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Las fatales horas que estremecieron al Lago Ranco PAÍS Cristian Ascencio

Las fatales horas que estremecieron al Lago Ranco

Buzo de bomberos que rescató el cuerpo del exmandatario relató a El Mostrador que lo encontró a 28 metros de profundidad y a un metro de distancia del helicóptero, el cual indicó que, a simple vista, se apreciaba en buen estado.


Es temprano y un grupo de funcionarios de la Municipalidad de Lago Ranco se apresura a instalar una mesa, un atril con el retrato del expresidente Sebastián Piñera con la banda presidencial y un adorno floral, en el mismo muelle por el que, el martes en la tarde, fue desembarcado el cuerpo del fallecido exmandatario.

Sobre la mesa colocan un libro de condolencias. El primero en firmar es el alcalde Miguel Meza y le siguen los concejales. “El 6 de febrero quedará marcado en la historia de Lago Ranco”, dice el alcalde.

Y es innegable. El pueblo y ese muelle, que ni siquiera ha sido inaugurado, quedaron ligados a Sebastián Piñera. “Por lo menos se fue en un lugar que él quería mucho”, añade el alcalde Meza, de Renovación Nacional, el mismo partido en el que durante años militó Piñera. Meza recuerda cuando estuvo en la casa del exmandatario: “Lo pude conocer en otra faceta, era muy amable, igual que su esposa, ella le ponía las pausas”.

Lago Ranco tiene casi 10 mil habitantes y es un pueblo de bonitas y sencillas casas de madera. Su zona urbana bordea la orilla sur del lago del mismo nombre. Las casas se encaraman en la ladera. Hay muchos árboles y casi siempre corre una brisa proveniente del lago.

Durante muchos años las playas del Ranco eran casi desconocidas en todo el país y solo las frecuentaban turistas de comunas cercanas, especialmente Río Bueno, La Unión, Valdivia y Osorno.

Sin embargo, hoy está lleno de parcelaciones en las que veranea buena parte de la elite económica de Chile, que empezó a llegar allí a fines de los años 90 cuando en la zona norte del lago, al lado de la comuna de Futrono, se efectuaron grandes parcelaciones de lujo, que prometían la ansiada privacidad que ya no existía en otros balnearios del sur que comenzaron a popularizarse, como Puerto Varas o Pucón.

Una de las primeras parcelaciones se produjo en el sector de Bahía Coique, donde Sebastián Piñera adquirió varios lotes a partir de 2005, para veranear con toda su familia.

El Ranco se convirtió en un lugar cada vez más exclusivo y una de las quejas de los habitantes de la zona es que el acceso a las playas resulta cada vez más complejo, dado que está todo lleno de propiedades privadas y que, pese a las normativas al respecto, en la práctica es muy difícil acceder a la ribera.

Quizá la mejor ejemplificación de aquello es el famoso incidente protagonizado en febrero de 2019 por el entonces presidente de Gasco, Matías Pérez Cruz, quien intentó expulsar a tres mujeres que tomaban sol en lo que él llamó su “jardín”, en el sector de Quillaico, muy cerca del pueblo de Lago Ranco.

Otros vecinos del Ranco son los miembros de la familia Paulmann, controladores de Cencosud; así como un buen amigo de Sebastián Piñera, Gabriel Ruiz-Tagle. También tiene casa allí Ricardo Ariztía, expresidente de la SNA, así como el empresario viñatero Aurelio Montes.

La familia Edwards fue dueña de un campo de más 800 hectáreas en Futrono, el fundo Loncopán (donde criaban caballos), gran parte del cual se vendió tras la muerte de Agustín Edwards Eastman en 2017, además de la isla Illeifa, una de las 13 islas que hay en el lago, en la cual el patriarca de la familia gustaba de pasar los veranos con uno de sus mejores amigos, David Rockefeller Jr.

Por cierto, en las orillas del lago también tienen sus viviendas los otros dos protagonistas indirectos de la tragedia protagonizada por el expresidente el martes en la tarde: Ignacio Guerrero y José Cox, de quienes el diario El País informó ayer que durante el primer Gobierno de Sebastián Piñera eran conocidos como “el tercer piso”. Cox y Guerrero fueron compañeros de Pablo Piñera (hermano del exmandatario) en la Universidad Católica y desde allí se hicieron amigos. Según el mismo medio, Cox construyó su casa en Ranco en 2010 y, como también es piloto y dueño de un helicóptero, era frecuente que él atravesara igualmente el lago para ir a visitar a Piñera, a la otra orilla.

Los tres fueron socios y estrechos asesores informales de Sebastián Piñera durante su primer mandato, pero –según el diario español– cuando Guerrero, Cox y Ricardo Bachelet (otro buen amigo del fallecido exmandatario) fueron acusados de haber sido favorecidos políticamente con la aprobación de un proyecto ambiental en Río Puelo, desistieron “y Piñera decidió mantener separados los caminos de la amistad y la política”.

No obstante, como dice una comerciante de Lago Ranco, “ellos no vienen tanto al pueblo”, refiriéndose a los empresarios de Santiago que tienen parcelas en la comuna. La misma comerciante se queja del acceso a las playas: “Es un problema histórico acá”.

El rescate

En la costanera de la zona urbana de Lago Ranco hay un pequeño muelle. Por ahí fue desembarcado el cuerpo del expresidente y también por ahí los peritos de la Fiscalía y de la Policía de Investigaciones, junto a efectivos de la Armada, se subieron ayer a una lancha con destino a Ilihue, punto del accidente, a 5 kilómetros al oeste.

