La Ley de Apuestas es un hecho en Chile, aunque aún no tiene fecha oficial.
Chile se encuentra en pleno proceso de creación de su Ley de Apuestas, la cual se encargará de la regulación, auditoría y análisis de las casas de apuestas online, además de brindar respaldo, cuidado y seguridad a los usuarios.
Ante el crecimiento de la actividad de juego online, los gobiernos han tenido que tomar cartas en el asunto para establecer una legislación local. De lo contrario, los sitios continuarían funcionando de manera internacional.
Desde comienzos de 2022, los distintos entes gubernamentales de Chile se encuentran trabajando en la ley, en un proceso que se ha estirado en el tiempo, pero que no ha detenido su avance. Desde Apuesta Legal Chile, han seguido con detalle cada paso, y están al tanto de cada nueva información que se genera.
Con esta ley, Chile sería el tercer país de Sudamérica en contar con legislación local, sumándose a Colombia y Argentina. Sin embargo, al tratarse de un tema complejo, han surgido ciertos aspectos polémicos o controversiales. A continuación, veremos cuales han sido los más relevantes.
Los impuestos
Uno de los puntos más controversiales hasta el momento son los impuestos que se cobrarán a las empresas que brinden servicios de juego online. La recaudación fiscal es una de las áreas principales de la ley, pues obliga a que los sitios se instalen de manera local mediante sociedades anónimas, y tengan que tributar en base a lo impuesto por el gobierno chileno.
Sin embargo, el valor de los impuestos que podría establecer esta nueva legislación serían los más altos en América Latina. Los distintos tributos que se incluirían son:
Esto no es todo, sino que también se creará un impuesto único, que se aplicará sobre las casas de apuestas que hayan funcionado previamente en el país. De manera retroactiva, las casas que quieran funcionar de manera legal tendrán que abonar un tributo del 31%, sobre los ingresos brutos de los últimos 36 meses, es decir, tres años.
El “cooling off”
En segundo lugar, se encuentra una medida llamada “cooling off”. Esta medida consiste en prohibir por un año la actividad de los operadores que están funcionando actualmente.
Por lo tanto, una vez que la ley entre en vigor, aquellas plataformas que abrieron sus puertos a los usuarios chilenos, tendrán que esperar 12 meses sin poder brindar sus servicios. Recién pasado ese tiempo, podrán solicitar una licencia local, que otorgará la nueva Superintendencia de Casinos, Apuestas y Juegos de Azar.
La polémica detrás del cooling off es que se trata de una medida poco alentadora para las plataformas. En lugar de incentivar que se regularicen en forma a la nueva ley, se las castiga con un cese de actividad por un año. Por ende, se corre el riesgo de que los operadores pierdan las ganas de trabajar en Chile, y se lleven sus servicios a otros mercados.
Además, desde el lado de los sitios, consideran que la medida es excesiva, ya que ellos no actuaron de forma ilegal. Simplemente ante la ausencia de una legislación local, la única forma de operar para usuarios chilenos era de manera internacional.
La prohibición de patrocinios
La expansión de los sitios de juego se basó, en parte, en la publicidad tradicional. Esto incluyó patrocinios a eventos deportivos, equipos y clubes. Este mismo fenómeno se puede ver en muchos países del mundo y en las competencias más relevantes a nivel global.
En Chile, había sponsors de casas de apuestas principalmente en el fútbol. Sin embargo, la nueva ley prohibirá por completo cualquier tipo de patrocinio por parte de las plataformas.
Esta medida ya se puede observar, aunque la ley todavía no se concretó ni tiene fecha oficial. El pasado octubre, Betsson terminó los contratos de patrocinio que tenía tanto con la Selección Nacional de Fútbol, como con el Torneo de Fútbol de Primera División. Este sitio incluso tenía su nombre en el torneo, pero ante un fallo de la Corte Suprema, la marca decidió dar por terminado el patrocinio.
Lo mismo ocurrió con otras casas de apuestas que eran sponsor de distintos equipos de Primera División. Esto significó la pérdida de un contrato comercial y de ingresos para los distintos involucrados, quienes han tenido que buscar nuevos horizontes.
La Ley de Apuestas es un hecho en Chile, aunque aún no tiene fecha oficial. Una legislación de tal importancia no está exenta de polémicas o controversias. Es por eso que se ha demorado tanto, con un debate e intercambio de ideas constante entre los entes gubernamentales que llevan adelante el proyecto.