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Investigadores elaboran documento para respetar y promover el buen trato a las personas mayores Social

Investigadores elaboran documento para respetar y promover el buen trato a las personas mayores

Erradicar términos obsoletos y ofensivos, así como entender que son adultos funcionales, activos y con derechos que deben ser respetados, son algunas de las indicaciones recopiladas en la “Guía para el buen trato a las personas mayores”. El documento, dirigido a funcionarios y funcionarias municipales, integrantes de organizaciones sociales y vecinas y vecinos, fue elaborado por investigadores e investigadoras del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO) de la Universidad de Chile en conjunto con la Municipalidad de Quinta Normal.


Hablar claro, pero sin estigmatizaciones, erradicar términos obsoletos como “abuelitos” o “tatitas”, dejar de asumir que son “dependientes o jubilados”, e informar de sus derechos y los protocolos de denuncias ante vulneraciones.

Estas son algunas de las recomendaciones dirigidas a funcionarios y funcionarias municipales recopiladas en la “Guía para el buen trato a las personas mayores”, elaborada por investigadores e investigadoras del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO) de la Universidad de Chile.

El primer centro en Latinoamérica dedicado al estudio del envejecimiento se unió a la Municipalidad de Quinta Normal para desarrollar esta herramienta que busca mejorar la calidad de la atención que se brinda a las personas mayores en las reparticiones públicas, respetando sus derechos y, con ello, mejorar su calidad de vida.

La guía, lanzada en el marco del Día de la toma de conciencia del maltrato en la vejez, fue recibida alegremente por las funcionarias y funcionarios municipales, integrantes de organizaciones sociales y vecinas y vecinos de la tercera edad. El documento gratuito, que pronto podrá descargarse, viene a acompañar también la Ordenanza para la promoción de los derechos de las personas mayores en la comuna.

El director de GERO y profesor de la Universidad de Chile, Christian González-Billault, dice que “la idea de la guía nace cuando nos empezamos a relacionar con los servicios de salud que son dependientes del municipio y nos dimos cuenta que ahí había un espacio para contribuir, específicamente en la formación de las personas que trabajan con las personas mayores”.

Desde Quinta Normal vieron este trabajo con Peñalolén y les solicitaron replicarlo en su comuna, agrega el académico. Lo que hicieron fue entregar recomendaciones relacionadas con estos sesgos que ocurren muy frecuentemente para que la gente sea consciente.

“Por ejemplo: llega una persona mayor a un servicio de salud o a cualquier repartición pública y lo primero que hace la persona que lo recibe es decirle ‘abuelito, ¿cómo está?’, en el fondo lo infantiliza. Entonces, la gente tiene que entender que eso no es correcto, pues una persona por ser mayor no pierde sus capacidades para que lo traten como a un niño”, dice el profesor González-Billault.

Este tipo de ejemplo es uno de los que desarrollaron dentro de esta guía. “Son cosas concretas que las personas que van a trabajar o van a estar expuestas a atender a personas mayores deben conocer para que entiendan que son sesgos, que si bien son inconscientes, son sesgos. Al poner atención a estas prácticas, pueden atenderlos de mejor manera”, explica Christian González-Billault,

En tanto, Daniela Thumala, profesora titular de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile e investigadora de GERO, dice que lo que les interesó como centro fue poner sobre la mesa información para cambiar estas prácticas infantilizadoras, “porque no tratar bien a una persona mayor rara vez es por maldad, la mayor parte de las veces es por ignorancia”.

Por esta razón, indica, “lo que hicimos es ofrecer información a las personas que van a trabajar con personas mayores respecto de que una persona puede estar físicamente frágil, pero no necesariamente psicológicamente frágil. Es más, muchas personas mayores tienen altos niveles de fortaleza, han desarrollado estrategias para afrontar dificultades que ya se la quisiera gente más joven”, plantea.

Cambio cultural 

El profesor sostiene que es fundamental hacer este cambio cultural en la sociedad e instancias como la elaboración de la guía son pasos en esa dirección, una herramienta de bajo costo y que desde el área de la educación logra cambiar la realidad de quienes se ven beneficiados.

“Algo que es fundamental es entender que uno no deja de ser ciudadano cuando deja de trabajar o se jubila. Uno tiene los mismos deberes, con los mismos derechos y, por lo tanto, la pérdida de capacidades, que es consustancial a envejecer, no es una pérdida tal, a no ser que sea patológica, que involucre necesariamente que las personas pierdan sus derechos o pierdan la capacidad de tener el control absoluto de su vida”, afirma.

Thumala también refuerza la necesidad de cambiar la mirada sobre la vejez. “Dar información es una forma de ayudar a promover el buen trato a las personas mayores. Información que muestra la vejez como una etapa diversa, donde hay pérdidas, pero también hay cosas que se pueden ganar, como -por ejemplo- esta capacidad para enfrentar dificultades”.

“La mayoría de la gente reporta buenos niveles de bienestar en la vejez, contrariamente a lo que todo el mundo piensa. Eso quiere decir que hay recursos psicológicos y personales para enfrentar los desafíos asociados al envejecimiento”, agrega.

¿Qué hace falta para mejorar la calidad de vida de las personas mayores en Chile?

La investigadora dice que la respuesta está en la difusión de la información. En ese sentido, destaca que hace falta mayor conocimiento respecto de lo que es el proceso de envejecimiento y lo que es la etapa de la vejez.

“Estamos llenos de estereotipos y prejuicios y miradas 100% negativas respecto a esta etapa de la vida. Entonces, la negamos como algo que no queremos ver, algo que le pasa a otros y no nos preparamos para llegar en mejores condiciones a esa etapa. Y muchas veces discriminamos y no tratamos bien a las personas mayores”, explica.

En este sentido, la profesora dice que al menos hay tres elementos que son cruciales: uno es cómo desde etapas tempranas de la vida vamos incorporando la vejez como parte de nuestro curso vital, no solamente de los abuelos o de otras personas, sino que parte de mi propia vida.

Otro aspecto importante tiene que ver con las redes afectivas de las personas mayores. “Estamos enfrentando una segunda pandemia. Yo diría que es la pandemia de la soledad. La soledad en la gente mayor es un fenómeno creciente. Tenemos que tratar de llegar a esa etapa de la vida con una red afectiva que hemos cultivado, que hemos cuidado, y por qué no decir también generar nuevas redes afectivas en la adultez mayor”.

Un tercer punto es el tema del sentido y su participación. Thumala detalla que es un desafío muy importante, ya que se debe pensar colectivamente en crear espacios de participación y de aporte para que las personas mayores puedan hacer sus aportes y su experiencia sea algo valorado y validado.

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