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La lucha de las hinchas de Colo Colo y la UC para eliminar el machismo en el fútbol: «Como mujeres, a todas nos han dicho que no sabemos» BRAGA Crédito: Agencia Uno

La lucha de las hinchas de Colo Colo y la UC para eliminar el machismo en el fútbol: «Como mujeres, a todas nos han dicho que no sabemos»

Nicole Martinez
Por : Nicole Martinez Periodista El Mostrador
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A propósito de este 8M, la directora de género del Club Social y Deportivo Colo Colo, Maricela Franco, y Gloria (quien escogió este seudónimo tras recibir amenazas), vocera de “Nuestra Cruzada”, espacio de género autoconvocado de hinchas de Universidad Católica, hablaron con El Mostrador sobre el machismo en el fútbol. Maricela sostuvo que «hay muchos clubes que aún no pagan sueldos a sus jugadoras, las condiciones laborales son paupérrimas, y para qué decir sobre la escala de diferencia de sueldos». En tanto, Gloria apuntó que «como mujeres hinchas, a todas nos han dicho que no sabemos de fútbol, que por qué estamos ahí, que ese no es nuestro lugar».


«Es un ambiente muy masculinizado y machista» o «falta mucho» por avanzar. Estos son algunos comentarios emitidos por representantes de los espacios de género de los equipos de futbol Colo Colo (CC) y Universidad Católica (UC), respecto a la presencia de la mujer en este deporte.

Con motivo de este 8M, El Mostrador habló la directora de género del Club Social y Deportivo Colo Colo, Maricela Franco, y con Gloria (quien escogió este seudónimo tras recibir amenazas), vocera de “Nuestra Cruzada”, espacio de género autoconvocado de hinchas de Universidad Católica.

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¿Por qué a su juicio es importante incorporar la perspectiva de género en un deporte como el fútbol y haber creado las comisiones de género en los clubes deportivos?

Maricela: Es importante incorporar la perspectiva de género en este deporte debido que el fútbol es muy popular, donde cada vez participan más mujeres, y esto puede servir de puente para generar cambios culturales y sociales.

En un ambiente muy masculinizado y machista es importante visibilizar, reflexionar y educar para generar cambios, de ahí que es un paso importante haber creado las comisiones.

Como Comisión hemos podido visibilizar la historia de mujeres del club, educado sobre estereotipados de género asociados al fútbol y también pudimos proponer cambios en los estatutos del club, los cuales fueron aceptado y ello permitió que fuéramos el primer club en el país con cuota de género en el directorio (este año llegará a un 40% del total del directorio).

Actualmente el club en su orgánica cuenta con una dirección de Género y se está trabajando en un Protocolo que sancione cualquier tipo de violencia de género, acoso o abuso.

Gloria: En el caso nuestro, como Nuestra Cruzada, somos una organización autónoma de hinchas mujeres de la Universidad Católica, que nació el 2018, porque nos dimos cuenta que todas teníamos inquietudes similares, todas teníamos una perspectiva de género, feministas.

Nos juntamos primero para marchar juntas el 8 de marzo de ese año. En febrero del 2018 empezamos a conversar y armamos este grupo. Partió como un chat y nos dimos cuenta de que teníamos las mismas inquietudes.

Todas habíamos sufrido acoso en el trayecto o en el mismo estadio, que teníamos compañeras que habían sido violentadas, que estábamos en contra de todo lo que se canta en el ambiente del fútbol desde la galería, que tiene que ver con la supremacía del hombre. Siempre se denosta al rival desde lo femenino, que si uno gana es el «padre» del otro.

Nos empezamos a cuestionar ese tipo de cosas y nos dimos cuenta de que todas teníamos una visión similar y que era super importante erradicarlo, porque finalmente lo único que se hace ahí es agredir, es perpetuar la cultura de la violación, el machismo irrestricto.

Como mujeres hinchas, a todas nos han dicho que no sabemos de fútbol, que por qué estamos ahí, que ese no es nuestro lugar. Muchas crecimos sin ir al estadio porque ese lugar nos podía afectar a nosotras, a pesar de que nos gustaba el fútbol. Entendimos que era relevante y empezamos a hacer distintas acciones. En el caso nuestro, principalmente en la galería, pero también exigiendo al club hacerse cargo de algunos temas.

¿Cuáles son las dificultades y reparos más comunes que se encuentran en la hinchada masculina, por ejemplo a la hora de tratar ciertas conductas como los cánticos? ¿Ha mejorado en algo la situación desde que ustedes se constituyeron?

M: En principio fue un poco complejo debido a que como era de esperarse se mostró resistencia de parte de los hombres de la hinchada o el colocolino en general que no lograban entender el mensaje. No obstante, se ha ido generando una aceptación y una mayor reflexión en torno al tema, eso lo hemos ido notando a través de algunas muestras de apoyo, comentarios en redes sociales e instancias de reflexión que incluso han generado por parte de ellos mismos.

No es un cambio rápido como quisiéramos, pero creemos que el tema al menos ya está instalado y ha sido valorado por varios.

