En medio del intenso lobby impulsado por HidroAysén en los últimos meses, la Dirección General de Aguas (DGA) hizo un gran guiño a la iniciativa de Endesa-Colbún.
El 10 de agosto de 2007, HidroAysén solicitó cinco derechos de aprovechamiento no consuntivo de aguas superficiales en los ríos Baker y Pascua, los que fueron denegados por la DGA porque el servicio consideró que eran incompatibles, ya que se traslapaban con derechos de agua que Endesa poseía con anterioridad.
Decisión que era un grave obstáculo para la apuesta energética de la XI Región.
Luego, el entonces director de la DGA, Rodrigo Weisner, solicitó a la Contraloría que se pronunciara al respecto. Pero hace dos meses, su sucesor, Matías Desmadryl, retiró la consulta. Y el 14 de junio pasado realizó una adecuación de criterios, que según técnicos del sector es “un regalito a HidroAysén, porque así la incompatibilidad deja de existir y los derechos nuevos para el proyecto se pueden constituir, aunque la incompatibilidad en términos reales se mantenga”.
El lunes pasado, el diario Oficial publicó la resolución 1.800, firmada por Desmadryl, que entre otros puntos, permite que en casos de incompatibilidad de derechos de agua, no se haga efectiva si “el titular del derecho es la misma persona que el titular de la solicitud, caso en el cual legalmente no existe perjuicio”.
En palabras simples y según explican ex funcionarios de la DGA “esto quita el problema del camino a HidroAysén y además concentra más los derechos de agua en los mismos usuarios”. Y agregan que “es muy lamentable cuando detrás de modificaciones que fueron planteadas con aparente inocencia, se esconde otro tipo de interés mucho menos inocente”.
