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Arqueólogos de Chile y Cataluña buscan vestigios de pueblos nómades que habitaron extremo austral CULTURA|CIENCIA

Arqueólogos de Chile y Cataluña buscan vestigios de pueblos nómades que habitaron extremo austral

El objetivo principal es investigar la adaptabilidad y resiliencia de las estrategias desarrolladas por los grupos cazadores-recolectores marítimos del archipiélago Fuego-Patagónico desde el ca. 4500 AP hasta mediados del siglo XX, últimos momentos de actividad cazadora-recolectora en el área, según explicó el investigador de la Universidad de Magallanes, Alfredo Prieto.


Tres campañas de investigación en terreno han realizado, en 2019, 2022 y 2023, arqueólogos de Chile y Cataluña, recorriendo canales y pampas de la zona más austral de Chile, llamada por los científicos Fuego-Patagonia. El objetivo: buscar pruebas de la vida de los pueblos canoeros nómades que habitaron este territorio.

En el verano 2023 se realizó la campaña del proyecto “Arqueología en el mar interior de Última Esperanza (Magallanes, Chile): navegación, intercambio y uso de bosque nativo durante el Holoceno tardío”.

Tuvo  como objetivo principal investigar la adaptabilidad y resiliencia de las estrategias desarrolladas por los grupos cazadores-recolectores marítimos del archipiélago Fuego-Patagónico desde el ca. 4500 AP hasta mediados del siglo XX, últimos momentos de actividad cazadora-recolectora en el área, según explicó el investigador de la Universidad de Magallanes, Alfredo Prieto.

Mayor comprensión

Este trabajo “permitirá avanzar hacia una comprensión mayor de la cronología del poblamiento, así como las relaciones económicas y sociales de los grupos cazadores-recolectores marítimos del mar interior de Última Esperanza, particularmente en espacios insulares, los cuales son de un gran interés para la evaluación de la interacción humano-ambiental a lo largo del tiempo”, añadió el arqueólogo.

Asimismo, dijo, “brinda una oportunidad única para el estudio del origen y desarrollo de las técnicas de navegación, el sistema de movilidad canoero, las relaciones inter-étnicas y el uso del bosque. Todo ello, además, transciende el ámbito geográfico y cultural, siendo de máxima relevancia teórica y metodológica para el estudio de las sociedades cazadoras-recolectoras prehistóricas de Europa y otras partes del mundo”.

El área de estudio corresponde al denominado “mar interior de Última Esperanza”, en la comuna de Puerto Natales, ubicada en el extremo sur de Chile, el cual se articula en torno al golfo Almirante Montt, englobando canales y senos circundantes, la costa continental e islas de variado tamaño. La investigación arqueológica del archipiélago Fuego-Patagónico ha proporcionado evidencias de ocupación humana desde inicios del Holoceno medio.

Hallazgo

De acuerdo con Prieto, “hasta el momento la fecha más antigua de ocupación cazadora-identificada en el área es del Holoceno tardío (3.700 AP), aunque el hallazgo aislado de puntas lanceoladas sugiere una antigüedad mayor. En el momento de la llegada de las poblaciones de origen europeo, el área estaba poblado por grupos cazadores-recolectores marítimos que utilizaban canoas para moverse por los canales y mares interiores, asociado etnohistóricamente a los grupos Kawésqar”.

Las poblaciones indígenas de fuego-patagónicas forman parte de los escasos grupos humanos que consiguieron mantener un modo de vida cazador-recolector nómade hasta prácticamente los días actuales. Así, planteó Prieto, el estudio arqueológico de su historia, “es fundamental para comprender la adaptabilidad y resiliencia de las estrategias cazadoras-recolectoras en ambientes costeros de clima similar (templado-frío). Asimismo, el mar interior de Última Esperanza, un área poco estudiada hasta ahora y relativamente inalterada por la actividad humana reciente, posee unas características físicas, ecológicas y etnohistóricas que le proveen de un gran interés para la investigación de las sociedades cazadoras-recolectoras”.

Este proyecto contó con la financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación (2018) y de la Fundación PALARQ (2020) y de la Fundación Prisma Austral (Chile, 2019-2022).

Primera campaña

La primera campaña de excavación (año 2019) se desarrolló en el extremo noreste de la isla Diego Portales, la más grande del mar interior de Última Esperanza, resultando en el registro de ocho yacimientos arqueológicos en dos sectores de la isla.

La excavación mediante sondeo de dos sitios (Bahía Easter 1 y 2) evidenció la existencia de concheros con grandes cantidades de fauna. Los resultados sugieren que el noreste de la isla Diego Portales fue un foco de ocupación recurrente al menos entre el 2000 y el 1000 AP, al ofrecer costas bien resguardadas en áreas estratégicas, cerca de las vías de acceso/salida al/del mar interior, pero también de la costa continental, donde abundan recursos terrestres, como el huemul.

Durante 2022 se realizaron trabajos de prospección y sondeos en el sector sur del golfo Almirante Montt, hallando concheros, material lítico, corrales de pesca y marcas de descortezamiento en los árboles del bosque nativo. Todo ello ha constituido nuevos antecedentes en un área poco conocida arqueológicamente, informando de cómo grupos cazadores-recolectores marítimos adaptaron sus estrategias a las microvariaciones locales y estacionales, así como de la interacción con el bosque nativo.

Objetivos

Este proyecto propone, por un lado, continuar los trabajos iniciados en 2019 en la isla de Diego Portales. Cabe destacar la excavación en extensión de Bahía Easter 1 (BE1), ya que será la primera intervención de este tipo en la región. Las características de BE1 así como su cronología anticipan unos resultados de elevado interés para estudiar la adaptabilidad y la resiliencia de las comunidades canoeras, así como su organización social.

Por otro lado, el proyecto propone ampliar la investigación a nuevas áreas de estudio en el sector norte del mar interior.

“La intervención en la pequeña isla Guanaco es prometedora, ya que en una visita anterior se hallaron en superficie preformas de puntas lanceoladas (que apuntarían a una cronología de 5000-3000 AP). Asimismo, se propone prospectar determinados sectores de los fiordos Worsley, Resi y Última Esperanza”, detalló Prieto.

Todo este trabajo corresponde al desarrollo de los proyectos “Arqueología en el mar interior de Última Esperanza (Magallanes, Chile): navegación, intercambio y uso del bosque nativo durante el Holoceno tardío” financiado por el Ministerio de Cultura y Deporte (España) de los investigadores Raquel Piqué y Albert García-Piquer.

También a “Nomads of the Island Sea: maritime hunter-gatherer mobility and social interaction in a Southern Patagonian mixed environment” financiado por la Wenner-Gren Foundation (EEUU), de Albert García-Piquer. Y “Arqueología en el mar interior de Última Esperanza (Magallanes, Chile)” financiado por la Fundación PalARQ (España), de Raquel Piqué, Vanessa Navarrete, Robert Carracedo y Albert García-Piquer. Además, se contó con el apoyo económico y logístico de Fundación Prisma Austral (Chile).

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