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Buscan preservar la biodiversidad de la Región de Atacama a través del turismo y la educación Viajes

Buscan preservar la biodiversidad de la Región de Atacama a través del turismo y la educación

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Según distintos espacios que estudian la fauna chilena, existen más de 500 especies de aves en territorio nacional. En la Región de Atacama, se pueden avistar más de la mitad de ellas: desde especies vulnerables como el chorlo nevado, hasta algunas que son muy poco conocidas , como el minero chico. Guías turísticos y educativos invitaron a conocer y preservar el patrimonio silvestre regional, amenazado por la actividad minera. 


Desde aves playeras hasta aves cordilleranas , pasando por emplumados más comunes como cachuditos, chincoles y zorzales: más de 260 especies habitan las costas, valles y otros territorios de la Región de Atacama. Reconocida su actividad minera, alberga en ella la resistencia de una flora y fauna que subsiste ante la histórica actividad extractivista de la zona. 

Ese fue el puntapié de la pareja de guías turísticos y educadores de Emplumados, un geólogo y una geóloga que encontraron en el avistamiento de aves un atisbo de libertad y disfrute en medio de la pandemia. 

“Desde antes de la pandemia compartimos el gusto por la naturaleza y la fotografía, y cuando llegó el confinamiento y tuvimos más tiempo, salimos a sacar fotos y las fuimos subiendo a un Instagram que creamos, al que le sumamos educación ambiental y así fue creciendo”, contó la geóloga de la Universidad de Concepción, Bianca Guggiana.

A las primeras fotografías subidas a la red, le sumaron información que autónomamente fueron aprendiendo a través de libros y materiales de estudio de las aves y vida silvestre chilena, lo que convocó a cientos de seguidores que hoy suman más de 25 mil. 

La historia partió en la comuna de Chanco, Región del Maule, de la cual es oriundo Eduardo Opazo, el otro de los geólogos que forma parte del espacio de turismo y educación.

“Partimos sacando fotos en el campo, como allá eran menos las restricciones aprovechamos de salir y de aprender, entonces cuando llegamos a Copiapó y se dieron las condiciones empezamos a hacer más actividades con la comunidad: talleres, tours para el avistamiento, salidas de iniciación, charlas en colegios y ferias, entre otros”, recordó Opazo. 

La parina chica es el flamenco más pequeño de Chile y tiene un máximo de 90 centímetros de largo, habita en lagos y lagunas del sector andino. | Foto: Emplumados

La parina chica es el flamenco más pequeño de Chile y tiene un máximo de 90 centímetros de largo, habita en lagos y lagunas del sector andino. | Foto: Emplumados

Actualmente, además de las actividades ya mencionadas ofrecen tours educativos en distintos territorios, como el popular Parque Pretil (unos de los pocos de la ciudad de Copiapó), ríos, playas y humedales.

Promoción y resguardo de la vida silvestre

Además de exploración turística, desde Emplumados se trabaja y promueve el uso eBird, una aplicación de la Universidad de Cornell  (EEUU) que sirve como repositorio para que todas las personas suban registros de las aves que ven.

“Gracias a este sistema se puede generar un conteo y utilizar el material para hacer estudios, analizar distribuciones, migraciones… De repente uno puede ver un pájaro muy común, pero es muy raro y eso ya es un dato más”, valoró Guggiana, quien además se desempeña como docente en INACAP Copiapó. 

Gracias a la publicación de fotografías y el uso de aplicaciones como la mencionada, muchos aficionados se acercan a la región desde otras zonas del país solo con el fin de avistar especies endémicas, es decir, únicas de la región.

“Uno se sorprende con la cantidad de especies que puede encontrar, de hecho a nivel nacional la región está en el puesto seis en número de especies: igual o más incluso que en el sur”, aseguró Guggiana.  

Además, Emplumados es parte de la Red de Observadores y de Vida Silvestre de Chile (ROC), con quienes trabajaron y trabajan en distintos proyectos vinculados a la conservación de la vida silvestre. 

Una zona reconocida por el mundo

Uno de los avistamientos más recordados por los guías fue el de la cigüeña de cabeza pelada (Mycteria americana), especie que llegó desde Argentina y un día se le vió en Copiapó y al siguiente en Huasco. 

Los chorlos nevados (Charadrius nivosus) viven en las playas y orillas de Lagunas entre Arica y Chiloé, sus colores varían en invierno y época de reproducción. | Foto: Emplumados

“También hay especies bien carismáticas como los chorlos, que cuando se las mostramos a la gente quedan muy maravilladas por su ternura”, recordó Guggiana.  

Otro de los logros que rescatan los jóvenes geólogos se relaciona con hallazgos que despertaron interés nacional e incluso mundial. El primero de ellos, por ejemplo, fue  el descubrimiento de un nido de minero chico (Geositta maritima), ave de la que no se tenía registro de su reproducción en más de 200 años de estudio ornitológico. 

“Un día que fuimos a la costa con Bianca y andábamos como con dos miembros más de la ROC: vimos un minero chico  entrando a un pequeño agujero en el suelo que resultó ser un nido y quedamos en shock”, expresó Eduardo Opazo. “La gente de Santiago, los pajareros quedamos impresionados, causó mucho revuelo en la comunidad y en los investigadores”, agregó. 

Algo similar ocurrió con el pidencito (Laterallus jamaicensis), un ave que habita las cañas de los humedales de América del Norte y la región del Pacífico de América del Sur.

“Desde Santiago y el sur se han hecho proyectos para buscarlos porque están en peligro de extinción, en Norteamérica  su población ha disminuido drásticamente… y un día vinieron desde la ROC central a hacer un censo utilizando  playback (poner una grabación para que el ave responda) y respondió uno”, sostuvo Opazo. Se trasladaron a otra zona de la región y respondió otro ejemplar, hasta que en octubre se hizo una campaña de dos días y hallaron más de 60 ejemplares en el valle del Río Copiapó.

“Es una población sumamente importante a nivel mundial, entonces uno no piensa que eso está acá, fue uno de los descubrimientos más importantes en la región: acá hay mucho más del 1% de la población mundial de esta ave que está en peligro crítico de extinción”, añadió la académica. 

Así pues, desde la comunidad y organizaciones, se prevé que en los próximos años dicha zona del Río Copiapó  se convierta en una zona protegida de importancia mundial  debido a que la destrucción de este ecosistema  pone en riesgo la biodiversidad del territorio. 

“Hay problemas con las golondrinas de mar, especies atraídas durante la noche por el alumbrado eléctrico de ciudades y mineras, lugares donde en temporada de reproducción aparecen muchas de estas aves muertas día a día, además de la extracción indiscriminada de aguas que ha dejado ríos secos y con ello ecosistemas borrados”, comentó Bianca Guggiana. 

A la par, los geólogos y educadores turísticos reconocieron un impacto menos visible y más profundo incluso que la propia minería. Se trata de un “desapego”  generalizado en los habitantes, por causas como la costumbre del maltrato medioambiental y la poca valoración de la belleza desértica. 

“A nosotros  nos enseñan desde chicos que todo lo verde es vida, entonces el desierto se ve como algo muerto, y hay un montón de vida: yo siempre lo discuto”, finalizó Guggiana.

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