Progresista insistieron en que el foco hoy es afianzar este bloque que va desde el PS al PL, considerando además que el próximo año la DC renueva su directiva y espera realizar un Congreso Ideológico para replantearse las líneas gruesas de la colectividad. El definirse como un partido de oposición –aunque sea colaborativo–, para varios dentro de Convergencia Progresista, fue una especie de «punto de quiebre» respecto a las alianzas que van a priorizar en el actual tiempo político, donde se han aunado tras el concepto de «partidos colaborativos».

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