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La representación de mujeres y niñas en la literatura: un paso hacia la igualdad de género BRAGA Créditos: Alfaguara Infantil

La representación de mujeres y niñas en la literatura: un paso hacia la igualdad de género

Durante abril, se celebra el mes del libro, bajo ese contexto, Josefa Aros, coautora de la saga “El mundo de Lulú” y Dominique Clarke autora de “Mujer Insurgente” y “No soy tu Lolita”, hablaron sobre la relevancia de leer historias con protagonistas femeninas escritas por mujeres.


“El mundo de Lulú” es una saga escrita por Josefa Aros y June García. Sus libros, que actualmente se leen en colegios del país, son protagonizados por una estudiante de cuarto básico, en donde se abarcan temas como la autoestima, salud mental, educación cívica, acoso escolar y redes sociales

El primer libro de la serie, titulado “Lulú quiere ser presidenta”, presenta a una niña de nueve años quien se enfrenta a los problemas de participación y representación que tienen sus compañeras en las elecciones presidenciales de curso. Según Josefa, la idea era plasmar en la historia de “Lulú” ideas sobre buenas prácticas y visibilización femenina en la política, ya que es algo que a ellas les faltó mientras leían cuando niñas.

“No teníamos muchas protagonistas femeninas, habían poquísimas. En general los personajes femeninos eran súper planos y sus problemas eran usualmente muy banales, no eran tan profundos ni “reales”. Nosotras queríamos un personaje que fuera realmente capaz de encarnar y representar a las niñas de hoy”, agrega.

La estudiante de Literatura y Estudios de Género y autora de “Mujer Insurgente” y “No soy tu Lolita”, Dominique Clarke, cree que existe una visión extremadamente masculina y androcentrista en cómo percibimos el mundo. De esta manera, lo que se ha construido en torno a “ser mujer”, tanto sus dificultades como la experiencia en sí, también ha sido desarrollado bajo esta perspectiva. Por eso hace énfasis en que es muy importante que las mujeres escriban su propia historia, para que mediante sus voces, se puedan reformar y deconstruir las nociones erróneas que terceros han escrito sobre el género femenino.

Según Clarke, este es un tema con un trasfondo cultural muy profundo y complejo, ya que las mujeres escriben desde el principio de la historia. Han ocurrido revoluciones completas respecto a la visibilización del género oprimido y sus puntos de vista políticos y sociales en contra del machismo.

A lo largo de su infancia y adolescencia, la escritora tuvo como referente a las jóvenes de los libros de fantasía “Cazadores de Sombras”, ya que eran mujeres que derrocaban los estereotipos de género y luchaban como guerreras a la par o incluso mejor que los hombres, siendo valoradas de la misma manera. Otra de sus heroínas literarias favoritas es “Jo March” del clásico “Mujercitas”, a quien cita en sus libros. “Fueron mujeres super importantes para mí, ya que me sentía cercana a esas historias, pues me hacían sentido. Mujeres buscando un motivo de vida más allá de un príncipe azúl. Ahora entiendo por qué las mujeres resonamos con esa narrativa, ya que venimos a este mundo a buscar un propósito y una razón que sea social y que nos llene, pero que definitivamente no se encuentra en un otro masculino”.

También indicó que si bien cree que actualmente hay más música, películas, libros y cultura en general que reivindica la construcción patriarcal que hay de la imagen de la mujer, esta no tiene el mismo alcance que lo canónico o popular. Los discursos que contienen, ayudan a internalizar mensajes negativos y erróneos que generan un autoconcepto nocivo para el género femenino.

“La cultura tiene un impacto super fuerte en la noción que hay sobre la mujer porque es algo que se consume a diario. A través de los ejemplos que leemos, escuchamos o vemos, aprendemos sobre nuestras capacidades, pero también nuestros límites, sobre lo que somos y sobre lo que no. Justamente es por eso que es necesario que sea arte producido por mujeres y disidencias, para determinar qué es lo que realmente necesitamos y no lo que un hombre decidió hace un par de cientos de años sobre lo que nosotras tenemos que entregar y esperar de esta vida”, comentó la escritora.

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