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La relación amorosa que es comentario obligado de los empresarios de Santiago

La relación amorosa que es comentario obligado de los empresarios de Santiago

Aunque recién está en sus inicios, seguramente los asesores de comunicaciones de Enersis ya deben haber ocupado algunos “minutos” en trazar escenarios del costo en imagen, tanto para Rosenblut como para la empresa, de una eventual ruptura; o de los conflictos de interés que habrá que enfrentar, y que la propia Capital pone sobre la mesa, si la relación prospera.


Jorge Rosenblut ocupa la última portada de la revista Capital. Allí habla de la presidencia de Enersis, su historia personal, el país… y su relación con la ministra Ximena Rincón.

La periodista Antonieta de la Fuente entra con cautela al tema que ha sido motivo de comentarios en los coffee breaks empresariales:

-No puedo dejar de preguntarle por un tema bien personal. ¿Es cierto que está en una relación con la ministra Ximena Rincón?
-La respuesta es sí, es una relación formal y seria. Ahora, el resto queda en el ámbito privado.

-¿Cómo maneja usted el conflicto de interés en este caso, considerando que ella puede empujar leyes que pueden perjudicar o beneficiar a Enersis o que puede ser parte del Comité de Ministros?
-Mira, no es la primera ni la última vez que personas públicas establecen vínculos afectivos. Lo importante es que cada uno ejerza los roles y responsabilidades propias de sus funciones.

-¿Había un interés de parte de ambos de hacer pública su relación?
-Por lo mismo, porque esto de los rumores cuando eres una persona pública es muy latero. Por eso te digo que hemos actuado con transparencia.

-¿Eso significa que hay otra razón por la que pasará más tiempo en Chile?
-Por eso digo que los ejes se están cambiando en forma natural (se ríe).

De esta manera, Jorge Rosenblut salió al paso de la ola de comentarios de pasillo que había generado el vespertino La Segunda con un “Top Secret”, publicado el 21 de noviembre, que daba cuenta del pololeo entre Rosenblut y la ministra secretaria general de la Presidencia, Ximena Rincón.

De forma muy emotiva, La Segunda destacaba que la pareja ya no escondía su “felicidad” y “entusiasmo”, como lo comprobaron las personas que los vieron conversar animadamente en uno de los restaurantes del sector de Vitacura a los que hay que ir si se quiere que los principales líderes de opinión de la plaza sepan con quién te relacionas. Nada más público que el restaurante “Mestizo” para llevar a los hechos el dicho “dime con quién andas y te diré quién eres”.

Lo sorprendente de la información, según se recalcaba en La Segunda, es que la fuente no fue ninguno de los comensales que estaban en el restaurante, sino que lo hicieron “sus asesores”, que son pagados por sus empleadores.

Leída la información, hubo quienes comenzaron a especular sobre la razón de ventilar la relación. ¿Era simplemente el deseo de él, ella, o de ambos, de contar urbi et orbi el cariño que se profesan? La respuesta de Rosenblut a la periodista de Capital es muy práctica y simple: “Esto de los rumores cuando eres una persona pública es muy latero. Por eso te digo que hemos actuado con transparencia”.

Y no cabe duda de ello. Este domingo, en las páginas sociales de El Mercurio, ambos salen fotografiados con motivo de la entrega de premios a las “Cien mujeres líderes 2014”, flanqueados por Cristián Zegers y Agustín Edwards (padre), director y presidente de ese medio de comunicación, respectivamente.

El hombre siete

Los 16 años que separan a la pareja (Jorge Rosenblut cuenta 62 y Ximena Rincón, 46), no han sido un obstáculo para que Rosenblut encontrara algo que quizá le faltaba a un hombre al que le persigue el número 7, cifra que está de más decir es la máxima nota que un estudiante puede sacar en cualquier establecimiento educacional en Chile. Rosenblut acostumbra a contar que nació un día 7, del mes 7, del año 52 (que suma 7), y ocupó a lo largo de 7 años diversos puestos en el Gobierno.

De la vida privada de Jorge Rosenblut poco se sabía hasta ahora. Que vivía en Miami gran parte del mes y que ahora vivirá más acá. Que está separado de la arquitecta Liora Haymann y que al parecer tenía polola en Estados Unidos, pero que, a juzgar por los últimos hechos, ya no la tiene. Y no mucho más.

Pero ¿quién es la mujer que ha conquistado el corazón del “hombre siete”, que a principios de este mes de noviembre asumió la presidencia de Enersis, según documenta oportunamente –con Hecho Esencial incluido– su perfil en Wikipedia? Sitio que un dedicado colaborador llamado Chogo actualiza metódicamente con los datos de este ejecutivo desde 2009 y que introdujo en su información biográfica que su pareja es Ximena Rincón. La hoja de vida wikipediana de ella no revela la misma diligencia, pues sólo reconoce como cónyuge a “Juan Carlos Latorre (1989-2011)”.

Ximena Cecilia Rincón González nació en el mes de julio –al igual que Rosenblut–, aunque dos días antes (el 5), y a quien, al contrario que a él, es difícil encontrarle otros elementos que la vinculen con el número 7, excepto que se licenció en “Derecho” y que es “chilena”, palabras de ¡siete letras!

La Ximena o Xime es militante de la DC desde los 14 años, partido del que llegó a ser vicepresidenta. Desempeñó responsabilidades públicas en los gobiernos de Eduardo Frei y Ricardo Lagos, hasta que en marzo de 2014 Michelle Bachelet la nombró ministra de la Secretaría General de la Presidencia, lo que la llevó a renunciar al cargo de senadora.

Ha dicho que aspira a presentarse a las elecciones presidenciales del 2018 y ya lo intentó en 2013, pero perdió las primarias de su partido frente al actual intendente de Santiago, Claudio Orrego.

Tras un matrimonio de dos décadas con el ingeniero, político, ex diputado y ex presidente de la Democracia Cristiana, Juan Carlos Latorre, a mediados de 2011 trascendió el término de esa relación.

En junio de ese año, la entonces senadora, por un lado, y el diputado de la DC, por el suyo, confirmaban su separación. “Sí, es efectivo. No vivimos juntos desde hace meses”, ratificaba Ximena Rincón a un periodista de La Segunda. Después fue pareja del senador socialista Fulvio Rossi y del empresario DC y sostenedor de siete colegios, Walter Oliva.

Una diferencia entre Oliva y Rosenblut es que el primero es fanático del Colo-Colo y al segundo no le gusta el fútbol. Y hay otras: Oliva colecciona puros, exporta arándanos y le gusta pescar, en cambio Rosenblut fuma ocasionalmente, no exporta nada que se sepa y tampoco pesca.

Aunque la relación entre Rosenblut y Rincón recién está en sus inicios, seguramente los asesores de comunicaciones de Enersis ya deben haber ocupado algunos “minutos” en trazar escenarios del costo en imagen, tanto para Rosenblut como para la empresa, de una eventual ruptura; o de los conflictos de interés que habrá que enfrentar, y que la propia Capital pone sobre la mesa, si la relación prospera.

A lo que se debe sumar dentro del listado de pendientes una completa inducción para Rosenblut sobre la nueva Ley del Lobby. Norma que la ministra Rincón ha criticado porque sólo regula a los sujetos pasivos, o sea, a quienes son receptores del lobby, y no a los activos, es decir, a quienes ejercen esta acción.

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