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Felipe Larraín irrumpe en la agenda bancaria ante ausencia de Fontaine


¿Por qué Felipe Larraín, el ministro de Hacienda, apareció ayer miércoles haciendo anuncios que no le corresponden a su cartera? Las cinco medidas de protección a los clientes de la banca son harina de su par, el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, quien está a cargo del proyecto de ley del Sernac Financiero que ingresó a la Cámara de Diputados el 3 de agosto pasado.

El momento escogido no es cualquiera: Fontaine no está en Chile. Este lunes viajó a Silicon Valley con una delegación de emprendedores y luego se dirigía a Nueva York a acompañar al Presidente Sebastián Piñera en la ONU. El próximo lunes regresa a Chile, un día antes de que se introduzcan indicaciones al proyecto estrella de su cartera.

En el ministerio de Economía aseguran que se enteraron por la pauta de prensa que Larraín daría una conferencia junto al superintendente de Bancos e Instituciones Financieras, Carlos Budnevich. La aparición conjunta, señalan,  constituye una mala señal tomando en cuenta que Budnevich ha defendido públicamente al sector que regula y que la próxima semana comienza a discutirse el futuro del Sernac Financiero en el Congreso.

Para explicar las razones de por qué los anuncios son hechos por Larraín y  la cabeza de la Super de Bancos –entidad que, históricamente, no ha mostrado interés alguno por defender a los clientes de la industria que supervisa- el comunicado de prensa destina tres de  sus cinco párrafos.  Y aún así no se entiende por qué  Hacienda está a cargo de otro proyecto relacionado con la banca y el mercado de capitales que nada tiene que ver con el Sernac Financiero (nombre que no se menciona).

Explicaciones forzadas que dejan de manifiesto la rivalidad que existe con Fontaine. Ambos aspiraban a ocupar el ministerio de Hacienda, ya que Economía es una cartera mucho menos lucida, al menos hasta ahora, que tomó uno de los proyectos emblemáticos del gobierno de  Piñera y ha logrado un alto perfil a partir de las reformas micro económicas.

Lo único que quedó claro son las cinco medidas, que rigen a contar de ahora, y entre las que se cuentan impedir que los bancos ofrezcan mejores tasas en los créditos hipotecarios con la condición de abrir cuentas corrientes y tarjetas de crédito y evitar cambios unilaterales en tasas y comisiones.

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