MERCADOS
Una nueva paralización está en el horizonte. La compañía y el Sindicato N°1 de trabajadores comenzaron las conversaciones frente a las cuales la empresa espera que no suceda nuevamente lo acontecido en febrero del 2017 producto de una extensa paralización que incidió en la producción minera nacional y por ende en la economía.
El impacto y golpe en la economía fue duro, tanto así que repercutió en más cifras de crecimiento país y en el precio del metal rojo en todo el mundo. Hoy, eso busca evitarse a toda costa. La palabra huelga es algo que ni siquiera quiere mencionarse.
El piso de exigencia no es poco. En el acuerdo salarial más reciente, la mina Spence otorgó un bono de 13,5 millones de pesos y un aumento de salario real del 2%. Y los $15,5 millones, más otros $3 millones en un crédito blando a los trabajadores, es la cifra definitiva que obtuvieron los sindicalizados de minera Los Pelambres.
«Informamos que hoy el Sindicato N°1 presentó a la empresa su propuesta de contrato colectivo para el próximo periodo», con este mensaje el primer día de junio los trabajadores de Escondida anunciaban el inicio de un nuevo proceso de negociación.
En esa ocasión se dieron a conocer las demandas del sindicato, las que incluyen un reajuste salarial del 5%, el que afirman se encuentra «congelado» desde 2013; como también un bono de término de conflicto que representaría un 4% de los dividendos de los accionistas en 2017, el que, dependiendo de las utilidades de la compañía, oscilaría entre $21 millones y los $24 millones.
Diez días después del anuncio de la negociación, el sindicato recibía una «respuesta formal» de parte de Escondida: «La empresa espera que las diversas temáticas de interés sean ahora dialogadas en la mesa de negociación para poder llegar a un acuerdo de beneficio mutuo».
[cita tipo=»destaque»]A días de iniciarse una nueva mesa negociadora, comienzan a conocerse los primeros avances en las tratativas para renovar el contrato colectivo que vence a fines de julio. Según un comunicado interno, ya serían 18 los puntos en los que se alcanzaron acuerdos entre ambas partes, entre los que se encuentran tópicos como las definiciones respecto a la fecha de inicio del nuevo contrato, los bonos de vacaciones y antigüedad o, los días festivos, las vacaciones y Navidad.[/cita]
Luego, el 18 de junio, se informaba que las comisiones negociadoras de la compañía y del Sindicato N°1 de trabajadores iniciaban conversaciones, instancia en la que Patricio Vilaplana, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Escondida, comentaba que “la empresa tiene la mejor disposición a dialogar buscando la forma de llegar a un acuerdo, el cual debe atender a los intereses de los trabajadores y sus familias, como también a la sustentabilidad de la empresa y a su permanencia en la región por 100 años y más”.
En medio de estos hitos, en conversación con El Mostrador Mercados, desde Escondida manifestaron su obvia preocupación. Sin embargo, el ambiente que se respira es de expectativas positivas, por ningún motivo quieren ponerse en el escenario de una nueva paralización de trabajadores; esos son los ánimos y esperan que el sindicato también los tenga.
El sindicato, por su parte, evitó referirse al tema, se negaron a adelantar pronósticos e información mientras se esté en proceso de negociación.
«Es el peor registro desde 2009», así informaba en abril del 2017 el Banco Central sobre la economía chilena que se contrajo 1,3% en el mes de febrero producto del impacto de la huelga de 43 días en la Minera Escondida, la que también afectó la producción minera nacional que registró una fuerte caída.
En ese período, el índice de producción de la actividad “anotó una contracción de 16% en 12 meses” por la baja principalmente de la producción de cobre, del que Chile es su principal productor mundial, informaba el Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
Además, la producción total de cobre alcanzó las 376.948 toneladas métricas de fino (TMF), disminuyendo 16,7% respecto al mismo mes del año anterior.
Escondida, controlada por angloaustraliana BHP Billiton, produce en el norte de Chile el 5% del cobre mundial.
Cifras rojas gatilladas, en esa ocasión, por la huelga que arrancó un 9 de febrero con la paralización de unos 2 mil 500 trabajadores que exigían un bono de casi 40 mil dólares y el mantenimiento de los actuales beneficios de salud y educación. Los trabajadores no llegaron a acuerdo y se acogieron al artículo 369 del Código del Trabajo, por lo que no obtuvieron ni el bono ni el reajuste que pedían, pero con la posibilidad de negociar 18 meses después.
A días de iniciarse una nueva mesa negociadora, comienzan a conocerse los primeros avances en las tratativas para renovar el contrato colectivo que vence a fines de julio. Según un comunicado interno, ya serían 18 los puntos en los que se alcanzaron acuerdos entre ambas partes, entre los que se encuentran tópicos como las definiciones respecto a la fecha de inicio del nuevo contrato, los bonos de vacaciones y antigüedad o, los días festivos, las vacaciones y Navidad.
Sin embargo, todavía queda discutir los temas centrales del convenio, que tienen que ver con el bono y el plan de salud. Respecto a estos últimos puntos, el sindicato solicitó un desembolso de unos $25 millones por cada uno de los casi 2 mil 500 trabajadores, lo que equivale al 4% de las utilidades de la compañía durante el último ejercicio. Lo anterior fue calificado como «exagerado» por parte de la administración de la compañía.
Para esta próxima semana se espera que se reactive la negociación, una vez que los trabajadores y la empresa vuelvan a reunirse, bajo la atenta mirada del mercado debido al temor que existe tras la extensa huelga de 2017.
