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Cómo ahorrar energía al refrigerar y congelar correctamente los alimentos Sustentabilidad

Cómo ahorrar energía al refrigerar y congelar correctamente los alimentos


Llegan las Fiestas Patrias y muchas personas están adelantando las compras para abaratar los gastos de la celebración, ante el alza en el costo de la vida.

Además, se está acabando el invierno y sube de a poco la temperatura, por lo que es necesario prepararse de forma adecuada en relación a la conservación de alimentos.

Según la Agencia Internacional de Energía, entre un 5% y un 10% diario es el consumo de energía que se genera en los hogares producto de diferentes electrodomésticos, incluso de los que están  que apagados, a lo que se llama “consumo fantasma”. 

Pero es importante también que detectemos cuáles son los electrodomésticos que más consumen energía y que hacen que nuestra cuenta de luz suba.

La secadora es muy práctica, pero es el de mayor alto consumo: 2.888 W por hora. Luego le sigue el hervidor (850 por hora) y microondas (800 W por hora)

Tanto refrigeradores, frigobares y freezers consumen entre 250 – 500 W por hora, lo que abarca el 30,6% del consumo de energía del hogar chileno. 

Estos electrodomésticos deben estar encendidos 24/7 y no se desenchufan para ahorrar, pero se aconseja solo abrirlos cuando sea necesario y jamás dejarlos mucho rato con la puerta abierta, ya que eso hace que consuman aún más energía.

Jordan Butler, CEO de la startup chilena CleanLight asegura que “se puede cambiar un refrigerador con etiqueta A++, ya que ahorran más energía”.

Guardar los alimentos en un refrigerador

Parece una tarea fácil, pero conservar los alimentos al interior de un refrigerador implica algunos conocimientos claves para que los alimentos duren más tiempo y el bolsillo gaste menos.

«La conservación de los alimentos depende en su mayoría de la ubicación de estos dentro de la nevera, ya que no todos los alimentos requieren la misma distribución de frío”, dice al respecto Jerónimo Huerta, gerente general de Mabe en Chile.

La puerta es la parte menos fría de un refrigerador. Por eso es aconsejable colocar aquellos productos que no necesitan temperaturas demasiado bajas, como por ejemplo la mantequilla o margarina, las salsas, las mermeladas, las bebidas como gaseosas y jugos, y huevos, sobre todo en el compartimiento estratégicamente creado para ellos, para que no absorban los olores del resto de los alimentos.

Se recomienda almacenar productos cocidos, carnes y embutidos en la parte superior, ya que esta es la parte más fría. 

En la parte media, se debe colocar los alimentos que requieren menos frío, como los lácteos, y también aquellos alimentos que ya se encuentran abiertos y requieren frío para conservarse por unos días más.

En la parte inferior debe destinarse a verduras, hortalizas y frutas frescas que podrían estropearse a temperaturas más bajas.  Es recomendable elegir modelos de refrigeradores que cuenten con cajones “legumbreros” que permiten el control de humedad para mantener frescos los vegetales por más tiempo.

Freezer 

En el congelador se deben almacenar las proteínas, helados o algunas frutas y verduras congeladas. Adicionalmente, por cuestión de control, se recomienda etiquetar los productos con la fecha en que fueron congelados y la fecha de caducidad, esto ayudará a reducir desperdicios.

Desde la marca chilena Libero, aconsejan elegir un freezer con eficiencia energética de al menos A+, además de congelar pequeñas cantidades de alimentos a la vez, ya que, si se hace en grandes cantidades, aumenta la temperatura al interior y se gasta más energía.

No hay que abrir el freezer mucho para evitar el escape de frío que luego debe ser recuperado consumiendo energía. Por eso, mantener el orden dentro es muy importante ya que en las búsquedas de alimentos éste se mantiene abierto por más tiempo, ocasionando gran pérdida de frío, y con ello posteriormente un gran gasto de energía para recuperar el frío perdido.

Es necesario dejar enfriar completamente los alimentos antes de congelarlos. Si se guardan alimentos calientes o tibios no sólo sube la temperatura al interior del freezer aumentando el gasto de energía, sino que este aumento puede afectar la cadena de frío de otros alimentos ya congelados y así acortar la durabilidad de los mismos.

Es energéticamente más eficiente un congelador lleno que uno a medio llenar, ya que los alimentos conservan mejor el frío que el aire. Por lo tanto, a mayor cantidad de alimentos, mejor se conserva la temperatura y menor será el gasto de energía. Una opción si hay poco alimento congelado es conservar bolsas de hielo.

Además, hay que descongelar regularmente el freezer ya que las capas de hielo que se pueden formar en su interior reducen considerablemente su eficiencia y aumentan el consumo. Una capa de hielo de 1 cm aumenta el consumo de energía en un 10-15%.

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