La profesional de origen norteamericano –de visita en el país a causa del reciente Ficil Biobío 2016- y encargada de distribuir y de seleccionar los cortometrajes para la cita del próximo domingo en el Dolby Theatre de Los Angeles, califica a la obra del realizador chileno Gabriel Osorio: como “una pieza audiovisual inteligente, audaz y original, la que en pocos minutos efectúa una interesantísima transposición de sentimientos humanos hacia un animal”.
Una de las principales invitadas al último Festival Internacional de Cine de Lebu (efectuado entre el 5 y el 11 de febrero) fue la agente de distribución y productora estadounidense, Linda Olszewski, quien se presentó con el propósito de dictar charlas sobre la industria del cine y el objetivo de adquirir realizaciones de la competencia internacional de cortometrajes, a fin de comercializarlos alrededor del mundo.
La norteamericana no sólo ha estado involucrada en el nacimiento de conocidos créditos como “El príncipe de Egipto” y “Generación X”, sino que también colabora en la selección de los cortos para los premios Oscar, cada año.
“Me encanta venir siempre a este festival tan único, sencillo, cosmopolita y universal a la vez, lejos de toda impostura y falsedad”, dice la audiovisualista, quien vino por quinta vez a la cita sureña, en una entrevista con El Mostrador Cultura + Ciudad.
Olszewski es directora de “Movies that Matter”, una empresa de distribución y asesoría en estrategias de ventas, comercialización, distribución y festivales, y también está vinculada a ShortsHD, el primer canal de alta definición dedicado a cortometrajes en los Estados Unidos.
Además, Linda supervisa las adquisiciones de cortos en iTunes para su país, naciones de Europa y Oceanía, y ha trabajado en estudios como en DreamWorks, Hanna-Barbera y Universal. Esa posición profesional privilegiada, le posibilitó facilitar a una entusiasta audiencia local, hace un par de semanas, el visionado de la totalidad de las obras que se encuentran nominadas, junto a “Historia de un oso”, para quedarse con la estatuilla de la Academia, destinada al mejor cortometraje de animación 2016.
En esa instancia, la pieza de Osorio compite contra creaciones como “Prologue”, “Sanjay’s Super Team”, “We Can’t Live without Cosmos” y “World of Tomorrow”. Todas, sin excepción, se exhibieron en Lebu.
“A pesar de lo que el común de la gente cree, la industria de cortos mueve millones de dólares en el hemisferio norte, y existen poderosas compañías que en exclusiva, se dedican a su producción y comercialización en el mundo entero. En Canadá y en los Estados Unidos se despliega un mercado que mueve millones de dólares todos los años”, dice al respecto Linda Olszewski, a este magazine.
Bajo esos parámetros, la agente norteamericana entrega su juicio apreciativo en torno al título chileno, el que puede convertirse en la primera obra cinematográfica de ficción nacional, en coronarse encima de la alfombra roja del Dolby Theatre, en el contexto de la ceremonia que entrega los galardones más importantes dentro del circuito internacional de la industria fílmica.
“Historia de un oso’ tiene grandes posibilidades de ganar el Oscar: es una pieza audiovisual inteligente, audaz y original, la que en pocos minutos efectúa una interesantísima transposición de sentimientos humanos hacia un animal”, comienza su análisis Olszewski.
“La idea que hay detrás del cortometraje es bellísima –continúa Linda-: imaginar una infancia, pero dentro de la mente y de una realidad ficticia que evoca el hermoso mundo de las fábulas, a fin de expresar hondas y elevadas ideas de afecto, las que son importantes para cualquier persona”.
“’Historia de un oso’ tiene un manejo de las sombras y de las luces notable, lo que en el concepto estético de la cinematografía en animación es muy apreciado como trasfondo, y aquella característica acompaña de forma evocadora, la sugestión que contiene el relato secuencia a secuencia”, enjuicia para El Mostrador, la profesional estadounidense.
“La obra del Osorio introduce recuerdos y memoria a un animal reflexivo, en un hecho audiovisual que no por repetido, deja de ser particularísimo. Por eso, mi opinión es que en aquel corto existe un tratamiento artístico del tema escogido, efectuado de forma muy pertinente e inspiradora. También, presenta distintas intimidades dentro de su campo propio de ficción, lo que es perturbador y a la vez bello”, insiste Linda Olszewski.
“Ahora, lo más interesante de ‘Historia de un Oso’, ese que el sentido de lo que expone se acerca mucho a ciertos estados emocionales de un ser humano, y su montaje es casi perfecto, una característica de un buen cortometraje. Además, su desarrollo argumental resulta insólito, inesperado. De esa manera, tiene altas posibilidades de quedarse con la estatuilla, pues se trata de una pieza fílmica hermosamente onírica”, cierra para Cultura+Ciudad, la importante gestora norteamericana.
