Comer un plato caliente arriba de un avión parece fácil y rara vez nos preguntamos cómo se preparan los alimentos a miles de metros de altura, donde incluso se afectan nuestras papilas gustativas. Este proceso se inició muchas horas antes del despegue para asegurar la calidad, salubridad y sabor.
En época de vuelos low cost y de que muchos servicios se apague aparte con un costo adicional, algunas aerolíneas han optado por ofrecer un servicio superior que incluye varios beneficios, como una cuidada experiencia gastronómica ofrecida a bordo.
Una delicada selección de platos diseñados por chefs especialistas en vuelos y nutricionistas, con productos de calidad y frescos, lo que implica un gran trabajo en tierra para lograr destacados sabores a miles de metros de altura, y que incluso tiene varias limitaciones como el peso y espacio en el avión.
Para conocer parte de este trabajo y propuesta de menús llegamos hasta las instalaciones de Newrest Chile, colaborador de Delta Air Lines durante los últimos 3 años, y encargado de elaborar los menús premium del servicio Delta One.
La empresa de alimentos también es la encargada de proveer otras líneas aéreas internacionales, gracias a su estándar de calidad, que garantiza tanto la salubridad del proceso como el sabor de los platos.
¿Realmente la comida tiene distinto sabor a mayor altura? Sí. Y es que la altitud, la falta de oxígeno y la baja presión dentro del avión hacen que los sabores se perciban diferentes. Incluso las papilas gustativas cambian y la percepción equivale a tener un resfriado.
Pasa con la sal, el azúcar y hasta el vino, que se percibe distinto. Por eso es necesario condimentar de manera distinta la preparación y los chefs a cargo de los menús se preocupan por ajustar cuidadosamente las recetas y técnicas de cocción para compensar estas condiciones únicas.
Mario Jorquera, chef jefe de Cocina de Newrest Chile, explicó que “cocinar para una altitud de 9 000 pies implica una selección meticulosa de ingredientes y técnicas de sazonado específicas para mejorar la experiencia de sabor en altitudes elevadas. Nuestros platos se diseñan cuidadosamente para mantener la frescura y calidad incluso en condiciones desafiantes”.
“Cada vez que se crea un menú y se lleva a cabo una elaboración, el objetivo principal es alcanzar el sabor exacto que se experimenta a bordo durante el vuelo”, agrega.
El proceso implica una meticulosa selección de ingredientes, considerando su capacidad para retener sabores y texturas en altitudes elevadas. Además, se emplean métodos de sazón específicos y se exploran combinaciones de ingredientes que realcen la experiencia gustativa a gran altura.
La consistencia y el equilibrio son fundamentales, y cada platillo se somete a pruebas exhaustivas para garantizar que cumpla con las expectativas de sabor incluso en el entorno desafiante del vuelo. En resumen, crear comidas sabrosas a 9000 pies es un arte que combina habilidad técnica, experiencia culinaria y una dedicación apasionada para ofrecer una experiencia gastronómica excepcional en cada vuelo.
Para elaborar un menú, se toman en cuenta las exigencias que decide cada compañía aérea, los cuales se coordinan con el chef ejecutivo y encargado de la producción y planta de alimentos. Luego, se realizan distintas degustaciones para decidir qué tipo de
menú será servido.
“Estas sesiones proporcionan una oportunidad continua para evaluar la calidad de los platos, ajustar sabores si es necesario y perfeccionar la experiencia gastronómica en general. Este enfoque proactivo nos permite mantener altos estándares de calidad y satisfacción para los pasajeros que disfrutan de nuestros servicios a bordo”, detallan en Newrest..
Además, el menú se mantiene durante un periodo de tres meses, cuando se produce una renovación acorde a los productos de temporada. “El menú se renueva en ciclos de tres meses, lo que garantiza una rotación regular de las opciones ofrecidas a los pasajeros. Esto no solo busca mantener la diversidad de elecciones, sino también adaptarse a las variaciones estacionales y asegurar la frescura de los ingredientes”, explican.
El proceso incluye especificaciones de materias primas, control de gramajes y toma de muestras para ser enviadas al laboratorio y mantener un elaborado análisis microbiológicos.
