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Deuda en dólares de tarjetas de crédito en Argentina se duplicó antes que el gobierno impusiera impuesto


Los argentinos que duplicaron la deuda de sus tarjetas de crédito en dólares en el último año para evitar los límites que impuso el gobierno a la compra de la moneda estadounidense están a punto de descubrir que viajar al exterior es un poco más caro.

La presidente Cristina Fernández de Kirchner, cuyo país está excluido de los mercados de deuda extranjeros desde el impago de 2001, la semana pasada aplicó un adelanto impositivo del 15 por ciento a las compras en el exterior con tarjeta de crédito, la última medida destinada a evitar la salida de dólares del país y proteger las reservas de divisas del banco central. El salto de US$248 millones a US$453 millones en la deuda en dólares de las tarjetas de crédito de los argentinos desde octubre contrasta con un aumento de US$35 millones en el caso de los brasileños que viajan a otros países, muestran los últimos datos del banco central.

Aunque las medidas monetarias contribuyeron a lograr un aumento de US$15,2 millones en las reservas desde el último pago argentino de bonos efectuado el 3 de agosto, las restricciones están debilitando la confianza de los bonistas.

“Lo que uno quiere es que el dinero se quede en el país debido a políticas que creen confianza”, dijo Diego Ferro, que colabora en la gestión de US$500 millones en Greylock Capital Management en Nueva York. “Las políticas que prohíben cosas que son legales en la mayor parte del mundo civilizado suelen funcionar durante períodos cortos”.

‘Salida de dólares’

“Todas las medidas que están implementando han sido eficaces pero tienen importantes efectos secundarios que el gobierno opta por no tomar en cuenta”, señaló Gustavo Rangel, economista de ING Financial New York, división de ING Groep NV de Ámsterdam. “Esto viene a demostrar su falta de opciones y su decisión de hacer todo lo que haga falta para seguir a flote o evitar la salida de dólares”.

Los argentinos incrementaron la deuda de sus tarjetas de crédito en tanto una inflación que los economistas calculan en 24 por ciento anual, la más alta de la región, llevó a un aumento del gasto. Usar las tarjetas en el exterior permite a los particulares comprar bienes en dólares al tipo de cambio oficial, lo que hace que sus compras sean un 29 por ciento más baratas que si tuvieran que comprar los dólares en el mercado negro.

El nuevo gravamen “no va a modificar la tendencia exponencial a gastar con tarjeta de crédito fuera de Argentina porque al final uno sale ganando, aun con el impuesto”, opinó Franklin Santarelli, director gerente de instituciones financieras latinoamericanas de Fitch Ratings, en una entrevista telefónica. “Igual se van a beneficiar al acceder a un tipo de cambio que es más bajo que el del mercado negro”.

Con la inflación en 24 por ciento, el impuesto del 15 por ciento no eliminará la tentación de enviar el dinero al exterior, agregó Ferro de Greylock.

“Sumarle un 15 por ciento a las tarjetas de crédito sólo cerró otro resquicio”, dijo. “La gente se adapta. Es mejor implementar políticas que no tienten a la gente a fugarse”.

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