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El futuro de la medicina: centrarse en la experiencia del paciente para obtener mejores resultados Salud

El futuro de la medicina: centrarse en la experiencia del paciente para obtener mejores resultados

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En las duodécima Jornadas Nacionales y Segundas Jornadas Rioplatenses del Foro Latinoamericano colaborativo en calidad y seguridad de la salud se detallaron diversos desafíos en el área medica. Entre los más importantes, destacó el rol que cumplen los pacientes en el sistema y en los diversos tratamientos.


El pasado jueves comenzó las duodécimas Jornadas Nacionales y segundas Jornadas Rioplatenses del Foro Latinoamericano colaborativo en calidad y seguridad de la salud, con el fin de expandir la colaboración en iniciativas de calidad en la zona.

El evento cuenta con la participación de diferentes expertos e invitados de diferentes países. Entre ellos, expuso la doctora Christina Akerman, académica de la Universidad de Texas y ex presidente de International Consortium for Health Outcomes Measurement (ICHOM), en una conferencia titulada “El futuro de la salud basada en el valor”, en donde habló sobre los desafíos de la medicina.

Durante la pandemia fue más evidente que ser sano y tener sistemas de salud que provean cuidados de altos valor son cosas claves para lograr un mundo que se desarrolle bien, es por esto que es necesario re evaluar ciertos aspectos. “El enfoque de la salud de hoy no es un resultado final lo que le importa al paciente, sino más en sobre lo que se hace y no tanto en lo que se logra. En salud necesitamos poder contestar lo que la gente necesita más cuando busca tratamientos, esto incluye, la mejora funcional de la capacidad de vivir vidas productivas y funcionales”, indicó Akerman.

La doctora hizo mención a un informe de la OCDE del 2017 que dice que por lo menos un quinto de de los gastos en salud deberían ser canalizado a mejor uso, los números muestran que pacientes se ven dañados en el punto de atención o que reciben tratamientos innecesarios, ya que no mejoran.

“Todo se tiene que basar en la experiencia del paciente. En primer lugar tenemos que comenzar poner enfoque en los pacientes, esto es clave para entender las necesidades insatisfechas de ellos con ciertas enfermedades medicas o en algunos segmentos de la población”.

Además, hizo mención a que hoy en día debido al dinamismo de las experiencias en salud, es imposible fijar resultados estructurales. “Los resultados de salud no son métricas estructural, no son indicadores, sino que es la experiencia del cuidado del paciente, de preguntarle ¿Cómo estuvimos?”.

Sumado a lo anterior, la académica fue enfática en decir que “los resultados que le importan más a los pacientes, por lo general, son cómo los cuidados afectan sus capacidades y calidad de vida, y por eso necesitamos preguntarle al paciente, para cubrir todos los resultados de salud relevante”.

Un ejemplo en concreto: el cáncer a la próstata localizada

Este cáncer actualmente cuenta con una buena esperanza de vida. A la hora de preguntarle los aspectos que le importan a los pacientes, señalaron dos ámbitos: mantenerse continentes y mantener la función sexual.

En la clínica Martini en Hamburg hicieron un rastreo de lo que es la función sexual y la continencia durante años y han bajado los riesgos de estos aspectos. “Es muy importante darse cuenta que muchos resultados importantes de salud pueden ser reportados solo por los pacientes. No es un informe clínico basado en matemáticas”.

La importancia del proceso

Existen tres capas en los resultados de salud para condiciones médicas: sobrevida, cómo es el viaje a la sobrevida y hacia que tipo de vida queremos sobrevivir.

“Cuando vivimos con una enfermedad crónica, la sobrevida de largo plazo es muy relevante, pero para estos pacientes la salud no es un episodio, es su vida diaria. Aquí son importante asegurar la comodidad, es decir, el éxito de reducir la carga de la enfermedad (por ejemplo la ansiedad emocional) y la tranquilidad, que es el éxito de reducir el estrés del tratamiento”, aseguró la experta.

International Consortium for Health Outcomes Measurement (ICHOM), es una entidad sin fines de lucro que busca transformar sistemas de atención en salud, midiendo los resultados de los pacientes a través de estandarizaciones de métricas. Su lógica se basa en crear un tipo de juego en base a una enfermedad y enfocado en los resultados de salud que importan más a los pacientes.

“Por eso los pacientes están directamente involucrados en definir que juego que se desarrolla, que incluya el estado funcional, la carga de los síntomas y la calidad de la vida, alineada con la capacidad, comodidad y calma”, afirmó Akerman.

El rol de los datos en la salud

Actualmente, la iniciativa OCDE Paris, está ayudando a construir una capacidad de países y organizaciones para capturar la voz de los pacientes.

Según la especialista, es necesario una medición sistemática de los resultados estandarizados por instituciones . Estas van a mejorar la comparación de los resultados y dar apoyo a los profesionales de la salud en identificar en dónde se logran los resultados más importantes. Además, van a aprender de los procesos, fortalecer estos resultados y promover la diseminación de estas prácticas. “Sin embargo, hoy comparaciones de mayor escala son difíciles de implementar debido a la falta de interoperabilidad informática entre los diferentes sistemas de salud en países, continentes y el mundo entero”, detalló.

A pesar de lo anterior, la experta afirma que se está mejorando la comunicación informática al rededor del mundo. Además, agrega que la tecnología digital es fundamental, ya que esta abre muchas oportunidades.

El desafío

“Solo se gasta un 3%  del presupuesto total de salud de la OCDE en la promoción y prevención de la enfermedad y para medir y mejorar los resultados que importan a los pacientes este es el norte para restaurar la salud a su propósito. Si logramos reducir el desperdicio del sistema, vamos a tener más recursos para prevenir”, indicó la experta.

Durante la charla, la cual tuvo una duración de aproximadamente una hora, la académica incitó la idea de la necesidad de incorporar los pacientes en el sistema de salud, para así tener resultados reales, que van más allá de lo cuantitativo de la sobrevivencia. Es necesario transformar el sistema para que se enfoque en cómo las personas viven durante y después de un tratamiento o una enfermedad.

 

 

 

 

 

 

 

 

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