Luego de que el Gobierno ingresara indicaciones al proyecto de ley para que las isapres cumplan el fallo de la Corte Suprema de noviembre de 2022, que las obligó a devolver en forma retroactiva los cobros en exceso aplicados a afiliados por más de 1.000 millones de dólares, el presidente del Colegio Médico (Colmed), Patricio Meza, advirtió que un “colapso del sistema privado de salud y el despido de los trabajadores del área”.
“Hoy, en las condiciones que estamos con nuestro país, no podemos permitir que el sistema privado caiga en este momento, puesto que eso tendría un impacto tremendamente negativo en la salud de toda nuestra comunidad y también en los funcionarios de la salud que hoy trabajan en el sector privado, muchos de los cuales perderían sus lugares de trabajo”, afirmó Meza. Sus palabras abrieron un debate al interior del oficialismo.
El presidente de la Comisión de Salud del Senado, Juan Luis Castro (PS), coincidió con algunas de las inquietudes del Colmed sobre un colapso del sistema.
“No sólo el Colegio Médico está preocupado por el colapso del sistema, hay un riesgo de quiebra que puede dañar la atención de clínicas y usuarios de Fonasa”, afirmó el senador socialista Castro y expresidente del Colmed a El Mostrador.
No obstante, en la Cámara de Diputados tomaron distancia del Colegio Médico. El diputado por Los Ríos y miembro de la Comisión de Salud de la Cámara, y también médico, Patricio Rosas (Ind-CS) aseguró algo distinto. “No habrá colapso (del sistema privado). Eso es una exageración. Solo hay que reordenar la red de prestadores con contratos DFL 36 u otros desde las isapres a un asegurador de los copagos de salud” destacó el legislador del Frente Amplio.
El diputado además advirtió : “Los fallos de la Corte Suprema quitan el lucro excesivo a la salud privada y por ello a las isapres no les interesará ya el “negocio” que hay en el área“.
En tanto, el diputado Tomás Lagomarsino (PR) también integrante de la Comisión de Salud, y médico cirujano, señaló que ningún sector político quiere que “las isapres colapsen por insolvencia porque los beneficiados que se verían perjudicados en el sector privado y en el sector público, ya que hay muchos pacientes en medio de tratamientos para el cáncer, tratamientos crónicos, en espera de una cirugía u otros”.
Sin embargo, Lagomarsino enfatizó : “El querer que las isapres no quiebren tiene que ser compatibilizado con una propuesta que tenga un realismo político y social. Eso implica que no se recalcula ni un peso de lo que las isapres cobraron en exceso a la luz del fallo de la Corte Suprema”.
Y agregó: “De ahí que, por cierto, la disminución de la deuda que fue morigerada por las indicaciones del Ejecutivo en consideración del informe de la Comisión Técnica de la Comisión de Salud del Senado. Las indicaciones no incorporaron todo el perdonazo que inicialmente estaba en consideración en virtud de la eliminación de lo excedente y la mutualización. Solo se incluyó la eliminación del excedente, pero creo que aquello todavía sigue siendo muy inaceptable de cara a la ciudadanía. Podemos flexibilizar por cierto, la cantidad de años que pueden devolver los montos, la modalidad en que los devuelva, pero recalcular la deuda y condonar algo no es una cuestión transable de cara a la ciudadanía que el día de hoy observa con atención este proceso”.
En tanto, el también médico y diputado de la Comisión de Salud de la Cámara, Hernán Palma (Ind) lanzó más leña al debate y señaló: “ Los únicos colapsados son los beneficiarios de las isapres abusados por décadas. El único apocalipsis es el que viven las personas que padecen las consecuencias de un modelo económico basado en la discriminación que diferencia ciudadanos de distinta categoría. No hay negocio más lucrativo que las Isapres y hoy se les pretende victimizar cuando son ellas los victimarios. De 1400 a 400 y ahora a una media matemática de U$1000 millones. No a ningún tipo de perdonazo disfrazado”.
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