Publicidad
Soraya Sablo–Sutton, experta de Berkeley: “La mentoría pedagógica busca construir un espacio seguro de crecimiento y desarrollo” CULTURA

Soraya Sablo–Sutton, experta de Berkeley: “La mentoría pedagógica busca construir un espacio seguro de crecimiento y desarrollo”

Publicidad

Soraya Sablo – Sutton, Directora Asistente del Instituto de Liderazgo Pedagógico de la Universidad de Berkeley, estuvo de visita en Chile y realizó el taller “Mentoría Pedagógica para la transformación de prácticas docentes” organizado por el Centro de Desarrollo y Liderazgo Educativo (CEDLE). «(Esta fórmula) te permite movilizar tus acciones y emociones que son tan importantes en todo proceso de aprendizaje para avanzar no desde una perspectiva restrictiva o disciplinaria que muchas veces termina en una sanción. Acá el proceso tiene una finalidad diferente y busca un entendimiento y una reflexión».


-¿Cuáles crees que son los beneficios de tener un mentor pedagógico?

-Creo que ser un líder educativo puede ser un trabajo aislado y muchas veces no tienes un par con quien hablar o reflexionar sobre los desafíos de esta labor. En ese sentido, las relaciones que establece el mentor son importantes y pueden generar apoyos significativos en el proceso de la mejora pedagógica. Entonces cuando tienes un mentor, tienes un espacio distinto para reflexionar e intentar resolver los desafíos que enfrentas en este trabajo. De manera similar pasa con los docentes que cuando se genera este espacio reflexivo que provee la mentoría se puede mejorar la práctica y enfrentar estos desafíos de mejor manera. Es decir, la reflexión y la comunicación son elementos relevantes que se entienden como beneficiosos para los directivos y docentes porque son la base para una comprensión profunda de esta labor.

-¿Qué tiene de nuevo esta fórmula en el mundo de la educación?

-Un aspecto innovador de la mentoría es que te remueve, te saca de la ecuación tradicional en lo evaluativo y no existe ninguna dimensión punitiva dentro de este trabajo y la conversación en la mentoría. Lo que quiero decir, es que te permite movilizar tus acciones y emociones que son tan importantes en todo proceso de aprendizaje para avanzar no desde una perspectiva restrictiva o disciplinaria que muchas veces termina en una sanción. Acá el proceso tiene una finalidad diferente y busca un entendimiento y una reflexión.

-¿Cómo se materializa eso en el proceso?

-Sabemos que en nuestros sistemas de evaluación hay mucho en riesgo y en juego en los resultados de esa evaluación. En cambio en el enfoque de la mentoría pedagógica no existe ningún riesgo en ese sentido y por el contrario hay un mayor espacio para el crecimiento y para la exploración que son necesarios y que requieren también una dedicación especial. Si uno lo analiza bien, te das cuenta que el tema de los sistemas de evaluación a veces tienen muchas consecuencias que pueden llegar incluso al despido o la categorización de los docentes. Eso genera inseguridad o rigidiza el proceso. La mentoría busca construir un espacio seguro de crecimiento y desarrollo.

-¿Cuál sería el espacio ideal para un mentor… la escuela ideal o mejores condiciones?

-Primero tiene que existir un acuerdo en la escuela en que todos somos aprendices. Todos estamos en un proceso de aprendizaje y de crecimiento que nos ayudará a ser mejores profesores y docentes. Desde el docente más experto hasta el más nuevo todos tenemos espacio y posibilidades de mejorar. En ese sentido no existen diferencias porque todos independientes de nuestra edad o el tiempo que llevemos trabajando como docentes hacemos una contribución. Un segundo aspecto es que se establezca una estructura que posibilite este trabajo, es decir que el sostenedor genere condiciones de tiempo para que los docentes y los directores puedan realizar un buen trabajo de mentoría. Es un trabajo que se sustenta en el tiempo y requiere de espacios y de intervalos que propicien su instalación con madurez. No se trata de un asunto episódico y por lo mismo se deben ir generando las condiciones para hacerlo sustentable en el tiempo.    

-Cómo enfrentan los desafíos de infraestructura, de vulnerabilidad económica y pobreza?

-Creo que primero hay que cambiar la mentalidad porque hay cosas materiales que no las podemos transformar, pero una vez que cambiemos nuestro paradigma es posible movilizar otras cosas. Esto es fundamental porque acá hay que hacer un cambio de foco y si nos inmovilizamos por problemas como la infraestructura de un establecimiento por ejemplo no avanzaremos. Por otra parte, una de las condiciones que actúa muchas veces en contra de este modelo tiene que ver a veces con los incentivos del sistema. Más bien están orientados al desempeño individual y enfocado en la evaluación. Acá en este modelo de mentoría es diferente porque se centra en la cooperación y en el trabajo conjunto y el crecimiento.

-¿Es la mentoría paradigma diferente en la Educación?

-Es un paradigma distinto en el sistema educativo y una de los principales desafíos tiene que ver con de cambio de mentalidad que existe dentro de las escuelas. Esos pequeños cambios van a ir construyendo y modificando nuevas estructuras.

-¿Qué te ha parecido esta experiencia en Chile?

-Esta es mi segunda visita a Chile y ha sido una experiencia extraordinaria. Es interesante ver la similitud con la experiencia que tiene en California porque existen muchas cosas en común y desafíos que también se comparten. Es muy motivante escuchar a los profesores preguntándose cómo funcionará este sistema en mi escuela, en mi contexto. Pero además me ha llamado mucho la atención la disposición que hay por cambiar y el compromiso de todos los participantes.

-¿Cuál son las cualidades que debiera tener un mentor de excelencia?

-Primero tienen que ser capaces de identificar que es ser un buen docente. Lo segundo es tener una buena capacidad de escuchar y el tercer componente vendría a ser el compromiso que debe tener el mentor porque es un proceso que toma tiempo.

Publicidad

Tendencias