PAÍS
Fotografía: @IsabelPla
El acto de homenaje a Miguel Kast y de relanzamiento de la fundación que lleva su nombre, efectuado ayer en CasaPiedra, terminó convertido en un evento con dos actores indiscutidos: el expresidente Sebastián Piñera y la alcaldesa de Providencia Evelyn Matthei. En las mesas y pasillos quedaba en evidencia la idea de que la derecha más tradicional volverá a La Moneda en dos años y medio y la única duda que tienen es quién ocupará el sillón de O’Higgins. ¿El gran ausente? El líder del Partido Republicano, José Antonio Kast.
Fue un evento que se realizó en medio de medidas de seguridad pocas veces vistas en CasaPiedra. Como indica uno de los asistentes, además de los tradicionales guardias, había “varios hombres de traje con discretos cables en sus oídos”, entre otras cosas, porque entre los asistentes estaban algunos de los más importantes empresarios chilenos (entre ellos Nicolás Ibáñez y Juan Sutil), así como prácticamente todas las figuras de la derecha tradicional del país, partiendo por el expresidente Sebastián Piñera y Evelyn Matthei.
Aunque inicialmente eran 700 los invitados, se estima que llegaron más de mil personas y entre ellas fue posible apreciar a prácticamente todos los ministros y asesores de Piñera 1 y 2, a personas vinculadas al principal think tank de la UDI, Libertad y Desarrollo, a parlamentarios UDI, RN y Evopoli, así como al presidente de la Fundación Para el Progreso (FPP), Axel Kaiser, entre otras.
Aunque había algunos dirigentes del Partido Republicano, fue notoria, sin embargo, la ausencia de su líder indiscutido, José Antonio Kast Rist, lo que fue muy comentado, dado que en lo formal, lo ocurrido el lunes en CasaPiedra fue un homenaje por medio del cual se conmemoraban los 40 años de la muerte de Miguel Kast Rist, el hermano mayor del excandidato presidencial y padre del senador Felipe Kast (Evópoli). Al mismo tiempo, se relanzaba la fundación que lleva el nombre de Miguel Kast, con la intención de convertirla en una entidad dedicada a promover la participación y discusión de jóvenes en políticas públicas. Además del parlamentario, forman parte de su directorio el exministro Jaime Bellolio, el exdirector de la Secom, Jorge Selume, y el exjefe de asesores de Sebastián Piñera, Cristián Larroulet.
Chicago boy, Miguel Kast fue jefe de la antigua Odeplan (Oficina de Planificación) durante la dictadura, Ministro del Trabajo y Previsión Social y, posteriormente, Presidente del Banco Central. Falleció en septiembre de 1983, producto de un cáncer óseo.
El evento
En la puerta estaba Felipe Kast, de quien todos coinciden en señalar que estaba relanzándose públicamente, luego de un periodo de mucho silencio, marcado por la filtración de imágenes íntimas de él con una mujer. El evento fue animado por la periodista y ex convencional constituyente Bárbara Rebolledo (que el lunes retornó el trabajo de prensa, al debutar con conductora del programa de Youtube “indultados”) y entre los principales oradores de la jornada se contaron Patricia Matte, el economista José Luis Daza y el excandidato presidencial de la derecha en 1989, Hernán Buchi, quien efectuó una defensa de lo obrado en materias económicas durante la dictadura de Pinochet, para luego realzar la figura de Miguel Kast, aseverando que era un líder capaz de generar grandes equipos de trabajo, entre otras cosas.
Sin embargo, la jornada fue mucho más que eso pues, según cuentan asistentes, se terminó constituyendo en una especie de reencuentro de la derecha más tradicional del país, encabezada por el expresidente Sebastián Piñera, que estaba rodeado por buena parte de sus colaboradores en su primer y segundo gobierno. En dicho sentido, uno de los conceptos que se repitió en las distintas mesas y en medio de los cafés fue el de “Piñera 3”, aunque la idea tiene un matiz: con ella se referían a un tercer mandato del sector, pues parte importante de las conversaciones versaba sobre quien será el que lo encabece: Sebastián Piñera o Evelyn Matthei, quien fue la otra estrella de la noche, a quien todos se acercaban en busca de un saludo y, ojalá, una foto.
Independiente de ello, indica otro partícipe del evento, lo que quedaba claro es que ambos están muy cercanos y que si ella llega a ser la candidata del sector, contará con todo el apoyo de quien alguna vez fue uno de sus rivales más enconados.
La sensación ambiente, señala un asistente, era de “euforia”, gracias a la noción generalizada de que la derecha (la tradicional) tiene una chance importante de volver al poder en dos años y medio, algo que nadie escondía y respecto de lo cual incluso -advierte una persona del sector- se evidenciaba ansiedad.
Así, en las diversas mesas se escuchaban comentarios del orden “cuando seamos gobierno en dos años más” y se repetían conversaciones relativas a cuándo Chile podría salir del subdesarrollo.
Sin embargo, otra persona que asistió señaló con cierta sorna, a raíz de la ausencia de JAK, que “parecía junio de 2019” y que muchos de quienes estaban allí parecían no advertir que el de hoy es un país muy distinto, y que el escollo principal que posee esa antigua derecha es, justamente, la competencia que emergió desde el Partido Republicano, el mismo cuyo líder no estuvo en el evento.