G: La principal es la violencia. Cuando nos formamos recibimos un montón de amenazas, y por eso resguardamos nuestra identidad, porque nos ofrecieron golpes y amenazas por redes sociales. No así cuando estaban cerca de nosotras. Nos «insegurizó» bastante, y le dimos una significación, en que cada una eligió un nombre de una mujer importante para nosotras, que no ha sido reconocida. Yo ocupo Gloria, en homenaje a una detenida desaparecida. Así nos fuimos construyendo una identidad a raíz de ese miedo que teníamos al principio.

Las agresiones son más por redes sociales que en vivo. Nosotras hacemos en prácticamente todos los partidos de local alguna intervención y algunas veces nos gritan un par de cosas, pero yo creo que la violencia con la que algunos se refieren a nosotras es complejo.

A nivel institucional, tenemos estas otras dificultades, que tienen que ver con la estructura del club, pero además nadie se hace cargo de estos temas. Por ejemplo, una de las cosas que le hemos pedido al club es que los deudores de pensión o personas que estén en procesos o acusados de ejercer violencia machista contra alguna compañera, no tengan espacio en el estadio, que no los dejen entrar. Y se sacan los pillos, que no pueden, que la ANFP y Estado Seguro.

Se pasan la pelota de unos a otros, no hay un real compromiso por parte de las instituciones para mejorar las condiciones de nosotras.

Hemos visto una mayor aceptación de nuestros planteamientos, y lo podemos ver en dos cosas: en la receptividad que tenemos cuando hacemos intervenciones en el mismo estadio, en las redes sociales también por la pandemia. Más personas que están de acuerdo o que esperan reflexionar. Si entregamos folletos hay una mucho mejor recepción ahora que al principio.

Somos reconocidas también. Nuestra Cruzada es una organización, una de las primeras de Latinoamérica, y eso nos ha ido posicionando. Si colgamos un lienzo en la reja del estadio nadie nos dice nada, porque al principio no era así.

Si bien las canciones no han cambiado, porque la barra no tiene ninguna intención de cambiarlas -un núcleo bien duro, bien machista-, hay una en particular donde hay una frase anexa que hace referencia a una frase de un violador, que cada vez mencionan menos.

¿Creen que se ha avanzado en una mayor valoración y visibilidad del fútbol femenino  y otras ramas deportivas? ¿Qué queda pendiente aún, tanto por parte de la sociedad como de los clubes?

M: Creo que se ha ido avanzando bastante en los últimos 4 años, por lo menos en el futbol. Ahora evidentemente este ha sido un impulso que han dado las mismas jugadoras y que ha tenido resorte en las y los seguidores de este deporte.

No obstante, falta mucho. Hay muchos clubes que aún no pagan sueldos a sus jugadoras, las condiciones laborales son paupérrimas, y para qué decir sobre la escala de diferencia de sueldos. No hay un compromiso transversal, solo algunos club es están avanzando en ello. Lo mismo por parte de la ANFP, no está el Estado a la altura del desafío que implica una transformación y profesionalización del fútbol femenino.

En el caso de  en Colo Colo (ByN SA) se ha ido avanzando en cosas interesantes: fue el primer club en pagarle sueldo a su plantel completo, actualmente el plantel juega en cancha principal (eso antes no ocurría) y también se ha realizado la noche alba femenina, instancia que antes no existía. Estos entre otros pequeños avances que nos permiten seguir creyendo en cambios a futuro.

Es de esperar que los clubes y sus dirigentes y dirigentes tengan una mayor conexión con la transformación social que las mujeres están impulsando en todos los ámbitos, y que sean un aporte para ayudar en la disminución de brechas de género.

G: Lo principal es que los clubes se pongan las pilas, se pongan la camiseta. Soy hincha de la Católica, que es uno de los clubes que peor está en el fútbol femenino. Recién ahora, el 2022, hay 2 ó 3 jugadoras que tienen contrato por primera vez, hemos hecho un montón de campañas para apoyar a las chiquillas, en cosas que van desde que no tenían impresos sus nombres en las camisetas, hasta que no tienen contratos.

El club ni siquiera está vendiendo entradas (para sus partidos). Nosotras tuvimos la posibilidad de ir al primer partido, que fue el lunes , porque nos regalaron invitaciones algunas jugadoras, y es complejo porque vemos que en lo masculino la Católica ha sido el club más exitoso en los últimos años, en especial financieramente hablando, pero no hay ninguna intención de apoyar el fútbol femenino realmente, y es lo que hemos visto en los últimos años.

Lo principal es que los clubes se pongan las pilas, que visibilicen lo más posible, que los canales de televisión quieran transmitir los partidos, completas las fechas y no solamente uno, y que se difunda lo más posible. Como organización de hinchas es lo que hacemos.

A nivel de país, la ANFP tiene que intervenir pronto. Se está tramitando la ley de fútbol femenino para que sea declarado profesional a nivel estatal, y creo que eso puede ser un impulso importante para que la ANFP y los clubes le den a las jugadoras el lugar que se merecen. El fútbol femenino sí vende, entusiasma. Se sacan la cresta para poder jugar, y antes tenían que pagar ellas para poder jugar, y están defendiendo la camiseta, los colores del club.

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