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La cocina de Masvida bajo la lupa de la Superintendencia ante serias sospechas por eventual manipulación de su costo médico

La cocina de Masvida bajo la lupa de la Superintendencia ante serias sospechas por eventual manipulación de su costo médico

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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Los estados financieros de la isapre ya estaban en la mira de la entidad cuando le formuló cargos en noviembre por asuntos contables. Sin embargo, el costo médico y el potencial hecho de que estos no se correspondan con la realidad, según lo denunciado por Southern Cross, tiene por estos días a la Superintendencia en las oficinas de Masvida. La presión no es menor, pues el Ministerio Público ya recopila antecedentes y no se descarta un impacto político. Sospechas ponen en el ojo del huracán a Infovida, sociedad proveedora de servicios informáticos y contables, fundada por Claudio Santander, presidente del conglomerado.


Los estados financieros de la isapre Masvida hace rato que son motivo de preocupación para la Superintendencia de Salud. No solo por los indicadores legales que debe cumplir mes a mes, sino porque poco a poco van revelando inconsistencias preocupantes y que podrían salpicar a la propia autoridad.

Primero fueron las liberaciones de garantías que, desde enero de 2016 al mismo mes de este año, alcanzaron poco menos de $60 mil millones, que permitió la Superintendencia, con tal de que la isapre pudiera ir pagando de a poco a sus prestadores, sin mermar los ratios de liquidez exigidos por ley. Pero luego fueron otros asuntos contables los que gatillaron formulaciones de cargos por parte del regulador, los cuales despertaron la alerta de Southern Cross y motivaron, junto a otros factores, el retiro de su oferta.

Ahora se suma un nuevo antecedente, quizás más grave que los anteriores, y que radica en las dudas respecto del costo médico de la isapre, asunto que la propia Superintendencia tiene el mandato de fiscalizar. La sospecha la abrió nuevamente Southern Cross, que la semana pasada, a través de una nueva carta al directorio, levantó la alerta.

El fondo de inversiones dirigido por Raúl Sotomayor todavía estaba dispuesto a hacer una oferta, sin exclusividad, sobre el holding, pero una vez que se le aclararan varias dudas financieras sobre la isapre.

El 14 de febrero, Sotomayor tuvo una reunión con Claudio Santander, presidente del conglomerado, reiterándole este ofrecimiento, pero al mismo tiempo insistiendo en la necesidad de tener información detallada sobre los costos médicos de Masvida.

Ese mismo día, el fondo emitió una carta al directorio afirmando lo siguiente: “Necesitamos con urgencia la información solicitada además de su verificación a través de un proceso de auditoría técnica para poder evaluar presentar una nueva propuesta de asociación (…). Recalcamos que el ofrecimiento hecho por el Presidente de la compañía consistente en que EMV prepare la información actualizada solicitada es insuficiente para que SC pueda preparar una nueva propuesta de asociación, puesto que se requiere no sólo la obtención de dicha información, sino que también su verificación a través de un due diligence técnico in situ del costo médico de la Isapre, en el cual un equipo experto pueda participar del proceso de levantamiento de dicha información asegurando así su transparencia y consistencia (…). Este proceso de auditoría técnica busca verificar la validez de la información financiera de EMV, especialmente de la contabilización del costo médico y sus provisiones en la Isapre. Esto último producto que durante el proceso de due diligence realizado se encontraron inconsistencias entre la actividad de la Isapre y sus estados financieros, tal como constan en nuestras cartas de fechas 7 y 28 de diciembre de 2016”.

Sobre esta situación ya está al tanto la Superintendencia de Salud. Si bien su titular, Sebastián Pavlovic, tras ser consultado por este medio afirmó que hasta ahora “no ha habido denuncia real o concreta» sobre inconsistencias en el costo médico de la isapre, sí lo están monitoreando. «Estamos fiscalizando a Masvida de manera permanente y creciente desde hace más de un año. Estás últimas afirmaciones las hemos incluido dentro de lo que está haciendo el departamento de fiscalización», señaló.

El panorama para la Superintendencia no es fácil en esta materia, pues fuentes de esta industria afirman que uno de sus principales mandatos es el monitoreo permanente por que el costo médico informado por una isapre corresponda con la realidad. En lo formal, la autoridad fiscaliza que las aseguradoras mantengan el monto mínimo de garantía exigido, cumplan los Indicadores de Patrimonio, Garantía y Liquidez, y la presentación de los Estados Financieros según la normativa.

Consultado al respecto, Pavlovic le resta dramatismo y afirma que “nuestro rol de fiscalización en materias financieras en general tiene que ver con el cumplimiento de los estándares legales y las normas que regulan los aspectos de solvencia. Pero si se comprueba ocultamiento malicioso de información, sin duda tendría que haber consecuencias».

Esas consecuencias podrían ser una intervención –medida que para varios críticos del superintendente debiera haber tomado hace rato– o sanciones. Sin embargo, todo ello dependerá de las propias fiscalizaciones que se están haciendo, las que en la práctica se traducen en funcionarios de la Superintendencia que están por estos días en las oficinas de Masvida monitoreando su situación.

Todo ello, mientras el Ministerio Público también empieza a recopilar antecedentes sobre este caso. Fuentes cercanas afirman que, si bien no han iniciado una investigación formal sobre el caso Masvida, han ido estudiando su curso y no es descabellada una investigación formal sobre el holding.

A esto se suman otras instancias políticas, como la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados. Juan Luis Castro (diputado PS) afirmó a este medio que el 1 de marzo pedirá al resto de la comisión que se cite a Pavlovic y a Santander para que expliquen qué está pasando en la compañía.

