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¡Enhorabuena! Proyecto de «urbanismo táctico» le quita espacio a los autos para dárselos a los peatones La innovación está inspirada en una idea del arquitecto danés Jan Gehl

¡Enhorabuena! Proyecto de «urbanismo táctico» le quita espacio a los autos para dárselos a los peatones

Para aumentar el flujo peatonal y fomentar el potencial de caminabilidad de Santiago y de paso convertir a la ciudad en un lugar más amable, se han realizado diversas intervenciones en puntos neurálgicos de la capital en beneficio de peatones y ciclistas. Las primeras acciones que se han realizado en Portugal con la Alameda, en avenida Ismael Valdés Vergara entre el Mercado Central y Tirso de Molina, y dentro de poco en estación intermodal de La Cisterna hasta cruce Los Morros buscan generar un efecto multiplicador, en el cual el incremento de la movilidad a pie en combinación con el mayor uso de transporte público, pueda revertir la tendencia hacia la motorización imperante en la Región Metropolitana.


Un cruce peatonal del centro de Santiago, en Portugal con la Alameda, ha sido intervenido para aumentar el flujo peatonal, inspirado en una idea del arquitecto danés Jan Gehl.

La intervención urbana es parte de una serie de actividades en el Mes de la Ciudad, una iniciativa de la Intendencia Metropolitana para mejorar la calidad de vida de la capital.

Otras incluyen la entrega de los premios Benjamín Vicuña Mackenna a distintos personajes que han hecho aportes a Santiago, el Festival Open House -que permitió visitar, por ejemplo, una obra en construcción del Metro-  y el Seminario de la Ciudad, que concluyó este miércoles.

 

Cruce peatonal en Portugal con Alameda.

«Urbanismo táctico»

En el caso de la intervención de Portugal con la Alameda, está inspirada en el concepto de «urbanismo táctico» de Gehl, que apunta a aprovechar mejor el espacio urbano en beneficio de los peatones y ciclistas.

El objetivo es aumentar la superficie peatonal de la Alameda, medir los flujos peatonales y fomentar la caminabilidad de la avenida más importante de capital.

El día de la medición antes de la intervención, se detectó que más del 40% de las personas que transitan por ese lugar lo perciben inseguro. En un día circula en total de 66.500 peatones -3.00 por hora- y 5300 ciclistas.

La medición además detectó que el 43% de los peatones cruzan fuera de las líneas del encause o de forma diagonal para “acortar camino”.

Ciclovía en Portugal con Alameda.

Método Gehl

La efectividad de la medida ahora será evaluada a través de un método del arquitecto danés, con el fin de medir su impacto. Las ideas del arquitecto danés se han desarrollado en ciudades como Nueva York, Londres, Sydney y Auckland.

“Evaluar la calidad del espacio urbano y cómo se usa, permite entender sus fortalezas y debilidades desde la perspectiva del usuario», destacó el intendente Claudio Orrego.

«La Metodología Gehl que estamos utilizando crea relaciones provechosas entre los habitantes y la infraestructura de las ciudades para mejorar la calidad vida en la zona urbana”, agregó.

La iniciativa fue saludada por diversos actores urbanos. Se trata de «generar una conversación acerca de cómo podemos fomentar nuevos espacios que pongan en el centro del diseño de nuestras ciudades a las personas, y en este caso particular de la Alameda, el acento es promover una Alameda Caminable», señaló el periodista Rodrigo Guendelman al respecto.

Una segunda intervención urbano se realizó en Cal y Canto para mejorar el cruce de la avenida Ismael Valdés Vergara entre el Mercado Central y Tirso de Molina.

En el sector de Mapocho, unas 2.800 personas por hora cruzan por calle Puente. En la semana, a diario, pasan en total más de 26.000 personas tan solo en el cruce puente hacia Avenida La Paz. Durante el fin de semana lo hacen 37.452 personas. Entre los problemas se detectaron espacios estrechos para caminar, desorden, inseguridad y subutilización de áreas verdes. La solución propuesta a lo registrado fue realizar una intervención ligera que costó 15 millones de pesos.

Además se planea una tercera intervención en la estación intermodal de La Cisterna hasta cruce Los Morros. Las tres  se enmarcan en el Plan Santiago Camina, que busca sensibilizar a los actores urbanos frente a las necesidades de los peatones y ofrecer herramientas para que los ciudadanos -a pie- sean prioridad dentro los proyectos urbanos.

«Santiago Camina»

Según cifras oficiales, en un día laboral mas de 6 millones de viajes se realizan a pie en la capital. Su densidad, infraestructura de transporte masivo y clima, hacen del área metropolitana de Santiago una región con condiciones óptimas para la movilidad a pie.

Sin embargo, el énfasis en optimizar la infraestructura vial para el transporte motorizado, le ha impedido a Santiago alcanzar su potencial como ciudad caminable.

El proyecto Santiago Camina propone fomentar la transformación de las calles de Santiago en espacios más amigables para los peatones. Partiendo por las áreas alrededor de los nodos de transporte,
se busca trabajar para humanizar las calles de la capital.

La iniciativa busca que las calles sean accesibles, seguras y que puedan ser disfrutadas por gente de todas las edades y condiciones sociales. De esta manera se busca generar un efecto multiplicador, en el cual el incremento de la movilidad a pie en combinación con el mayor uso de transporte público, pueda revertir la tendencia hacia la motorización imperante en la Región Metropolitana, señala un documento oficial.

 

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