Itaú Unibanco, que este año es el banco brasileño con mejor desempeño en el mercado de bonos, lleva adelante una estrategia por US$8.000 millones en tarjetas de crédito a fin de tomar ganancias a partir de las tasas de interés locales, que llegan casi al 200 por ciento, en un momento en que la mora disminuye.
El 17 de junio, el banco más grande de América Latina en términos de valor de mercado dijo que iba a invertir US$1.600 millones en comprar y gestionar tarjetas de la minoristas Cencosud S.A. de Chile y Argentina. La adquisición llega un mes después de que la entidad de crédito aceptase comprar la unidad Credicard del Citigroup Inc. por 2.770 millones de reales (US$1.220 millones) y ocho meses más tarde de que se quedara con el 50 por ciento de la tenencia accionaria de la procesadora de pagos de tarjeta Redecard S.A. a cambio de 11.800 millones de reales.
Los costos de financiación del Itaú fueron los que menos se elevaron entre los tres competidores más próximos que tiene en el mercado de bonos, tras haber crecido tan solo 1,54 puntos porcentuales este año. Ahora da un vuelco hacia las tarjetas de crédito, ya que la tasa de mora de Brasil baja del récord que había alcanzado. En abril, los pagos de tarjeta con más de 90 días de retraso cayeron en un 3,8 por ciento, o lo que es lo mismo, unos 2,5 puntos porcentuales por debajo de la máxima de todos los tiempos a la que había llegado en noviembre pasado. Esta cifra es cinco veces la baja de pagos tardíos sobre los préstamos automáticos del mismo período.
“Es una estrategia inteligente, ya que los márgenes sobre los préstamos con tarjeta de crédito tienen la capacidad de compensar la mora”, dijo Rodolfo Amstalden, analista de la consultora Empiricus Research, durante una conversación telefónica que estableció desde San Pablo. “Itaú encontró esta válvula de seguridad después de las pérdidas que sufrió con los préstamos automáticos”.
Un funcionario de Itaú no respondió las llamadas y los correos electrónicos que se le dirigieron para que formulase comentarios respecto de la estrategia asumida por la entidad bancaria.
Préstamos automotores
El cambio vino a continuación de nuestras “estrategias para priorizar los riesgos más bajos”, dijo el Itaú en una presentación oficial. El total de préstamos de Itaú aún no incluye Credicard.
En abril, los préstamos remanentes con tarjeta de crédito en Brasil aumentaron en 123.600 millones de reales, según el banco central. La porción más grande de ese total (65 por ciento) proviene de los planes de cuotas conocidas como parcelado, mientras que el crédito revolvente representa el 21 por ciento, según muestran los datos. “Los bancos toman ventaja de los clientes que se meten en el crédito revolvente y les dan de comer a estos tipos con las tasas asimétricas”, dijo Amstalden.
El registro de préstamos del Itaú aumentó en un 9,2 por ciento durante el primer trimestre respecto del año anterior, o sea por debajo del pronóstico 2013 que afirmaba que el crédito crecería de un 11 a un 14 por ciento.
El margen neto de interés, que es la diferencia entre lo que gana con los préstamos y lo que paga para pedir prestado, fue del 5,9 por ciento durante los tres primeros meses del año, o sea por debajo del 6,9 por ciento que arrojó como resultado el ejercicio anterior, según el estado trimestral.
