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Marcela Aranda y María Luisa Cordero: el disparo a los pies desde la propia derecha PAÍS Créditos: Agencia Uno

Marcela Aranda y María Luisa Cordero: el disparo a los pies desde la propia derecha

Rodrigo Córdova
Por : Rodrigo Córdova Periodista en El Mostrador
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Mientras se acercaba la fecha de la votación del líbelo acusatorio en contra del ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, la oposición veía como una posibilidad el que este se aprobara. Sin embargo, la misma semana Marcela Aranda, ex vocera del “Bus de la Libertad”, y la diputada María Luisa Cordero (RN) cuestionaron la gestión del ministro en función de su orientación sexual. La mayoría de los parlamentarios consultados al respecto opina que, efectivamente, los dichos de ambas fueron decisivos para el fracaso del juicio político contra el secretario de Estado.


El rechazo de la acusación constitucional en contra del ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, tuvo dos argumentos principales que rondaron sobre el libelo, y que terminaron por enterrar la ofensiva opositora.

El primero, y el que más se repite entre los personeros de oposición que no concurrieron con su voto, era la falta de sustento jurídico para llevar a cabo una acusación.

El segundo, y que reflotó días antes de la acusación, fue que la acción contra el ministro estaba inspirada en la homofobia, algo que se dijo desde el primer día, pero que resurgió con mucha fuerza como consecuencia de los dichos discriminatorios en contra del ministro por su orientación sexual, proferidos por Marcela Aranda y la diputada María Luisa Cordero.

Hoy, en retrospectiva, la mayoría de las voces políticas consultadas al respecto creen que, efectivamente, las palabras de ambas influyeron en el resultado, sobre todo en Evópoli y en Demócratas.

El lunes, dos días antes de la acusación, la vocera del Observatorio Legislativo Cristiano, Marcela Aranda, acudió a la comisión que revisaba previamente el libelo acusatorio como una representante de la sociedad civil.

En dicha sesión dijo que el ministro Ávila era un “lobbysta LGBTQI+” y que “su activismo LGTBQI+, y su condición, ha superado el límite de lo privado y él ha cruzado el límite de vulnerar el derecho de los padres, de los niños, de las comunidades educativas, tomando esa posición para ejercer ese activismo”.

Aranda acudió como invitada del diputado RN Miguel Ángel Becker, pero de improviso. Según revelan fuentes de su partido, Becker contaba con otros invitados que cancelaron su participación a último minuto y Aranda, en representación de su observatorio, estaba en la lista, y se le concedió el espacio para exponer. Tras los dichos, hubo críticas respecto a sus dichos por parte del oficialismo y también, dicen fuentes de oposición, al diputado Becker. 

Sin embargo, Becker habría alegado en su defensa que no tenía conocimiento de quién era Aranda y no estaba al tanto de lo que iba a exponer, pese a que ella es ampliamente conocida.

Fue integrante de Muévete Chile (organización vinculada con la Mexicana “Hazte oír“, que a su vez operaba como una especie de fachada de la secta “El Yunque”).

Además fue la vocera del polémico “Bus de la Libertad” que se paseaba por las calles de la capital y de otras ciudades de Chile con el siguiente escrito impreso en un costado: “Los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen. Si naces hombre eres hombre. Si naces mujer, seguirás siendo mujer”. Además, Aranda fue jefa de gabinete del presidente de RN, Francisco Chahuán. 

El otro hecho que también instaló la idea de que la acusación constitucional tenía un origen homofóbico fueron las palabras de una diputada de la bancada RN, María Luisa Cordero.

Ella dijo, en radio El Conquistador, que el famoso Ávila, si no fuera ministro de Educación, yo ya lo habría pedido para que lo metan preso por incitación a la precocidad y perversidad sexual infantil”.

Del mismo modo, lo calificó como “pervertido ministro de Educación”, y agregó que “es insólito, inadmisible, nauseabundo y asqueroso que el ministro, que debería estar llorando porque niños de cuarto básico no saben leer, está preocupado de tener activo y reactivo el clítoris“. También aseveró que “es un gordito enfermo del hígado con la bilirrubina a tope (…) ataca a neuronas y provoca incompetencia mental“.

El secretario general de RN, Diego Schalper, quien fue un actor importante en la elaboración y promoción de esta acusación, dijo en Radio Pauta sobre Cordero y sus dichos que “con todo el cariño que le tengo, tiene que entender que sus dichos tienen consecuencias políticas”.

Respecto de lo señalado por Aranda en la comisión opinó que sus comentarios fueron tremendamente incidentes” y que “lamentablemente, hay que reconocerlo, yo creo que eso fue un hecho muy decisivo en el resultado final”. 

El diputado Eric Aedo (DC) coincide con la línea de Schalper, en el sentido de que los dichos de ambas provocaron “un amplio rechazo en el Parlamento y en el país respecto a que tú no puedes juzgar a las personas ni menos ocupar una acusación constitucional, que es algo muy grave, para juzgar la vida personal de cualquier chileno”. 

De la misma línea es el PDG Rubén Oyarzo, quien asevera que “claramente influyeron ambas intervenciones”. Esto, puesto que “la discusión se llevó a la orientación sexual del ministro, con descalificaciones e insultos con los que nadie puede estar de acuerdo”.

Jorge Guzmán, diputado Evópoli que votó en contra de la acusación y recibió críticas de sus pares de RN, también sostiene que las intervenciones de Aranda y Cordero  “claramente influyeron porque, a una acusación que ya era débil en su contenido y antecedentes jurídicos, se le agregaron argumentos que no sumaban ni contribuían en absolutamente nada y, lo peor, es que desvirtuaban el fondo de la discusión“.

Una opinión distinta tuvo al respecto la diputada Érika Olivera (Demócratas), quien votó en contra y sostiene que ambas declaraciones no influyeron, puesto que “dentro de todo lo que estudiamos no habían cargos o falta a la Constitución”. Además, aseveró que “no voy a apretar un botón en rojo o en verde solo por un revanchismo o por hacer daño a un gobierno, independiente del gobierno que sea”.

Por su parte, el jefe de bancada de RN, Frank Sauerbaum, quien condenó los dichos de Cordero, con quien dijo que “conversarían”, asegura que “a muchos sectores los dichos de la doctora Cordero les impactaron o les molestaron, pero no creo que haya sido decisivo en la votación”. Además, culpó al Gobierno de utilizar estos dichos “para victimizar al ministro y trasladar la discusión respecto de sus responsabilidades a otra situación, que tenía que ver con su orientación sexual”. 

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