1 de cada 10 mujeres en el mundo vive en la pobreza extrema. Es más, si la tendencia continúa en relación con la estructural desigualdad existente, aproximadamente el 8% de las mujeres del mundo vivirán bajo el umbral de la pobreza.
Durante este mes, tuve el honor de ser parte de la delegación chilena, junto a parlamentarias y nuestra ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, de la 68° reunión anual de la Comisión Jurídica y Social de la Mujer de ONU Mujeres en la ciudad de Nueva York. Instancias como estas son relevantes para establecer un trabajo colaborativo con representantes de todo el mundo, comparar realidades y establecer también las convergencias en la realidad que afrontan las mujeres de cada rincón del planeta, con el objetivo en esta ocasión de avanzar en equidad de género como herramienta para la superación de la pobreza.
Las cifras son preocupantes: 1 de cada 10 mujeres en el mundo vive en la pobreza extrema. Es más, si la tendencia continúa en relación con la estructural desigualdad existente, aproximadamente el 8% de las mujeres del mundo vivirán bajo el umbral de la pobreza. Hablamos de 342 millones de mujeres y niñas que necesitan con urgencia que esta tendencia cambie. Y precisamente el trabajo realizado durante esa va en esa dirección.
La realidad de desigualdad precisamente quedó de manifiesto en la pandemia, donde se acrecentó la brecha entre hombres y mujeres, especialmente porque quedó en evidencia el cómo las labores de cuidado han sido invisibilizadas. En promedio, las mujeres en el mundo realizan 2,8 horas diarias más de cuidado, situación que aumenta el círculo de la pobreza, pues hablamos de trabajo no remunerado y en muchos países del mundo no reconocido en su relevancia económica, social y de desarrollo. Además, fue relevante el abordar la importancia de establecer un enfoque de género integral en la elaboración y ejecución del Presupuesto público, algo que se hace urgente precisamente entendiendo que las políticas públicas en su diseño y ejecución deben considerar estas brechas significativas que ponen en una situación de vulnerabilidad a miles de mujeres en el país y el mundo.
Precisamente, y reconociendo el compromiso que el gobierno del Presidente Boric ha cumplido en relación a promover una agenda integral de género, es que presentaremos un Proyecto de Resolución solicitando al Ejecutivo que se incluya dentro del Presupuesto de la nación 2025 una perspectiva de género de forma integral, tanto en el diseño de programas como también en los instrumentos de gasto y gestión de finanzas públicas, buscando con esto garantizar el acceso y protección de derechos a las mujeres.
Además, solicitaremos que se incluya dicha perspectiva dentro de la discusión del pacto fiscal, especialmente en relación con garantizar que las políticas tributarias consideren la realidad disímil de las mujeres, quienes además en un alto porcentaje realizan labores de cuidado no remunerado.
En este encuentro en la ONU pudimos además compartir sobre la experiencia chilena y los avances que hemos llevado adelante durante el gobierno de nuestro Presidente Gabriel Boric. Avances como la “ley papito corazón”, el aumento del presupuesto en un 8,5% para el Sistema Nacional de Cuidados, la creación del Fondo de Transversalización de Género, y los programas de violencia contra la mujer que crecieron en su financiamiento para este año que se suman a la Ley integral contra todo tipo de violencia contra la mujer son ejemplos de que podemos avanzar en disminuir brechas desde un rol activo y protector del Estado.