La comida de las líneas aéreas se produce en una instalación cerca del aeropuerto para mantener la cadena de frío. Las preparaciones son congeladas el día anterior para luego transportarse en camiones especiales cuya carga es capaz de subir hasta la puerta de cabina.
Al momento de guardarse en el avión, ningún tipo de preparación está completamente cocida, y su porcentaje de cocción depende de qué tipo de comida es y de los estándares de seguridad alimentaria internacionales para este tipo de servicios. Luego se calienta para terminar la cocción en el punto exacto, porque, por ejemplo, un trozo de ternera, pollo o pescado requieren distinto tipo de cocción para que quede en su punto y no seco o crudo.
En la parte posterior de la cabina se encuentra la zona de preparación y conservación de alimentos, en los cuales se encuentran los diferentes equipos y utensilios a bordo para el almacenamiento, preparación, presentación y manipulación de los alimentos.
La renovación de menú es algo importante para las aerolíneas y el servicio que ofrecen. En el caso de Delta One, por ejemplo, es posible en el verano encontrar hasta Pastel de Choclo, además de frutas y verduras de estación.
También elaboran platos más jugados, que incluyen proteínas como conejo. Y, por supuesto, no faltan las opciones de pastas.
Entre las opciones más destacadas para los viajeros frecuentes se encuentra la Costilla de res estofada con puré de papas al perejil, zanahorias, zapallo italiano y carne al jugo. Asimismo, el salmón sellado con espárragos verdes, arroz con vegetales y salsa de albahaca.
Entre los aspectos mas destacados es que se puede elegir opciones veganas, bajo en colesterol, bajo en sodio, bajo en calorías, sin lactosa, especiales ante una alergia alimentaria o incluso kosher, musulmán o hindú.
Los menús se pueden seleccionar desde 7 días hasta 24 horas antes del vuelo a través de la aplicación Fly Delta, ofreciendo opciones como salmón a la sartén, tortellini de espinaca y ricotta, carne estofada, pollo asado y más.
Giovana Catalani, gerente regional de servicio a bordo de Delta Air Lines, detalló el esfuerzo “por proporcionar un ambiente similar al de un restaurante, con un menú selecto y un servicio dedicado. Nuestros nuevos menús, diseñados en colaboración con chefs internos, nutricionistas y expertos socios, garantizan una experiencia gastronómica fresca, consistente y adaptada a las preferencias de nuestros clientes”.
Para complementar la experiencia, se han seleccionado vinos premium de todo el mundo, cuidadosamente emparejados con los platos del menú. Los pasajeros también pueden disfrutar de aperitivos de cortesía durante el servicio de bebidas.
Si bien cada cabina cuenta con mayores o menores privilegios y comodidades. En el caso de Delta One, por ejemplo, se ha elevado la experiencia de viaje a un nivel mayor. Entre estos beneficios se encuentran el acceso a salas VIP en aeropuertos, embarque prioritario, selección de asientos y la posibilidad de facturar dos maletas por pasajero sin costo adicional.
Pero una de las cosas que más se agradece, sobre todo en viajes de varias horas, son los amplios asientos que se transforman en cómodas camas totalmente horizontales. Incluso en algunos vuelos, los pasajeros pueden disfrutar del exclusivo Delta Suite, que brinda un nivel de comodidad y privacidad sin igual.
En cuanto a entretenimiento gratuito, hay más de mil horas disponibles en la pantalla de los asientos, con una amplia gama de opciones que incluyen películas, series de televisión, podcasts, música y juegos. Y algo fundamental en la vida actual es el acceso gratuito y rápido a Wi-Fi durante todo el vuelo para los miembros de SkyMiles.
Delta Air Lines opera vuelos diarios entre Santiago de Chile y Atlanta en modernos Airbus A350-900, ofreciendo una variedad de clases de servicio que incluyen Delta One, Delta Comfort+ y Main Cabin, con un total de 2 300 asientos disponibles entre ambas ciudades.
Gracias a su joint venture con Latam Airlines, la linea aérea ofrece a sus pasajeros acceso a una extensa red de más de 300 destinos en la región, garantizando una mayor accesibilidad y comodidad para los viajeros.