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La sociedad que proyecta la nueva Constitución en cuanto al rol de la ciencia Opinión

La sociedad que proyecta la nueva Constitución en cuanto al rol de la ciencia

Jose Leonardo Guzmán
Por : Jose Leonardo Guzmán Doctor en Ciencias Biológicas. Profesor Titular del Departamento de Fisiología, Universidad de Concepción
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La intención de la propuesta de constitución para el Chile del futuro es totalmente prístina en cuanto a la participación de la ciencia en la sociedad, tomando en consideración el avance de nuestro país en financiamiento de la generación de conocimiento y en la formación de científicos y científicas, involucrándola en los procesos sociales y estableciéndola como un motor de desarrollo. Y es que además de ser una proyección de lo será nuestro país en el futuro, la propuesta de constitución se transforma en un reto en que el desarrollo de nuestra sociedad debe estar amalgamado con el avance del conocimiento científico. Da la impresión de que Chile está en el momento de realizar este avance y de que la ciudadanía lo entiende, lo valora y lo apoya.


Considerando a la propuesta de constitución como un proyecto de sociedad, queda claro que plantea una idea en la que la participación de científicas y científicos será de más impacto y compromiso con el desarrollo del país. Existen múltiples razones por las que la comunidad científica debe valorarla. Ésta se establece como una oportunidad para realzar la ciencia en el quehacer nacional vinculándola decididamente con problemáticas sociales y de desarrollo sostenible.

Uno de los aspectos fundamentales incluidos en la propuesta de nueva constitución establece la Educación como la base para el ejercicio de los derechos de los ciudadanos y para el desarrollo de la actividad científica, tecnológica, económica y cultural, dejando sentados los pilares para que los procesos de enseñanza-aprendizaje se enfoquen, no exclusivamente en la generación de profesionales productivos, sino que en la formación de personas integrales que reconozcan las múltiples funciones que cumplen en la sociedad (Artículo 35). Y es que esta propuesta dibuja un ciudadano que participa activamente en la creación de la sociedad desde la ciencia, la cultura y la innovación quedando establecido el derecho de transferir a otras entidades el nuevo conocimiento generado. Para ello considera la existencia de diversos sistemas de conocimientos, fomenta su divulgación y fija las líneas fundamentales para la de transferencias de ellos en beneficio del desarrollo del país (Artículo 96).

La propuesta no es ambigua en explicitar que la orientación que ejercerá el estado en cuanto al desarrollo de la actividad científica y de generación de conocimiento (Artículo 97) será el enriquecimiento sociocultural del país y el mejoramiento de las condiciones de vida de sus habitantes. Sin duda, que esta definición determina una orientación que enfocará los esfuerzos del desarrollo científico hacia el mejoramiento de procesos tecnológicos y el incremento de la eficiencia de estos. Al mismo tiempo enfoca la labor de las instituciones de educación superior, no solo a la generación de nuevo conocimiento con un acento en lo transdisciplinar (Artículo 97), sino que además, indirectamente, orientará la formación de científicos y científicas con un sentido de diálogo y apertura entre disciplinas. De hecho, las universidades han reconocido que la solución de problemáticas complejas debe ser abordado desde perspectivas inter y transdisciplinarias, coincidiendo con la visión plasmada en la propuesta de constitución, e identificando como una falencia la sobreexpresión de la formación profesional y generación de ciencia monodisciplinar, lo que probablemente es una consecuencia de la concepción individualista de la antigua constitución.

Por otra parte, el Chile que proyecta la propuesta de constitución, en cuanto a la participación de la ciencia queda delineado en torno al derecho a la salud y bienestar (Artículo 44), a los derechos vinculados a la sexualidad y reproducción (Artículo 61), la valoración del medioambiente (Artículo 127), la innovación y transferencia tecnológica (Artículo 96), la investigación de la atmósfera y el espacio (Artículo 135), la modernización y eficiencia de nuestro Estado (Artículo 178) y la conservación y preservación del territorio antártico chileno (Artículo 240). Todo lo anterior bajo el establecimiento de la libertad de investigación (Artículo 97).

La intención de la propuesta de constitución para el Chile del futuro es totalmente prístina en cuanto a la participación de la ciencia en la sociedad, tomando en consideración el avance de nuestro país en financiamiento de la generación de conocimiento y en la formación de científicos y científicas, involucrándola en los procesos sociales y estableciéndola como un motor de desarrollo. Y es que además de ser una proyección de lo será nuestro país en el futuro, la propuesta de constitución se transforma en un reto en que el desarrollo de nuestra sociedad debe estar amalgamado con el avance del conocimiento científico. Da la impresión de que Chile está en el momento de realizar este avance y de que la ciudadanía lo entiende, lo valora y lo apoya.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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