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Las historias inéditas de Mariano Ruiz-Esquide: desde su niñez en Antuco a la autopsia de Allende

Las historias inéditas de Mariano Ruiz-Esquide: desde su niñez en Antuco a la autopsia de Allende

Carlos Saldivia
Por : Carlos Saldivia Periodista de El Mostrador
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Hijo de un español, detractor de Allende y opositor a Pinochet. Hombre de acuerdos, bromista y con la talla a flor de labios, piropero, detractor de la ley de pesca, un viudo hombre de familia que seguía visitando el Congreso. Así recuerdan sus excolegas del Senado a Mariano Ruiz-Esquide.


“La experiencia del gobierno de Allende, definida como la vía chilena al socialismo, es profundamente reaccionaria si partimos de la base de afirmar que ser de avanzada significa caminar a la liberación; un gobierno que en lo económico no ha hecho sino cambiar un patrón por otro; que, en lo político, busca la centralización burocrática del poder; que, en lo internacional, va tras el alineamiento soviético; que, en lo cultural e informativo busca la regimentación del pensamiento y el monopolio de los medios de comunicación no puede ser si no retardatario”.
En su libro Socialismo Traicionado, publicado a comienzos de 1973, el entonces diputado Mariano Ruiz-Esquide generó una fuerte molestia en el Gobierno de Salvador Allende, ya que era considerado uno de los parlamentarios moderados de la Democracia Cristiana.
Como una paradoja del destino, el entonces diputado Ruiz-Esquide, 48 horas después del Golpe de Estado de 1973, fue uno de los 13 dirigentes de la DC que firmaron la famosa declaración pública de rechazo al golpe militar, mientras que un día antes la mesa del partido había redactado una carta a favor.
El destacado dirigente de la DC, que falleció este sábado a los 93 años, es recordado con afecto por el mundo político y también entre los periodistas acreditados en el Congreso.

Su amistad con los Rincón, Fuentealba y Micco

Sergio Mariano Ruiz-Esquide Jara, oriundo de la región del Biobío, como sus dos más cercanos amigos: Ricardo Rincón Iglesias y Renán Fuentealba, todos miembros de la acción católica y luego de la DC.
“Tengo muchas anécdotas con él. Nos apoyó en la época universitaria con la campaña de Sergio Micco (en 1985) a la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción (FEC) Yo lo conocía desde niña. Y era mí tío Mariano. Luego nos tocó trabajar juntos y se indignaba cuando le decía tío. Me declaró su amor por siempre, bromeabamos mucho en el Senado. Era un gran hombre al que admiré siempre. Fue el único de mis colegas en la bancada que me acompañó en contra de la ley de pesca”, recuerda la senadora y ex DC, Ximena Rincón, en conversación con El Mostrador.
El ex senador Ruiz-Esquide -entre 1989 y 2014- comenzó su carrera política como dirigente estudiantil en la Universidad de Concepción en 1948. Luego de ingresar a la DC, se convirtió en concejal de Talcahuano en 1963.

Paseos de niño con su abuelo en Antuco

Su abuelo, español, era un importante director del Partido Conservador en Concepción, y a los 7 años lo hacía recorrer Antuco. Era 1937, y el exlegislador contaba cómo de niño le impresionó la pobreza de los sectores rurales de Antuco, donde solía ir con su abuelo a explorar cerros. Eso lo motivó a ingresar a la Escuela de Medicina.
Ruiz-Esquide -hijo de un sastre español, que llegó a Chile con su abuelo huyendo de la huelga revolucionaria española, en 1917- ya titulado de médico, en 1956, fue a Madrid a estudiar un posgrado en Hematología. Era plena época del franquismo, desde allá mandó a buscar a su novia Marta Inés Figueroa Velázquez y se casaron en Santiago de Compostela.