La relevancia del costo médico

Las sospechas que abrió Southern Cross suponen que es este ítem el que le ha permitido a Masvida ir cumpliendo con los distintos ratios de liquidez y solvencia exigidos por norma.

Como toda aseguradora, sus números siempre dependerán de la siniestralidad. Esta es la resultante entre el costo médico dividido por los ingresos que le generan sus afiliados. Del saldo a favor que quede dependerá la utilidad, la cual en esta industria ronda el 3%.

Este costo médico se compone de tres grandes pilares: el gasto ambulatorio de salud, el gasto médico hospitalario y las licencias. Sin embargo, hay otra línea que cobra relevancia: las prestaciones ocurridas y no liquidadas. Este ítem es el que genera sospechas al interior del conglomerado.

Es que para las “prestaciones ocurridas y no liquidadas” la isapre debe manejar una provisión financiera, la cual se estima en razón de siniestralidades que ocurren en un determinado período. La aseguradora no sabe del siniestro, hasta que reconoce el pasivo generado por algún tratamiento del afiliado.

Según sostienen conocedores de la empresa, Masvida habría jugado con dicha provisión, desconociendo siniestralidades, siendo esta una línea relevante del costo médico, pues ello tiene impacto inmediato en la liquidez financiera de la firma, pues, si la provisión se reconoce, el costo médico sube, al igual que las cuentas por pagar a prestadores, teniendo como efecto indeseado mayores garantías que debe cumplir ante la Superintendencia.

En este caso, hace rato que los bancos le cortaron las boletas de garantía a Masvida, pudiendo solo echar mano a su caja. Las garantías que exige el regulador buscan proteger a los prestadores de servicios de una isapre, ante la eventualidad de que esta pueda caer en impagos. Y para enterar la garantía como aseguradora, hay dos caminos: poner caja propia o pedirle a un banco una boleta por cuenta de la isapre. Desde la industria explican que, en general, esta garantía se constituye en un 80% por boletas de bancos y un 20% de caja en depósitos que están regulados.

Así, el monto que se debe garantizar todos los meses responde a una fórmula que depende directamente de las cuentas por pagar, la cual se obtiene precisamente del costo médico. Es por esto que las sospechas respecto de cómo la isapre pudo seguir funcionando hasta hora, apuntan a que es mediante la falta de reconocimiento oportuno de los pasivos generados por sus afiliados.

Infovida sale a colación

La información contable y financiera de todas las sociedades que componen el holding la maneja Infovida, sociedad coligada a este grupo de empresas y que se formó a principios de los años 90 por el propio Santander. En caso de haber anomalías financieras en Masvida, la responsabilidad recaería precisamente en Infovida.

Entre los propios accionistas disidentes de Santander existen dudas respecto de la naturaleza de Infovida, así como varios otros elementos que rondan a la compañía, por ejemplo, la figura de José Muñoz, ex auditor de Ernst & Young (E&Y) Concepción y que tuvo a la isapre bajo su auditoría mientras estaba en dicha consultora.

Estuvo más de 15 años en E&Y, pero desde principios de 2016 que es parte de la isapre Masvida y en la actualidad es su gerente de finanzas.

Estos datos que generan controversia entre algunos de sus accionistas se suman a otros hechos revelados por este medio, como la relación entre el antecesor de Muñoz en Masvida, José Bäuerle, con su sobrino Marcelo Ricci Bäuerle, ex jefe de fiscalización de la Superintendencia de Salud, quien aprobó liberaciones de garantías por unos $38 mil millones, un hecho que motivó un sumario administrativo en la entidad que ya terminó, pero que todavía espera una resolución definitiva.

Infovida es la figura para “Sociedad de Asesorías en Informática, Capacitación y Administración”. Fue constituida en 1992 por Claudio Santander y tres médicos cirujanos más, con $300 mil de la época. Su objeto era la prestación de servicios de asesoría administrativa, desarrollo de sistemas computacionales, comercialización de equipos e insumos, así como toda actividad anexa o complementaria a estas. Asimismo, la compraventa, importación, exportación, arriendo y distribución de equipos y programas de aplicación.

Mediante esta sociedad, en conjunto con Masvida Inversiones, se creó MV Financial Service Group en 2008, sociedad instrumental que se formó con tal de recibir los préstamos que la isapre le hacía a su red de clínicas, pues la isapre no puede inyectar este capital directamente. Masvida Inversiones fue representada por Santander, en tanto que Infovida por Erwin Sariego, gerente general del holding.

Gamma no pierde la fe

Claudio Santander fue contactado a propósito de las denuncias hechas por Southern Cross, sin embargo, no hubo retroalimentación de su parte.

Sí lo hubo en Gamma Capital, la firma de private equity que recientemente se asoció con el holding para sacarlo adelante. Consultados respecto a las sospechas sobre el costo médico y el potencial impacto en su relación con la compañía, afirmaron lo siguiente: “La negociación de Gamma con Masvida es una negociación cerrada. La oferta está hecha y firmada. Gamma está haciendo el due diligence pero al mismo tiempo trabaja desde el día de la firma, en la normalización de la isapre. El expertise de gamma en el área clínicas, con el reciente rescate al Sanatorio Alemán, los tiene confiados en que van a protagonizar una operación exitosa. Gamma no se hace cargo de las negociaciones anteriores, afirman que la de ellos está cerrada y están seguros que gracias a su gestión y experiencia van a alcanzar las metas esperadas”.

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