Documentos judiciales divulgados este miércoles en Estados Unidos indican que el empresario colombiano Alex Saab, quien se encuentra detenido en Miami, donde enfrenta un juicio por lavado de dinero, colaboró con las autoridades estadounidenses durante un lapso de casi 12 meses a partir de 2018. De acuerdo con esos documentos, el empresario colombiano admitió que «que había pagado sobornos a funcionarios del gobierno de Venezuela en relación con los contratos que le otorgaron para proporcionar alimentos a Venezuela».
Es considerado un aliado clave del presidente venezolano Nicolás Maduro y, al parecer, también fue un colaborador «activo» de la Administración para el Control de Drogas de EE.UU. (DEA, por sus siglas en inglés).
Documentos judiciales divulgados este miércoles en Estados Unidos indican que el empresario colombiano Alex Saab, quien se encuentra detenido en Miami, donde enfrenta un juicio por lavado de dinero, colaboró con las autoridades estadounidenses durante un lapso de casi 12 meses a partir de 2018, ofreciendo información sobre su «actividad delictiva» y entregando dinero a la DEA como parte de un acuerdo que iba a culminar con su entrega voluntaria para hacer frente a los cargos.
De acuerdo con esos documentos, el empresario colombiano admitió que «que había pagado sobornos a funcionarios del gobierno de Venezuela en relación con los contratos que le otorgaron para proporcionar alimentos a Venezuela«.
También se indica que en 2016 se reunió en Bogotá con agentes del FBI y de la DEA, a quienes habría brindado información sobre los supuestos contratos de sus empresas con el gobierno de Maduro para «construir viviendas de interés social».
Estos documentos habían permanecido sellados hasta ahora por petición de la Fiscalía y fueron revelados ahora en el marco del juicio que se sigue en contra de Saab.
El empresario colombiano está acusado por el supuestamente conspirar para cometer lavado de dinero, un delito por el cual se ha declarado «no culpable».
Un presunto aliado de Maduro
Desde que Saab fue detenido en Cabo Verde en junio de 2020, el gobierno de Nicolás Maduro realizó numerosas gestiones para intentar frenar su extradición a Estados Unidos.
Así, Caracas dijo que Saab había obtenido la ciudadanía venezolana y le designó, en diciembre de 2020, como embajador de Venezuela ante la Unión Africana.
Posteriormente, en septiembre de 2021, el gobierno de Maduro anunció su intención de incorporar a Saab como delegado de la comisión oficialista que negociaba en México con la oposición una solución a la crisis política venezolana.
Saab, sin embargo, siguió detenido en Cabo Verde y una vez que fue extraditado hacia Estados Unidos en octubre de ese año, el gobierno de Maduro decidió levantarse de la mesa de negociación en señal de protesta.
La revelación de que Saab estuvo colaborando con la DEA ha sido ampliamente interpretada como un golpe duro para el gobierno de Maduro.
No obstante, David Rivkin, abogado del empresario colombiano en Estados Unidos, dijo en un comunicado que el gobierno de Venezuela estaba informado de las reuniones de Saab con funcionarios estadounidenses y que estas solamente tenían como propósito aclarar que sus empresas no habían incurrido en ninguna acción indebida.
«Saab sigue siendo un ciudadano leal y un diplomático de la República Bolivariana de Venezuela y nunca hará nada que perjudique los intereses del país y del pueblo que tanto le ha dado», señaló Rivkin en el comunicado.