Devoto de la Virgen, pensó en el sacerdocio y fue generalísimo de Frei Montalva

El ex senador de la DC, del sector “chascón”, era padre de tres hijos.​ Entre ellos destaca Mariano Felipe, que en diciembre de 2016 se convirtió en CORE por la provincia del Biobío, y la periodista María Ruiz Esquide. “Era un hombre profundamente católico o creyente, alguna vez pensó en el sacerdocio, pero se casó. Y muy devoto de la Virgen María”
No obstante, la influencia que leía en el diario Ilustrado de los históricos senadores Eduardo Cruz Coke, Eduardo Frei y Radomiro Tomic lo motivaron a entrar a la Democracia Cristiana.
En 1957 fue generalísimo en Concepción de la campaña presidencial de Eduardo Frei Montalva.
En las elecciones parlamentarias de 1965 fue electo como diputado por Concepción, Coronel, Talcahuano, Tomé y Yumbel. Integró las comisiones permanentes de Gobierno Interior; de Policía Interior y Reglamento; de Relaciones Exteriores; de Hacienda, de Vivienda y Urbanismo; de Economía y Comercio; y de Integración Latinoamericana. Participó en las comisiones especiales de la Vivienda y Alcoholismo.
En las elecciones parlamentarias de 1969 obtuvo su reelección por el período legislativo 1969-1973. En 1970 se convirtió en un moderado opositor a Allende desde la DC, y fue nombrado como secretario nacional de la Junta Nacional de su colectividad.

Sus conversaciones con el Presidente Allende

No obstante, cuentan en la DC, cuando llegó septiembre de 1973, se reunió varias veces con Renán Fuentealba, Bernardo Leyton, Belisario Velasco para “ayudar al presidente Allende” y buscar un plebiscito y apoyo internacional para evitar un posible golpe de Estado.
Según Ignacio Gonzalez Camus, en su libro el día en que murió Allende, el 6 de septiembre de 1973 el ex secretario General del partido demócrata cristiano, Belisario Velasco había concurrido a conversar con el presidente Salvador Allende -a La Moneda y a su casa- en varias ocasiones junto a un grupo de la Democracia Cristiana donde se encontraba el diputado Mariano Ruiz-Esquide.
Tras esas conversaciones Ruiz-Esquide, Belisario Velasco y otros siete dirigentes comenzaron hacer gestiones desesperadas para buscar una solución política con apoyo internacional incluso comunicándose con la DC y el PC de Italia. También, en la DC, habían conversado con Allende la idea de llamar a un plebiscito con urgencia.
“Yo creía firmemente en la democracia. Ningún partido podía decir que para prevenir los que sea se podría justificar un golpe, menos mi partido”, señaló en 2015 en una entrevista.

“La declaración que firmamos donde Bernardo Leyton”

Finalmente aquellas gestiones con sus camaradas fueron inútiles. “El 12 de septiembre de 1973 se levantó el toque de queda durante algunas horas, se realizó una reunión en la casa de Ignacio Palma Vicuña un dirigente cercano a Bernardo Leyton y a Renan Fuentealba que era senador y para quién el golpe era inaceptable. Nos congregamos un grupo grande donde estábamos prácticamente todos los que posteriormente firmamos la declaración de los 13 (…) Bernardo Leyton, Renán Fuentealba, Ignacio Palma, Jorge Cash, Fernando Sanhueza, Sergio Saavedra, Jorge Donoso, Belisario Velasco, Claudio Huepe, Ignacio Balbontín, Florencio Ceballos y Ruiz Esquide”, señala una fuente de la DC.
“Basándonos en las ideas que habíamos expresado en distintas oportunidades especialmente por Bernardo Leyton, Renán Fuentealba, Ignacio Palma se comenzó la redacción de una declaración pública de nuestra postura. Acordamos que se le avisará personalmente a varios dirigentes y personas destacadas de la DC para que fueran a firmar a la casa de Bernardo. Estas visitas tenían que ser relámpago en cualquier momento podían allanar”, relató Belisario Velasco en sus Memorias.

El almirante Merino y permiso para ver la autopsia de Allende

Según explican en la DC, Ruiz-Esquide, que conocía al almirante de la junta militar de la dictadura, José Toribio Merino, de sus años destinado en Talcahuano, consiguió permiso para que él y otros médicos de la DC estuvieran presentes en la autopsia del presidente Allende. Sin embargo, la comitiva militar que debía pasar a buscarlos al partido el 12 de septiembre, nunca llegó.
“Hombre de acuerdos, bromista y con la talla a flor de labios, piropero, detractor de la ley de pesca, un viudo hombre de familia que seguía visitando el Congreso”, así lo recuerdan sus excolegas del Senado.
“Recuerdo que habiendo dejado de ser senador, él continuaba visitando el Congreso en Valparaíso, su salud ya estaba quebrantada, y a pesar de ello, se reunía con parlamentarios de todas las bancadas, entregaba sus opiniones, compartía con los funcionarios, siempre con simpatía y amabilidad. Todos lo recordamos como un gran caballero”, expresó el senador José García Ruminot (RN).
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