Niñez
Psicóloga sostiene que el alza en casos de violencia escolar puede relacionarse a que muchos jóvenes están expuestos a ambientes agresivos.
La Superintendencia de Educación reveló recientemente datos sobre la situación de violencia escolar en Chile. Esto, porque durante el primer semestre de 2023 se registró un aumento del 27% en los casos respecto del mismo período en 2022.
Un total de 650 denuncias de distinta índole fueron las ingresadas al organismo antes del comienzo de las vacaciones de invierno, las cuales durante el año pasado en igual fecha académica alcanzaban un total de 504.
De los casos presentados en 2023, un 41,87% (268) tratan sobre maltrato a párvulos y/o estudiantes. En este ítem, 101 denuncias son respecto de violencia proveniente de adultos, aumentando considerablemente los 54 incidentes de este tipo registrados durante el primer semestre de 2022.
La Región del Biobío se encuentra en un cuarto lugar a nivel nacional en cuanto a la cantidad de denuncias, con un 8,32% de las presentadas a nivel país. Para el director de la Superintendencia en el Biobío, Carlos Martínez, el aumento “puede relacionarse a múltiples factores sociales y culturales. Uno de los aspectos interesantes que se pueden desprender de los relatos de las denuncias es que las personas tienen una mayor conciencia de los derechos que les asisten a las niñas, niños y adolescentes en el espacio educativo”, dijo.
En esta línea, la psicóloga de la Unidad de Apoyo Psicosocial al Personal Universitario de la UdeC, Nerkis Fuentes Domínguez, también sostiene que se trata de un fenómeno multicausal, el cual involucra factores sociales, familiares e individuales, tales como, la presencia de desigualdad y la discriminación.
“Dentro de los factores familiares, se da que los victimarios en la violencia escolar provienen de un entorno familiar disfuncional, quienes pueden caer en este tipo de comportamientos en la escuela, reflejando en este lugar lo que viven en sus casas, donde pueden estar expuestos a modelos agresivos”, afirmó.
Respecto de las víctimas, la especialista señaló que hay características psicológicas que predisponen a las víctimas a sufrir violencia en la escuela. Al mismo tiempo, la psicóloga expresó que “estos casos pueden traer consecuencias psicológicas; como por ejemplo, estados ansiosos o depresivos. También dolor abdominal, micciones al dormir, problemas de sueño, dificultades conductuales, rechazo escolar y bajo rendimiento académico”.
“Es necesario acompañar a estudiantes que sufren acoso y brindarles el apoyo emocional necesario para que se genere la sensación de bienestar”, apuntó.
Vale destacar que según la psicóloga en esto no influye el tipo de establecimiento educacional, puesto que la evidencia da cuenta que esto se presenta en colegios públicos, particulares subvencionados y particulares, por lo que no significa necesariamente un factor de seguridad.
“Es importante tener en cuenta que quienes ejercen violencia escolar no siempre lo hacen de manera premeditada; sino que muchas veces reaccionan de manera inconsciente como modo de autoafirmación o búsqueda de pertenencia, sobre todo en caso de jóvenes que transitan la adolescencia temprana, donde buscan el reconocimiento de sus pares”, añadió Nerkis Fuentes.
Entre las recomendaciones, la experta manifestó que es importante concientizar en las escuelas sobre formas de relacionarse que sean más pacíficas y asertivas, destacando que cada ser humano es digno de respeto. Aunque de igual forma es fundamental el trabajo en el hogar, donde se debe siempre apuntar a una convivencia armónica.
