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Escritor mexicano Ricardo Raphael: empresas criminales “financian campañas y ganan municipios”

En medio de un sombrío escenario, el renombrado escritor y periodista mexicano Ricardo Raphael desenmascara la terrorífica génesis de una brutalidad, destacando cómo el ejército mismo engendró a los sanguinarios Zetas, un ejército de jóvenes letales entrenados sin piedad. En este oscuro panorama, surge una economía criminalizada que se alimenta de la trata de migrantes y arroja un reguero de desapariciones y sangre, mientras México, un país que alguna vez pareció distante de la crueldad, se hunde en las garras de cárteles que se infiltran en la esencia misma del Estado. La sombría narrativa suma un lamento por el periodismo sacrificado en la lucha, donde México emerge como uno de los lugares más mortales para ejercer esta profesión, con periodistas acosados tanto por organizaciones criminales despiadadas como por corruptos funcionarios públicos.


El escritor y periodista mexicano Ricardo Raphael está presentando su última novela titulada “Hijo de la guerra”, una radiografía de los cárteles en el país norteamericano. En el texto, se recrea la historia del Z-9, uno de los fundadores de una de las bandas más sanguinarias en tierras aztecas, la relación que entabla con un periodista, y que mezcla algo de fantasía y bastante de cruda realidad.

“Temo que lo que ocurre en México sea una suerte de alarma temprana de lo que estamos observando en otros países de América Latina”, reconoció el escritor en un nuevo capítulo de Al Pan Pan con Mirna Schindler.

Ricardo Raphael recuerda que en algún momento de su vida escuchó que México corría el riesgo de “colombianizarse”, con niveles de violencia que parecían lejanos. Sin embargo, hoy en día, Colombia y su violencia “parecen un juego de niños en comparación con lo que hemos visto en México”. Las cifras son alarmantes: 350 mil muertos entre 2008 y la fecha, y más de 120 mil desaparecidos. “Nací en un país donde esto era inimaginable”, expresó el periodista.

Lo que es aún más preocupante es el origen de la violencia. Los Zetas, el brazo armado del Cártel del Golfo, fueron formados por el ejército mexicano. De hecho, según cuenta Ricardo Raphael, la milicia de su país entrenó a esas personas que luego se pasaron “al otro lado”.

Los militares que posteriormente conformaron el brazo armado de uno de los cárteles más grandes de México tienen un perfil: jóvenes entre 18 y 25 años que, como se ve a veces en películas, “se les prepara como armas humanas, ya que no le importa al Ejército ni sus orígenes familiares ni sus ambiciones, solo buscaban que fueran letales”.

Y si en un principio eran 20, el mandato del cártel que los reclutó en la frontera de México y Estados Unidos fue que cada uno trajera a 25 consigo. Al cabo de dos años, se contaba con un ejército de 500 personas al servicio de esta organización criminal. Es aquí donde empieza la tragedia de la violencia mexicana.

Economía criminalizada

¿Cómo se financian estas organizaciones criminales? Sin duda, utilizan varios métodos ilegales. No obstante, según el escritor Ricardo Raphael, “la trata de migrantes ha sido un negocio extraordinario para ellos en los últimos años”. Además, todas sus operaciones primero dejaron un enorme rastro de sangre. Con el tiempo, sucedió algo peor. Ya no había sangre ni rastros. Comenzaron las desapariciones.

En la época del expresidente Felipe Calderón, lo que hacían estas organizaciones criminales era ganar territorio asesinando a sus adversarios, y no solamente eso, dejaban sus cuerpos para marcar territorio. Pero a partir de 2012, hubo un cambio en la actitud, donde en lugar de mostrar los cuerpos y exhibirlos, empezaron a desaparecer. “Se ve un descenso no muy abrupto del número de muertes, el cual se estabiliza, pero hay un número difícil de calcular de desaparecidos por año que es creciente”, relató el periodista mexicano en El Mostrador Vodcast.

“Cuando tienes un Estado débil, fuerzas de seguridad corruptibles y una gran desigualdad, con estos elementos juntos, es fácil que las empresas criminales no solamente rompan lo público, se apropien de lo público, sino que algo peor, empiecen a entregar los servicios que normalmente tendría que entregar el Estado. Te venden seguridad, te venden transporte de inmigrantes, te venden no solamente drogas, sino también seguridad en negocios”. Todo esto, según Ricardo Raphael, da origen a una “economía criminalizada”.

“Esto ya lleva tanto tiempo en marcha que la hidra se ha extendido con mucha fuerza en regiones donde estas empresas criminales gobiernan. Están financiando campañas, están ganando municipalidades. Hay un problema muy serio de contaminación de estas empresas sobre el Estado. Y ha habido distintas estrategias”, comentó el escritor y también autor de “El otro México”.

Lo que ha habido, y probablemente la estrategia más equivocada en su opinión, aunque fue la primera, “fue la idea de suponer que estábamos en una guerra, pero esto generó una mortandad inmensa”. Luego, en la actualidad, añadió, está la decisión del presidente actual, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), relacionada con la consigna “abrazos, no balazos”. Sin embargo, esto, criticó Ricardo Raphael, “presupone que si no hay confrontación directa con empresas criminales, la violencia disminuye y eso es absolutamente falso”.

“La violencia no ha disminuido. Quizá el número de homicidios ha disminuido por cada 100 mil habitantes, es relativo, pero el nivel de extorsión y desapariciones es preocupante”, sentenció.

Muerte de periodistas

México se mantiene como uno de los países más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo, según la organización Reporteros sin Fronteras (RSF). Solo en la primera mitad de 2023, han sido asesinados cinco periodistas, al menos dos de ellos posiblemente relacionados con su labor informativa, de acuerdo con el recuento de la organización Artículo 19.

“Después de Siria, México es el país más peligroso para ejercer el periodismo, y en Siria hay una guerra”, reflexiona Ricardo Raphael sobre una situación que ha presenciado de cerca.

“Cuando los periodistas no transmiten el mensaje que las organizaciones criminales les exigen, o transmiten un mensaje que no les agrada, acaban siendo víctimas”, señaló el escritor y periodista, además de afirmar que el segundo problema es que seis de cada 10 amenazas contra periodistas provienen de funcionarios públicos corruptos. “Un periodista se da cuenta de que hay un militar o un policía involucrado en esto, lo denuncia y pone en riesgo su vida”.

Raphael es crítico con el gobierno de AMLO, al que acusa de estar totalmente desentendido de este fenómeno. “No hay ningún respaldo que valga para el periodismo en México”, criticó.

Lo único cierto es que estas empresas criminales mexicanas “son muy grandes” y están en expansión. Las dos más amplias tendrían presencia en por lo menos 100 países y ya habrían reclutado a 145 mil personas. “No me sorprendería que uno de esos países fuera Chile”, sostuvo el autor de “Hijo de la Guerra”.

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