El lugar de celebraciones y que alguna vez fue el epicentro de las manifestaciones del estallido social de 2019 cambiará su rostro para siempre. La estatua del general Baquedano ya no está y hay pocas señales de la entrada al metro. Se trata de un proyecto que estaba pensado desde 2015 y que forma parte de la remodelación de toda la Alameda, con el objetivo de recuperar fachadas y establecer conexiones fluidas. El acuerdo ha sido posible gracias al trabajo conjunto de equipos técnicos, ministros, alcaldes y el gobierno regional. La ministra Carolina Tohá destacó que este proyecto implica “pensar la ciudad y el espacio público con otras prioridades”.
Después de intensos meses de negociaciones y trabajo conjunto entre los equipos técnicos de los ministerios, los alcaldes y el Gobierno de Santiago, se ha logrado alcanzar un acuerdo trascendental para el futuro de Plaza Italia en el marco del proyecto Nueva Alameda. Este consenso representa un hito significativo en el desarrollo de una de las áreas más emblemáticas de la capital, a casi cuatro años del estallido social, y a casi tres de la remoción de la estatua del general Baquedano.
Como parte de este acuerdo, se llevará a cabo la eliminación de la rotonda de Plaza Baquedano —la denominada Plaza de la Dignidad en octubre de 2019— para dar paso a la creación de un amplio espacio público de más de 13 mil metros cuadrados, según detallaron desde el gobierno regional. Este nuevo espacio se proyectará hacia el Parque Forestal, estableciendo una conexión entre las calles Bustamante y Alameda. Además, prometen, esta iniciativa implicará una reducción del 53% en el espacio destinado a vehículos, en aras de fomentar una movilidad más sostenible y promover un entorno urbano más amigable para peatones y ciclistas.
La transformación del emblemático lugar santiaguino —donde el expresidente Piñera se tomó una polémica foto aprovechando que todos estaban en sus casas en medio de la pandemia de 2020— forma parte de un proyecto ambicioso de remodelación de toda la Alameda, el cual fue concebido a través de un concurso internacional convocado en 2015 por el entonces Intendente de la Región Metropolitana, Claudio Orrego. Actualmente, se está llevando a cabo uno de los primeros componentes del proyecto, que consiste en la limpieza y recuperación de 8 kilómetros de fachadas de La Alameda, desde Vicuña Mackenna hacia el oeste, en la comuna de Santiago, hasta la calle Aeropuerto en Lo Prado, pasando por Estación Central. Los trabajos se encuentran en un 80% de avance y se espera que finalicen en agosto.
El Gobernador de Santiago, Claudio Orrego (DC), expresó: “Hemos alcanzado un acuerdo político transversal para llevar a cabo el proyecto de transformación urbana más importante de Chile y de Santiago. Este proyecto ya no tiene marcha atrás”. Además, añadió: “Santiago gana casi 13.000 m2 de área verde en espacio público. Donde antes había una rotonda, ahora habrá un parque para la ciudadanía. Donde antes había un espacio para autos, ahora habrá un espacio para las personas. Es un día feliz para la ciudad de Santiago”.
La Ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), destacó que este proyecto implica “pensar la ciudad y el espacio público con otras prioridades, poniendo en primer lugar a las personas”. Asimismo, resaltó que se prioriza el espacio público como un lugar de encuentro donde todos tengan la posibilidad de utilizarlo y sentirse respetados, cómodos y orgullosos.
La alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, (UDI) añadió: “Agradezco que se nos haya escuchado permanentemente. Partimos de proyectos que eran muy distintos y, sin embargo, hemos logrado llegar a un proyecto en común que, finalmente, respeta el patrimonio. La Plaza Italia es claramente un patrimonio, con más de 100 años de historia y ha sido escenario de muchos hechos importantes en nuestra vida nacional. Hemos logrado cambios sustanciales entre todos los proyectos y lo que estamos ofreciendo a la ciudadanía es algo de lo cual todos nos sentiremos finalmente orgullosos”.
La transformación de Plaza Italia y la remodelación de la Alameda suceden a casi cuatro años del estallido social que transformó la ciudad para siempre. Estas iniciativas no solo buscan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sino que también contribuir a crear un entorno más sostenible y amigable con el medio ambiente. Se espera que el proyecto se convierta en un referente para futuras intervenciones urbanas en Chile y en otras ciudades del mundo.
