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La contrastante realidad del COVID-19 en Chile: en la RM no se puede viajar a regiones, pero sí se puede salir y entrar al país

La contrastante realidad del COVID-19 en Chile: en la RM no se puede viajar a regiones, pero sí se puede salir y entrar al país

En Chile, las multas por incumplir las medidas sanitarias –como, por ejemplo, romper la cuarentena, no usar mascarilla o no mantener el distanciamiento físico– pueden llegar hasta la escandalosa cifra de 50 millones de pesos.


Este martes, el Ministerio de Salud (Minsal) confirmó la llegada a Chile de la nueva cepa del coronavirus proveniente del Reino Unido. La portadora es una mujer de nacionalidad chilena, que llegó al país desde Madrid, España. Antes estuvo tres semanas en Reino Unido y Dubai.

Esta situación ha puesto sobre la mesa una situación un tanto contradictoria y que ha sido altamente cuestionada: la reapertura parcial de las fronteras para que ciudadanos chilenos y extranjeros entren y salgan del país sin restricciones, una realidad que contrasta con las medidas restrictivas impuestas por el Minsal en territorio nacional y particularmente en la Región Metropolitana, donde, al encontrarse en fase 2 del Plan Paso a Paso, los ciudadanos no pueden realizar viajes interregionales, salvo por motivos de fuerza mayor, tales como cita médica o asistir a un funeral.

Sobre este punto fue consultada la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, en el balance del 10 de diciembre pasado. Al respecto dijo que «las fronteras están cerradas, lo único que está abierto es el Aeropuerto Internacional Arturo Merino Benítez. Y para poder llegar a Chile, las personas que vienen del extranjero tienen que tener una serie de condiciones sanitarias: el PCR negativo, una declaración jurada y además quedan bajo una vigilancia epidemiológica durante 14 días».

En Chile, las multas por incumplir las medidas sanitarias –como, por ejemplo, romper la cuarentena, no usar mascarilla o no mantener el distanciamiento físico– pueden llegar hasta la cuantiosa cifra de 50 millones de pesos. Viajar al extranjero y volver –con el riesgo que implica– no conlleva ninguna sanción.

Respecto a esta situación, el infectólogo y académico de la Universidad Austral, Alberto Fica, comentó a El Mostrador que la llegada de la cepa británica a territorio nacional era algo que iba a ocurrir tarde o temprano y que «se sobrepone a un control epidemiológico muy débil. Por lo tanto, cualquier regulación que aparezca sobre viajes es solo tangencial al problema de fondo. El problema no son las regulaciones en los viajes internacionales, sino que el pésimo diseño de control epidemiológico que ya existe».

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