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Vida Pública: Federico Ringeling y el desafío de asumir por cuatro meses la alcaldía de Zapallar Entrevista

Vida Pública: Federico Ringeling y el desafío de asumir por cuatro meses la alcaldía de Zapallar

El jueves pasado el Concejo Municipal lo designó en el cargo tras la destitución de Nicolás Cox por parte del Tricel. En esta entrevista habla de sus planes y de su rol en la Corporación Bosques de Zapallar, que para preservar la biodiversidad de la zona ha debido enfrentar varias disputas, una de ellas a raíz del proyecto inmobiliario que intentó levantar en la zona el ex presidente Sebastián Piñera.


El concejal por Zapallar Federico Ringeling asumió el jueves pasado como nuevo alcalde de Zapallar después que el edil Nicolás Cox fue destituido por el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel) por “notable abandono de deberes”. Serán cuatro meses al frente del municipio de la Quinta Región durante los cuales espera “limpiar la imagen” de una comuna que a su juicio ha debido enfrentar una serie de episodios negativos.

“Zapallar ha estado en la noticia hace muchos años y lamentablemente en forma negativa por distintos episodios. Yo quiero que eso no pase más y vamos a  tener que limpiar su imagen. En cuatro meses no es fácil, pero lo vamos a hacer con transparencia verdadera, y vamos a buscar la participación”, dijo el nuevo jefe comunal en una entrevista que concedió a Max Raide de El Mostrador para el programa Vida Pública.

Ringeling, quien se mantendrá en el cargo hasta que asuma el nuevo alcalde que resultará electo tras las elecciones de octubre próximo, ha jugado un rol clave durante los últimos años para garantizar la conservación de la biodiversidad en toda esa zona costera a través de la Corporación Bosque de Zapallar.

Esta última nació con el objetivo de preservar para las nuevas generaciones una zona conformada por 2.500 hectáras que, dijo, constituyen “el hábitat costero y mediterráneo más valioso del país”, las que están en manos de privados, muchos de los cuales han podido tomar conciencia de la necesidad de no fragmentar los bosques con la construcción de carreteras y otros proyectos que podrían alterar el equilibrio natural de un sector altamente vulnerable.

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Eso lo ha llevado a él y a la Corporación a protagonizar enconadas disputas con distintos personajes interesados en explotar el potencial inmobiliario de la zona, entre ellos el ex presidente Sebastián Piñera.

“Nosotros en este momento tenemos la administración de un área de 70 hectáreas aproximadamente que es el parque El Boldo que ya está asegurado jurídicamente su destino  perpetuo como área verde protegida”. Dijo que lo anterior, después que “un grupo de personas adquirió las 85  hectáreas que constituían el proyecto, donde se iban a construir 200 departamentos en 10 edificios más un hotel de 180 habitaciones. Era un impacto muy grande en el cerro, en Zapallar, en el bosque, pero en el fondo no cumplía el plan regulador, por eso no se pudo llevar a cabo, así que al final, después de una lucha judicial, en que los tribunales de justicia le dieron razón a la posición que adoptó la minicipalidad de Zapallar en esa época, el proyecto no prosperó”.

Recordó que posteriormente la entidad debió enfrentar otro desafío cuando esos mismos terrenos salieron a remate divididos en 110 parcelas. La organización consiguió entonces adquirir a precio de mercado con un “compromiso autoimpuesto” de no alterar la zona. De ese modo, sólo en 26 parcelas se construyeron casas y las restantes 84 se destinaron a parque.

Asimismo, dijo que el plan regulador que rige la comuna desde la década de los ’90 y que es uno de los más restrictivos que existen en Chile permitieron, paradojalmente a las críticas iniciales que este suscitó, que el valor de los terrenos en el borde costero de la comuna aumentaran considerablemente, lo que atribuye al hecho que la gente “valora un crecimiento en baja densidad”.

Por eso indica que si bien aparentemente en la comuna se ven muchos proyectos en curso, el  crecimiento ha sido “de dos viviendas por hectárea”. Sobre este punto citó el caso del proyecto Costa Cachagua, que “ya llegó al tope de su densidad, no puede crecer más”.

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