Publicidad
Diputada trans Emilia Schneider: “Quienes se opongan al cambio tendrán que rendirle cuentas a la ciudadanía” BRAGA Créditos: Foto de Agencia Uno

Diputada trans Emilia Schneider: “Quienes se opongan al cambio tendrán que rendirle cuentas a la ciudadanía”

Publicidad
Natalia Espinoza C
Por : Natalia Espinoza C Periodista - Contacto: braga@elmostrador.cl / (sólo wsp) Fono sección: +569 99182473
Ver Más

Han pasado casi tres semanas desde que los(as) parlamentarios(as) electos(as) durante 2021 entraron en ejercicio. Los desafíos del anunciado Gobierno Feminista son amplios, no solamente en materia de género, sino también respecto de la comunidad LGBTIQ+. En conversación con El Mostrador Braga, la diputada Schneider reflexiona sobre las principales barreras a superar, entre las cuales destaca el foco de la oposición. Para ella, hay una derecha que todavía no decide si quiere colaborar, ser constructiva con sus puntos de diferencia, o si optará por el camino que impulsan sectores como el del Partido Republicano, que es un rechazo a todo, con una predisposición a “trancar la pelota” y generar un clima de “odiosidad y descontrol”.


Por los amplios pasillos del Congreso Nacional en Valparaíso, nuevos rostros comienzan su jornada legislativa. Se les viene un periodo largo y desafiante por delante: ni conservadores ni progresistas tienen mayoría. Uno de estos rostros que trae la marea del cambio, es el de la primera parlamentaria trans, Emilia Schneider

Tras la jornada de Elecciones Generales 2021 que tuvo lugar en noviembre, la exdirigenta estudiantil y activista por los derechos de las disidencias, fue electa como diputada por el Distrito 10 de la Región Metropolitana. Su llegada marcó un hito en la historia de Chile en representación de la comunidad LGBTIQ+, especialmente de la bandera celeste-rosa.

Emilia comenzó a trabajar prácticamente tres meses antes de entrar oficialmente en ejercicio. “Había muchas cosas que preparar”, comenta en conversación con El Mostrador Braga. Durante aquel tiempo dio los primeros pasos para conformar equipos, recoger las impresiones de organizaciones sociales, especialmente desde los territorios. “Ha sido bastante intenso entrar propiamente tal al Congreso, que es un espacio que se siente a veces un poco ajeno y jerárquico, pero ha sido una experiencia importante desde donde se puede aportar”.

Schneider proviene del mundo de la dirigencia social, del activismo, por lo que cuenta que a veces se siente rara ocupando un rango institucional, sin embargo, está muy agradecida por el cariño y apoyo tanto de funcionarias(os) como también de la bancada del Frente Amplio y Apruebo Dignidad.

Los(as) 155 diputados(as) y 50 senadores(as), mirados a nivel general, están distribuidos de forma equilibrada. Apruebo Dignidad –coalición a la que pertenece el Presidente Gabriel Boric– tiene 37 diputados(as) y 4 senadores(as); en cambio, el Frente Social Cristiano (FSC), conglomerado que apoya a José Antonio Kast, alcanzó 15 diputados(as) y solo un senador.

Este es un punto muy importante a la hora de posicionar en la agenda legislativa aquellas iniciativas que buscan empoderar a las minorías sexuales que han sido históricamente segregadas en el país en materia de políticas públicas y representación, como, por ejemplo, el cupo laboral trans, la educación sexual integral, el reconocimiento a los derechos sexuales y reproductivos, la garantía a una vida libre de violencia de género, la reforma a la Ley Zamudio (antidiscriminación), entre otras.

A pesar de ello, la diputada Schneider se mantiene optimista respecto de la resistencia al cambio a la que se enfrentarán. “Yo creo que tenemos un Congreso muy fragmentado, con una dificultad de construir mayorías para cualquier iniciativa, sea esta conservadora o progresista”. 

El principal problema está en cómo se construirán tales mayorías. Para la parlamentaria, forma de sortear esto es primero tener disposición al diálogo con todos los sectores políticos que estén en el Congreso, pero también “entendiendo y haciendo ver las demandas y necesidades de la ciudadanía». «Nuestro Presidente fue electo por una mayoría que cree en un programa de transformación social. Quienes se opongan al cambio van a tener que rendirle cuentas a la ciudadanía (…). Ya tuvimos una revuelta social que evidenció una crisis social institucional profunda y en el fondo no podemos hacernos las lesas ahí con ese tema”.

Desde una reflexión autocrítica, la diputada es consciente de que la dificultad de llegar a acuerdos también depende de los(as) electos(as) que apoyan el programa de gobierno, pero tiene confianza en sus colegas. 

