Antes que Estay su par de la bancada UDI, María Angélica Cristi, había tenido un encontrón con Patricia Rivera, la secretaria del diputado Hugo Gutiérrez. ¿La razón? Que a Cristi le molestó sobre manera que el 9 de agosto, la funcionaria advirtiera a su jefe que un carabinero infiltrado en la marcha estudiantil de ese día, había buscado asilo en la caseta de guardia del Congreso en Valparaíso.
Cuando los tres diputados del Partido Comunista –Guillermo Teillier, Hugo Gutiérrez y Lautaro Carmona- llegaron al Congreso Nacional, el año 2010, era difícil vaticinar el tipo de relación que tendrían con sus colegas de la UDI. Y si bien el primer año las cosas anduvieron dentro de la normalidad, este segundo ha sido un poco accidentado. Lo que quedó de manifiesto con la situación generada por el diputado gremialista Enrique Estay, quien en un arrebato de furia intentó sacar la bandera chilena que representantes de la oposición intentaron colgar desde el piso 14 del Congreso Nacional, en apoyo a los estudiantes.
Pero él no fue el primero. Antes que Estay su par de la bancada UDI, María Angélica Cristi, había tenido un encontrón con Patricia Rivera, la secretaria del diputado Hugo Gutiérrez. ¿La razón? Que a Cristi le molestó sobre manera que el 9 de agosto, la funcionaria advirtiera a su jefe que un carabinero infiltrado en la marcha estudiantil de ese día, había buscado asilo en la caseta de guardia del Congreso en Valparaíso, tras sentirse amenazado cuando los alumnos lo descubrieron pese a tener la cara cubierta.
Ese día se generó un alboroto que terminó en investigación. Pero la diputada se sintió particularmente ofendida por la denuncia de la secretaria y apenas se la encontró en un pasillo le espetó a Rivera: “Viste como eres activista. Mirista metida en el Congreso”. Y aunque ella negó sus dichos, en la comisión de ética se escuchó el audio que dejó en evidencia a la parlamentaria.
Ello, pese a que, según el Código de Conductas Parlamentarias artículo 7 letra C los diputados deben “observar una vida social acorde con la dignidad del cargo. Desempeñarse frente al público, en la Corporación y fuera de ella, con una conducta correcta, digna y decorosa, evitando actuaciones que puedan afectar la confianza del público en la integridad del Congreso Nacional” y letra G “ser justos y respetuosos en el trato con los ciudadanos, los demás Diputados, el personal de la Corporación y, en general, con cualquier autoridad o funcionario público”.
