Fuera de la tensión que generó que La Moneda confirmara que al menos 6 ministros de Estado se reunieron con empresarios en la casa del lobbista Pablo Zalaquett sin dejar registro en la Ley de Lobby, la negativa a entregar la identidad de los empresarios ha hecho crecer la presión interna.
Un sismo comenzó a sacudir a La Moneda desde el lunes por la tarde. Desde el PC y el PPD comenzaron a consultar a la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), y a su par del Trabajo y Previsión Social, Jeannette Jara, si era efectivo que había sostenido alguna reunión o cena en casa del exalcalde de Santiago y lobbista Pablo Zalaquett (UDI). Las respuestas de las secretarías de Estado fueron afirmativas.
En el PPD y en un sector del oficialismo la preocupación se acrecentó este martes tras la confirmación de que al menos dos encuentros secretos en el departamento de Lo Barnechea de Zalaquett se habrían realizado en diferentes periodos, entre 2022 y 2023. Pero la tensión llegó al extremo con la publicación de Ciper, donde la ministra vocera Camila Vallejo confirma que habrían sido al menos seis secretarios de Estado los que se reunieron con diversos empresarios, sin dejar registro en la Ley del Lobby. De acuerdo con datos de El Mostrador, habrían sido ocho los representantes del gabinete del Presidente Boric que habrían aceptado ir a estas comidas.
En las cenas organizadas por Zalaquett, con la colaboración del exparlamentario y exministro Jorge Insunza (PPD), participaron los ministros de Economía, Nicolás Grau; del Medio Ambiente, Maisa Rojas; del Trabajo, Jeannette Jara; de Agricultura, Esteban Valenzuela; de Exteriores, Alberto van Klaveren; y del Interior, Carolina Tohá.
“Zalaquett es el lobbista favorito del oficialismo. En las reuniones en su casa se habla de todo, leyes, acuerdos, se usan buenos oficios con la oposición. Pero fue un error que las ministras lo hicieran fuera de la Ley del Lobby. Nosotros supimos anoche. O es un delito o una falta administrativa complicada”, afirmó a El Mostrador un miembro de la mesa directiva del PPD.
Aunque la ministra Vallejo ha salido a descartar que estas reuniones puedan conllevar algún infracción a la Ley del Lobby, en los pasillos de La Moneda, en el Congreso y en los partidos del bloque oficialista la tensión –diseminada por ministerios y equipo político– está puesta más en quienes fueron los empresarios que se juntaron con los ministros que en la participación de los secretarios de Estado.
Solo lo hizo Grau en su cita del 13 de noviembre, donde asistió también la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas. “Estaban presentes Sady Delgado, Cristián Swett, Andrés Santa Cruz y Rodrigo Sarquis, José Ramón Gutiérrez y José Guzmán. Todos en su calidad de empresarios de la salmonicultura”, aseguró Grau a Ciper.
El tema no es menor, dado que cada una de las carteras invitadas a las comidas de Zalaquett tienen procesos legislativos en curso, que topan con los intereses de los privados. Aunque, respecto de la reunión de Rojas y Grau, se insiste en que solo se conversó de salmonicultura, lo cierto es que cuando se efectuó estaba en plena discusión la Ley de Pesca.
En el caso de la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, solo se ha confirmado que fueron empresarios de las AFP quienes se reunieron con ella en la casa de Zalaquett, en circunstancias que la discusión por la reforma de pensiones es la agenda más importante de Jara. Y la ministra se ha negado a revelar los nombres de dichos empresarios.
En la misma negativa se ha amparado la ministra Carolina Tohá. La titular de la cartera del Interior habría sido la primera en aceptar la invitación de Zalaquett, pero también ha evitado entregar la lista de comensales. De igual forma se han comportado el titular de Agricultura y el canciller Van Klaveren, quien aseguró haber olvidado con quienes comió ese día.
Consultadas altas fuentes de Palacio, explicaron a este medio, y con notoria incomodidad, lo siguiente: “La agenda de cada ministro, únicamente la maneja cada ministro. (…) Hasta ahora entiendo que solo se han entregado los nombres de quienes se reunieron con Grau, y el resto estaría a la espera de una coordinación para resolver eso”.
Otro tema que no ha sido despejado del todo –pese a que Zalaquett y Jorge Insunza lo desmintieron– es si en las influyentes cenas se les cobraba a los empresarios por asiento. Según fuentes que aseguran conocer el detalle de dichos encuentros, a los empresarios se les habría cobrado un monto en UF para asegurar un cupo.