También debieron participar de los peritajes los bomberos Luis Inostroza, segundo comandante de la Primera Compañía de Lago Ranco, y Ricardo González, capitán de la Segunda Compañía de esa misma comuna y quien fue el buzo que rescató el cuerpo del expresidente Piñera el día del accidente.

Inostroza, a quien le correspondió ser el oficial de Bomberos a cargo del operativo, comenta que no sabían que se trataba de la aeronave de Sebastián Piñera, hasta que llegaron al lugar.

Además, “la primera información que teníamos era que el helicóptero había caído a tierra, pero al rato se cambia la clave de la emergencia, se detalla que la caída fue en el agua”. Por ello se activó la Unidad Gersa (Grupo Especializado para Rescate Subacuático), que en Lago Ranco la componen cuatro voluntarios capacitados como buzos. Uno de ellos es González, a quien le correspondió sumergirse en el Lago Ranco, a 450 metros de la costa, para rescatar el cuerpo del expresidente Sebastián Piñera. “Allá nos enteramos de quién se trataba, por lo que nos explicó el amigo del expresidente, el señor Cox. Además la Armada ya tenía identificado el lugar de la caída gracias a su sonda”, explica el buzo, refiriéndose al testimonio que les entregó José Cox, en cuya casa habían almorzado los tripulantes del helicóptero: Sebastián Piñera, su hermana Magdalena, además de Ignacio Guerrero y su hijo Bautista.

Como el accidente ocurrió muy cerca de la orilla y de la vivienda de Cox, este acudió en su propia lancha a rescatar a los siniestrados. Lograron ayudar a los tres últimos. Como confirmó ayer la Fiscalía, el expresidente pereció por asfixia por sumersión, lo que determinó el Servicio Médico Legal de Valdivia luego de una autopsia que se extendió por cuatro horas.

González relata que se sumergió 28 metros para llegar hasta la aeronave siniestrada. “Mi récord de inmersión es de 35 metros, así que estaba dentro de mi capacidad. El cuerpo estaba a un costado de la aeronave, no se tuvo que hacer una extracción forzosa, porque estaba sin cinturón, y el helicóptero no tenía mayores daños, solo la puerta del piloto abierta”, relata, y agrega que estuvo 10 minutos bajo el agua en la labor de rescate.

La causa de muerte y el testimonio del buzo han hecho que se haya descartado algún problema médico en la persona del expresidente Piñera, como se rumoreó en forma insistente durante las primeras horas posteriores al accidente y, ahora, las hipótesis que se manejan dicen relación con una falla mecánica, un problema climático, una falla humana, o una mezcla de algunas de ellas, lo que deberá ser determinado por la investigación que lleva adelante la Fiscalía de Río Bueno, junto a la Brigada de Homicidios y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC), aunque para ello es clave el reflotamiento del helicóptero, maniobra que –según la Armada–, puede extenderse entre 5 y 7 días. Se estima que lo más probable es que estas labores comiencen mañana.

Después de subir el cuerpo hasta la lancha de la Armada, alrededor de las 16:00 horas del martes, González debió prestar declaración en la Tenencia de Carabineros de Lago Ranco.

“Cerca de las 10 de la noche me pude ir a mi casa. Obviamente como Lago Ranco es un pueblo chico, muchos me preguntan qué pasó”, explica este constructor civil, que en 2015 tomó un curso en la Armada para capacitarse como buzo, pues recalca que “formar la Unidad Gersa fue una necesidad por los accidentes que hay en el lago”.

Inostroza, por su parte, agrega que la Unidad Gersa de Lago Ranco ha participado de diversas misiones de rescate en otros puntos del país, debido a su experiencia. “Obviamente es una situación triste, pero al menos se pudo rescatar el cuerpo, se cumplió rápido con la misión y el Presidente puede ser despedido por su familia”, expresa. “Es que dentro de la gravedad del accidente, fue cerca de la costa y con testigos que pudieron señalar el lugar”, explica.

No siempre es igual. “Dos meses atrás desaparecieron dos personas en este mismo lago. Pudimos rescatar un cuerpo, pero el otro no se pudo encontrar”, recuerda.

“Aún no lo creo”

El libro de condolencias, a medida que avanza la tarde y los locales y los turistas bajan a la feria cercana al muelle o a la playa, se llenan con más y más mensajes. “Le vengo a agradecer por todo lo que hizo por el país”, dice Edith Almendras. “Es que lo sentía muy cercano a mi persona, estoy con mucha pena, quedé en shock”, agrega.

“Aún no lo creo”, “estoy en shock”, “es de esas personas que uno no asimila que pueden morir”, son algunas de las frases que más repiten los ralquinos.

“Me parece que no es verdad”, dice Orfelina Ampuero, que se declara votante de Piñera en las dos elecciones en que fue elegido Presidente de Chile.

También son varios los que dicen que lo conocieron. “Me tocó atenderlo en un hotel en el que trabajé, en la orilla del lago”, dice la locataria de un negocio. “Era agradable y acelerado”, recuerda.

También señala que aunque en ese momento todos los trabajadores se sacaron una foto con él, ella prefirió no participar. “Es que no compartía su misma visión política, pero sí era una persona agradable”, recuerda.

La locataria también dice que era frecuente verlo pasar en helicóptero, pero, no obstante eso, cuando se enteró del accidente no se le pasó por la cabeza que él podía ser la víctima fatal. “Como ya es común ver helicópteros, entonces podía ser de otra persona. Como que todavía no lo creo”, recalca.

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