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Llegamos a 35 femicidios y sobrepasamos cifra de 2016: “Es necesaria una ley de violencia inclusiva” Feministas cuentan 58

Llegamos a 35 femicidios y sobrepasamos cifra de 2016: “Es necesaria una ley de violencia inclusiva”

Con el fallecimiento de la ciudadana venezolana Susjes Mesías en manos de su pareja este fin de semana, ya superamos el conteo oficial del año pasado. Hablamos con Leonor Espinoza, sicóloga del Fondo Alquimia, para analizar el aumento de la violencia de género cuando hay mayor visibilización de las problemáticas femeninas y la diferencia entre los números del gobierno y las organizaciones feministas.


La mañana del domingo nos levantamos con una triste noticia: Susjes Mesías Díaz, ciudadana venezolana, había sido asesinada por su pareja. Al llegar Carabineros, la mujer de 26 años, quien esperaba la llegada de su hijo desde su natal país, se encontraba sin señales de vida y con 13 puñaladas en su cuerpo. El responsable, Carlos Valera Rodríguez, intentó suicidarse con tres puñaladas en el tórax. Está internado de gravedad, pero fuera de riesgo vital.

Pero la noticia no es sólo estremecedora por la muerte de esta joven madre inmigrante, sino también porque Susjes se convirtió, según el conteo oficial, en el femicidio n° 35 en nuestro país, sobrepasando ya, cuando el año aún no termina, la cifra de 34 femicidios de 2016.

¿Por qué en un año en que los temas de género han estado en la palestra, el mismo año en que se aprobó el aborto en 3 causales, el mismo año en que el movimiento feminista ha logrado visibilizar temas como el acoso callejero, el acoso laboral, el abuso o la violencia en el pololeo, la violencia hacia las mujeres parece estar aumentado en vez de disminuir? El número se abulta aún más, si los actos se miran desde la perspectiva de distintas agrupaciones de mujeres.

En La Red Chilena Contra la Violencia hacia la Mujer tienen un conteo que cifra en 57 los femicidios más un suicidio femicida, que hace referencia a la muerte de Antonia Garros. «En el conteo que hacemos las feministas, este es el femicidio número 58», señala Leonor Espinoza, Encargada General de Programas y específicamente del Programa Contra Todas Las Violencias, del Fondo Alquimia, que proporciona a las organizaciones de la diversidad de mujeres recursos financieros para la implementación de sus planes de trabajo. Con ella conversamos para saber el porqué del aumento de asesinatos a mujeres y por qué esta diferencia de números entre las cifras oficiales y las de las organizaciones.

En este recuadro lleven el conteo en la Red Chilena Contra la Violencia Hacia las mujeres.

«La ley en Chile sólo contempla como femicidios los que se dan entre parejas o ex-parejas. De partida, con eso estamos mal», explicó la sicóloga. De hecho, según la legislación chilena (ley 20.480), un femicidio es «el asesinato de una mujer realizado por quien es o ha sido su esposo o conviviente». «Creo que es importante empezar a hablar de violencia de género, pues es una expresión más abarcadora», opina la profesional.

-¿Por qué crees que todos los años aumenta la cifra?

-Hay varios fenómenos. Primero que la violencia machista es estructural y simbólica. No sólo se expresa en el macho que le pega a su pareja. Son muchos los ámbitos donde se ejerce esta violencia. Si ves a los países nórdicos, sí hay poca violencia doméstica, pero también unas mafias increíbles de trata de personas, donde la mayoría son mujeres y niñas. También hay autoras que postulan que cuando comienza a aumentar la organización de las mujeres, o la visibilización de la violencia, ahí actúan los agentes del patriarcado, que son los machistas violentos que terminan matando a las mujeres, o ciertos sectores conservadores de la sociedad se organizan, ya sea para impedir los avances que las mujeres puedan hacer con sus derechos. Entonces hay veces donde la violencia está relacionada con la misma visibilización de la violencia.

-¿O sea que puede escalar más?

– Hay feministas que plantean que esto es una guerra. Yo a veces, sobre todo cuando la violencia se recrudece, tiendo a pensar que no están tan equivocadas al decirlo. El problema es mucho más serio de lo que alcanzamos a ver. Está presente hasta en las formas en las cuales nos relacionamos y considero que no sólo es en la heterosexualidad. Es el patriarcado, la heteronorma, la que produce un caldo de cultivo para la violencia.

– ¿Y qué sucede con las políticas públicas?

– Creo que a pesar de su existencia, o la intención de los gobiernos de proteger a las mujeres es un tema muy, muy multidimensional, súper complejo. Por eso hay que darle. Creo que acá en Chile es necesario que tengamos una ley de violencia inclusiva, que no sólo esté pensado en la violencia doméstica y en el contexto de la pareja, ni sólo vincularlo a las relaciones románticas.

– ¿No ves avances?

– Algo se ha avanzado, hay ley de acoso callejero por ejemplo, hay un proyecto que pretende cambiar la ley de violencia que hay hoy en día, pero obviamente la discusión es más profunda. Y creo que las que deberíamos partir con la discusión somos las mujeres, porque somos las únicas que podemos hablar en primera persona de lo que nos ocurre.

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