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Nueva terapia de diálisis reduce un 23% la tasa de mortalidad Salud

Nueva terapia de diálisis reduce un 23% la tasa de mortalidad

Ensayo internacional comparó la hemodiálisis tradicional con la nueva Hemodiafiltración de Alto Volumen (HVHDF). Por ahora el tratamiento sólo está disponible en algunos hospitales y centros de diálisis, pero se espera su pronta implementación en todo Chile.


Las cifras indican que en nuestro país la Enfermedad Renal Crónica (ERC) puede aumentar a niveles dramáticos en los próximos años. Según reporta la Sociedad Chilena de Nefrología, hoy el 15,4% de los mayores de 40 años presenta ERC en alguna de sus etapas, y el 14% de los pacientes en diálisis lleva más de 10 años en ello.

Esta realidad se puede tornar más preocupante aún si agregamos que los factores de riesgo están cada día más presentes en la población chilena: obesidad, colesterol alto, hipertensión, tabaquismo y sedentarismo, entre otros.

De ahí la importancia del estudio internacional Convince, dirigido por el University Medical Center (UMC) de Utrecht, Países Bajos, en colaboración con prestigiosas universidades europeas, el que marca un antes y un después en lo que a hemodiálisis se refiere: “Demostró con cifras lo que médicos y enfermos renales crónicos sabemos hace tiempo: la terapia de Hemodiafiltración de Alto Volumen (HVHDF por su nombre en inglés) no sólo permite una mejor calidad de vida, sino que reduce efectivamente la mortalidad”, afirma Patricia Herrera, nefróloga y jefa de unidad de Diálisis del Hospital Salvador.

La HVHDF es una técnica de diálisis que elimina una mayor cantidad de moléculas medianas y grandes lo que permite, entre otras cosas, una mejor calidad de vida, menos síntomas depresivos y, lo más importante, un 23% de disminución en mortalidad. El ensayo incluyó a 1.360 pacientes de 8 países europeos, a quienes se les hizo seguimiento durante 30 meses. De ellos, aleatoriamente 683 recibieron HVHDF y 677 hemodiálisis tradicional.

Hemodiafiltración de alto volumen: la novedad

Cuando los riñones funcionan al 7 u 8% de su capacidad no logran limpiar la sangre de todas las impurezas, por lo que lentamente el cuerpo comienza a “envenenarse”.

Para suplir esa función existe la diálisis, terapia de sustitución renal para aquellos pacientes que se encuentran con ERC en etapa 5. Así se depuran toxinas, electrolitos y se elimina líquido para regular el equilibrio del organismo, a través de una máquina.

“Si bien las actuales diálisis disponibles eliminan moléculas pequeñas, no logran filtrar partículas más grandes, que son las que se asocian con diversas complicaciones crónicas de los pacientes, como alteraciones a nivel de sistema cardiovascular, nervioso, digestivo, glandular e hígado, entre otros, causantes de una mala calidad de vida, continuas hospitalizaciones y mortalidad”, explica la especialista.

A nivel mundial la ERC implica un gasto sustancial de los recursos públicos, y Chile no es la excepción. El 22% del presupuesto de las Garantías Explícitas en Salud (GES) se destina a cobertura de hemodiálisis tradicional.

Por ahora la terapia HVHDF sólo está disponible en los centros de diálisis del hospital de niños Exequiel González Cortés, y en los hospitales de Punta Arenas (primero de la red pública en implementarlo), Coyhaique, Curanilahue, Higueras de Talcahuano y de Rapa
Nui, todos centros que han apostado por entregarles el mejor tratamiento a sus pacientes, aun cuando todavía no tiene cobertura GES.

La implementación a nivel país de la este tratamiento tendría también un impacto importante en la liberación de camas hospitalarias del sistema público.

De acuerdo con el estudio “Estimación del impacto del uso de Hemodiafiltración de Alto Volumen en enfermedad Renal Crónica Terminal”, realizado por Fractal, cada paciente en terapia HVHDF le evitaría al sistema 2,13 días cama anuales, lo que se traduce en 9.989 días cama liberados en total, los que pueden ser destinados a otras necesidades, evitando la derivación al sector privado.

Irene Bravo es una paciente chilena quien ha recibido el tratamiento debido a que cuando adolescente sufrió de Pielonefritis fulminante, por lo que tuvo que realizarse un trasplante de riñón y posteriormente, se le desencadenó insuficiencia renal. “Ahí comenzaron muchos de los problemas
colaterales a la diálisis: presión baja, deficiencias musculares, cansancio y problemas de ánimo, entre otros. Cuando me pasé de hemodiálisis tradicional a la HVHDF, ya al tercer mes sentí la diferencia”.

En ese sentido, lleva tres años con este tratamiento, el cual “terminó  con el dolor de las articulaciones, empecé a dormir bien y cambió mi perspectiva de la vida”, concluyó.

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