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Exministra Ríos descarta golpe a Piñera pero dice que acusaciones constitucionales fueron excesivas

Contrario a las definiciones del exmandatario y del exdirector del INDH Sergio Micco, la exministra de Justicia aseguró que no todo intento de derrocamiento de un gobierno constituye un golpe de Estado y que deben cumplirse ciertas categorías básicas para definir un proceso político como tal. Ríos señaló que un verdadero intento de golpe de Estado fue el “Tanquetazo” contra el presidente Salvador Allende, enfatizando la importancia de la participación de actores políticos en dicho proceso. Además, defendió el uso legítimo de mecanismos constitucionales en tiempos de crisis política, siempre y cuando se respeten las reglas del juego democrático. “No tiene ningún sentido decir que puede haber un golpe de Estado cuando no hay la caída de un gobierno”, sentenció.


El exdirector del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Sergio Micco, insistió en que hubo un intento de golpe de Estado “no tradicional” contra Sebastián Piñera durante el estallido social de 2019, tal como lo planteó el propio exmandatario. Sin embargo, también han surgido cuestionamientos a esta tesis, como el de la exministra de Justicia y Derechos Humanos, Marcela Ríos, quien afirma que “no toda crisis es un golpe de Estado”.

Ríos, socióloga, politóloga y militante de Convergencia Social (CS), sostuvo que no hay literatura política que sustente la tesis del expresidente Piñera apoyada por Micco. Sin embargo, también consideró que si bien el uso de mecanismos constitucionales es legítimo en situaciones de crisis, es esencial mantener su integridad y evitar su abuso para fines políticos coyunturales.

En un nuevo capítulo de Al Pan Pan con Mirna Schindler, la exminsitra Ríos, quien presentó su renuncia en enero de este año luego de que se presentara una acusación constitucional en su contra tras el caso de los indultos presidenciales, expresó su opinión al respecto: “Yo creo que presentar dos acusaciones, quizás era un exceso porque la primera ya había sido rechazada, pero, insisto, los mecanismos constitucionales están para usarlos cuando los actores políticos sienten que es necesario. El problema, claro, es cuando se desvirtúan o se abusan”.

Ríos enfatizó que en tiempos de crisis política, es legítimo recurrir a los mecanismos legales establecidos para encontrar soluciones, siempre y cuando se respete el marco legal y no se abuse de ellos. Uno de los ejemplos que menciona es la posibilidad de cambiar las fechas de las elecciones, lo cual requeriría una reforma constitucional en Chile. “Hacer un cambio constitucional con mayorías es una facultad del Congreso y lo que vemos en distintas partes del mundo es que a veces los Congresos toman medidas que no son necesariamente constitucionales cambiando las reglas del juego”, advirtió Ríos.

La exministra también subrayó la importancia de no manipular las reglas democráticas para servir a intereses políticos coyunturales. “No es útil cambiarlas, no es legítimo ni contribuye a mejorar el sistema democrático cambiar las reglas del juego para beneficiarse los intereses políticos coyunturales. Por ejemplo, cambiando las reglas del juego para terminar un gobierno, pero usar los mecanismos legales establecidos es legítimo cuando se utiliza dentro del marco de la ley”, enfatizó.

La exministra de Justicia argumentó que en los regímenes democráticos constitucionales, como en Estados Unidos, la utilización de mecanismos legales, como los impeachment, para cuestionar a los gobernantes es parte de las reglas del juego democrático. Señala que el presidente Donald Trump enfrentó varios juicios políticos, lo que no puede considerarse un golpe de Estado, ya que se utilizaron las reglas establecidas. Sin embargo, critica el mal uso de las instituciones, como ocurrió durante la administración del presidente Piñera en Chile, argumentando que esto erosiona la democracia cuando se utilizan con fines espurios fuera de las normas. Aunque reconoce la importancia de que los sectores políticos puedan utilizar estos mecanismos cuando consideren que existen bases legítimas para hacerlo, destaca que las acusaciones contra Piñera no lograron mayoría, a diferencia de situaciones similares en otros países.

“No tiene ningún sentido decir que puede haber un golpe de Estado cuando no hay la caída de un gobierno”

La definición de Sergio Micco se basó en lo que dice la Real Academia de la Lengua Española (RAE). El exlíder de Amarillos por Chile dijo que las definiciones que están predominando para entender qué es un golpe de Estado provienen de décadas atrás y están de alguna manera muy lejos de lo que hoy día realmente es un golpe de Estado.

Según Marcela Ríos, los conceptos y definiciones en la academia deben evolucionar con el tiempo, reflejando las complejidades de la política contemporánea. Sin embargo, la exministra sostuvo que el consenso académico en ciencia política ha avanzado más allá de las definiciones estáticas ofrecidas por diccionarios y enciclopedias.

Uno de los ejemplos que Ríos menciona para ilustrar su argumento es el caso de Bolivia en 2019, donde la caída del gobierno de Evo Morales fue precedida por una crisis política y una movilización social masiva. La pregunta que surge es si este episodio puede ser considerado un Golpe de Estado según las definiciones tradicionales. La exministra argumenta que, aunque hubo presiones políticas y movilizaciones, la mayoría de los académicos no lo considera un Golpe de Estado debido a la falta de un derrocamiento gubernamental claro.

La exministra también mencionó el impeachment a la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, que era totalmente “normal” de la Constitución más allá de que a su juicio haya sido “inspirado por razones no verídicas”. Pero lo que no tiene ningún sentido, sentenció Marcela Ríos, “es decir que puede haber un golpe de estado cuando no hay la caída de un gobierno, cuando no hay un derrocamiento”.

Ríos sostuvo que un intento de golpe de Estado es el “Tanquetazo” o “Tacnazo” del 29 de junio que se le cometió al presidente Salvador Allende, donde hubo parte de las fuerzas armadas que hacen un intento de solicitar que el mandatario salga de sus funciones. “Ese es un intento de golpe de Estado, porque el segundo criterio no es solo que haya una caída de un gobierno, sino que también tiene que ser perpetrado por otros actores políticos”, explicó.

La extitular de Justicia y Derechos Humanos del gobierno de Gabriel Boric manifestó que “no siempre que un gobierno es derrocado hay un golpe de Estado, incluso cuando tengan componentes de las tácticas violentas o ilícitas como ocurrió durante el estallido social”.

“Eso no constituye un golpe de Estado, insisto, no hay un derrocamiento, no hay actores del Estado que participan, y por lo tanto no cumple con ninguna de las categorías básicas que se requieren para definir un proceso político como tal”, concluyó.

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