Respecto de la oposición, analiza que hay una derecha que todavía no decide si quiere colaborar, ser constructiva con sus puntos de diferencia, o si optarán por el camino que impulsan sectores como el del Partido Republicano, que es un rechazo a todo, con una predisposición a “trancar la pelota”. Esto generaría un mayor descrédito de las instituciones, porque “no tienen –en el sector republicano– una voluntad a colaborar con sus propuestas, sino más bien trancar las del otro y generar un clima de odiosidad y descontrol”.

A pesar de ello, mantendrán una voluntad al diálogo, pero, para lograrlo, también refuerza que necesitarán que la ciudadanía se mantenga organizada movilizándose, “defendiendo cuestiones tan centrales como, por ejemplo, las 40 horas de jornada laboral o la garantía de derechos sociales, la condonación de las deudas por estudiar, las demandas feministas y de las disidencias sexuales”. 

La participación ciudadana es un eje central para la diputada, porque su coalición nace desde los movimientos sociales. “Yo creo que no conseguimos la política sin ese elemento”, puntualiza. Es por ello que una de sus metas en el cargo es ayudar a reconectar la institución con los habitantes del país “más allá de la foto”, con una escucha efectiva. 

El Congreso desde el ojos y el “chasconeo” de las disidencias

La llegada de Schneider y su equipo propicia ya desde lo simbólico ciertos cambios. Hasta el momento, cuenta que han sentido muy buena disposición por parte de las funcionarias y los funcionarios, “obviamente hay sectores bastante odiantes que en el fondo, por su conservadurismo, no reconocen que las personas de las diversidades tenemos igualdad de derechos y merecemos las mismas oportunidades, pero creo que eso no refleja el espíritu en general de este Congreso”.

De hecho, esta semana, específicamente el día martes, tuvieron una reunión con el ministro de la Segpres, Giorgio Jackson, para fijar algunas prioridades, una de las cuales es el proyecto de Cupo Laboral Trans.

Esta idea surge de la exclusión y discriminación históricas que sufren las personas trans en entornos laborales, la que viven más tempranamente en espacios educativos. Por ello considera que, si bien hay que encontrar mecanismos de cuotas de contratación, estos deben complementarse en nivelar estudios, capacitación de personas trans en oficios, “porque si solamente estableciéramos una cuota en los servicios públicos, no todas podrían acceder, quizá solamente gente como yo que pudimos ir a la universidad y que vivimos sin tanta violencia nuestros procesos”, explica. 

En este sentido, Emilia califica el bullying como el primer atisbo de una violencia que luego vemos durante toda la vida adulta, por lo que su objetivo es imprimir la mirada feminista y disidente en todos los debates en materia de trabajo, economía, educación, salud, etc.

Concretamente, este 2022 se enfocarán en el camino a una vida libre de violencia de género, el aumento del sueldo mínimo, rebajar la jornada laboral, la reforma al sistema de pensiones y una reforma tributaria que redistribuya la riqueza para financiar un programa que apunte a garantizar derechos sociales universales.

“Un desafío que yo me he trazado, y también es parte de mi estilo particular, ha sido chasconear las formalidades en este espacio, con algunas cuestiones que son simbólicamente muy conservadoras y que no tienen relación con el respeto ni con el debido funcionamiento de la Cámara”, cuenta. 

Ejemplo de estas instancias son los juramentos de apertura de sesiones que se hablan en nombre de dios y la patria. Para la diputada, sería interesante poder siempre hablar en nombre de los pueblos, o en comisión de mujeres, cambiarlo por “la patria y las mujeres de Chile”, para ir resignificando símbolos que se adapten a los tiempos que corren, señala.

Feminismo trans-excluyente

En la experiencia internacional, el auge del reconocimiento de las personas trans ha acarreado también contracorrientes. El mejor ejemplo de esto se da en España, lugar donde desde que se aprobó la Ley Trans, en 2021, ha habido manifestaciones contrarias. 

La parlamentaria considera que esta resistencia ha tenido crecimiento en Europa, pero que en nuestro país en particular no, ya que el movimiento feminista ha tomado definiciones orgánicas de interseccionalidad a través de sus coordinadoras y organizaciones, donde se integra a las disidencias sexuales.

“Claro que una mujer cisgénero respecto de una mujer transgénero vive las opresiones de forma distinta, así como una mujer de clase alta con una mujer pobre, una del campo y otra de la ciudad. Yo creo que lo importante en el movimiento feminista chileno, argentino o de muchos otros lugares de Latinoamérica, es que no se ha articulado en base a quiénes somos, sino que en base al mundo que queremos construir”, finaliza.

Publicidad

Tendencias